¿Quién ha dicho que el principio de la semana tenga que ser deprimente?
El lunes puede ser un verdadero fastidio, pero hay maneras de hacerlo más soportable y quizás… ¡sorpresa!... disfrutarlo. Si temes el día fatídico, echa un vistazo a estos consejos que te ayudarán a transformarlo. Tú puedes.
1. Encuentra un hueco para hacer ejercicio
Despegarte de las sábanas para entrenar es un reto, pero un buen tute te puede dar la energía que necesitas para comenzar el día. El ejercicio no solo te proporciona un aumento de las endorfinas que hacen que te sientas bien, sino que también favorece la función cerebral. Parece una opción perfecta para un lunes.
2. Haz planes para el desayuno
Queda con un amigo para desayunar antes de entrar a trabajar o incluso prepara algo delicioso para tomártelo antes de salir de casa. Eres más feliz cuando tienes muchas ganas de algo y el desayuno es una pieza fundamental para empezar el día con buen pie. Saldrás ganando.
3. No mires tu cuenta de correo nada más empezar
Nadie quiere comenzar la semana con sensación de estrés. Toma nota de lo que dicen algunos hombres de negocios: no mires tu bandeja de entrada por la mañana. Algunos ejecutivos como el fundador de Tumblr, David Karp, tienen fe absoluta en este método. No solo te ayuda a empezar a trabajar con calma, sino que también impide que agotes tus fuerzas prematuramente.
«Leer los emails en casa no me parece adecuado ni productivo», según las palabras de Karp a Fast Company. «Si hay algo urgente que requiere mi atención, alguien me llamará o me enviará un mensaje de texto».
4. Tira la lista de cosas por hacer
Aunque una listas de tareas es útil para estar organizado, es sabido que puede estresarte (¿cuándo se termina?). No te tortures y sustitúyela por una lista de tareas terminadas. Seguirás llevando la cuenta de lo que tienes por hacer, pero te sentirás más satisfecho por las tareas que sí has completado al acabar la jornada.
5. Tómate varios descansos
Los necesitas para sentirte bien. Las investigaciones demuestran que en realidad eres más productivo cuando te das un respiro para descansar del trabajo. No solo eso, sino que tus ojos también puede beneficiarse de tus cuidados si se pasan el día clavados en la pantalla del ordenador.
6. Concierta tener una reunión con alguien mientras paseáis
Daros un paseo os dará a ambos la oportunidad de escapar del confinamiento en un cubículo sin dejar de estar trabajando. Las investigaciones indican que un paseo corto en la naturaleza mejora tu estado de ánimo. Un empleado más feliz = Mejora en el trabajo.
7. A la hora de comer, aléjate de tu mesa de trabajo
Admítelo: una comida en tu mesa de trabajo es una comida triste. Si te permites mantenerte apartado de tus tareas durante un rato, disfrutarás de la comida y te sentirás más revitalizado a la vuelta. Es pura ciencia.
8. Vete del trabajo a tu hora
Que sea el primer día de la semana no implica que no exista la posibilidad de agotar tus fuerzas. Arianna Huffington, presidenta y directora de redacción del HuffPost, escribió:
«No hay ninguna compañía cuyas ganancias no se vean incrementadas por tener empleados más sanos, más felices, menos estresados, bien descansados y centrados».
Y es verdad: necesitas priorizar tu bienestar, lo que significa saber cuándo es hora de parar. Haz que tu lunes sea más relajado yéndote del trabajo a una hora razonable. ¿Necesitas una táctica para no quedarte hasta tarde? Prueba a ponerte una alarma. Te recordará sutilmente que es hora de irte.
9. Prueba a realizar una actividad relajante antes de irte a la cama
Acaba el día con tu mente en calma, lo que te dará energías para afrontar el resto de la semana. Intenta practicar meditación, hacer unas posturas de yoga o leer antes de acostarte. Cada una de estas actividades benefician tu salud de diversas maneras y contribuyen a prepararte para el sueño. Adiós, lunes tristes.