Después de un día duro tienes ganas de rendirte y abandonarlo todo. Pero a veces es necesario pararse y mirar a tu alrededor.
Por qué no tirar la toalla puede hacer que se adelante a los demás. E incluso si tira la toalla, será bajo sus propios términos
«Si puede atravesar este período de dolor, será un campeón. Si no puede, olvídelo. Eso es lo que a la mayoría de personas les falta». Arnold Schwarzenegger
Hay días buenos. Hay días malos. Y luego hay días especialmente malos.
Algunos de estos días malos son realmente difíciles. Puede plantearse dimitir tras una pérdida dolorosa, no haber conseguido un importante acuerdo, comentarios negativos sobre su trabajo o malos resultados trimestrales.
Es una gran aspiración el poder mejorar cada día. Deberíamos intentar la mayor parte de los días realizar pequeños y constantes cambios. Pero… No sea exigente consigo mismo en los días malos. En vez de esto, céntrese en atravesar estos días. Haga lo que esté en sus manos para no tirar la toalla. Resistir es el objetivo.
«Estoy convencido de que aproximadamente la mitad de lo que separa a los empresarios exitosos de los no exitosos es la perseverancia. Es algo muy difícil».
- Steve Jobs, Premios Computerworld Smithsonian
Manteniéndose coherente y constante, poco a poco se situará por delante de las personas que se hayan visto afectadas por estos fracasos inevitables.
Trabaje ininterrumpidamente mientras que otros se consumen
Las personas más entusiastas se lanzan de cabeza a un esfuerzo, pero su energía va poco a poco disminuyendo. Casi siempre terminan quemándose. No es una situación sostenible.
Si no se aprovecha adecuadamente, esta pasión es la razón por la que equipos y personas pierden la concentración. Su ambición a veces impulsa una prisa insostenible, lo que les hace daño a largo plazo. No son constantes. Son frágiles y una vez que el fracaso llega a su puerta, no están preparados.
En realidad, prácticamente se expulsan a sí mismos de la carrera antes de que llegue el éxito.
El tiempo tiene una curiosa manera de eliminar a las personas que no entienden que la resistencia requiere un poco de flexibilidad y recuperación. Está bien sentirse mal en los días malos. Enfréntese a la situación.
Eso sí, no se rienda.
Sin duda se preguntará si la situación será siempre la misma. La respuesta es no.
Quizás se puede tomar un pequeño descanso, pero no salga del país. Mire en su interior.
Resistir más que algunos de sus competidores mejora sus probabilidades de tener éxito en cualquier cosa que intentemos hacer. A veces tiene que dar un paso atrás y salir antes del trabajo con el fin de ir tres pasos por delante al día siguiente.
Adaptarse al tiempo
Un médico me explicó este concepto en un artículo que redactamos para Lifehacker:
«El cuerpo tiene una capacidad asombrosa para curarse a sí mismo y muchos problemas mejoran con el tiempo, aunque esto puede ser difícil de vender en una sociedad acostumbrada a obtener resultados rápidos y gratificación inmediata.
Hablaba de dolor físico, pero en realidad creo que este es el caso de muchos desafíos mentales o emocionales. La mente y el espíritu crean soluciones de forma natural.
Cuanto más difícil sea el obstáculo, más tiempo será necesario. Hay cosas que no se pueden apresurar.
El tiempo también le ayuda a adaptarse. Es lo mejor para conseguir atravesar problemas de aprendizaje, pero no lo es si no se da cuenta de que se está adaptando a un ambiente tóxico.
Esperar
Tiene sentido tomarse un poco de tiempo y recuperarse. Pero, inevitablemente, tiene que levantar cabeza. Bill Walsh dice lo siguiente en su libro The Score Takes Care of Itself:
«Cuando el golpe, la pérdida, el fracaso o la derrota le hacen venirse abajo, como por ejemplo el no conseguir una gran venta, que no lo tengan en cuenta para una promoción en su profesión o un despido, se tiene que dar un «tiempo de duelo», pero reconozca que el camino hacia la recuperación y la victoria consiste en tener la fuerza para levantarse y empezar a planificar su próximo movimiento. Así es como se debe pensar si quiere ganar. De lo contrario, ya habrá perdido.
Tómese un poco de tiempo para recuperarse correctamente, y luego planifique la forma en la que podría ser capaz de recuperar la fuerza. Se sorprenderá de la cantidad de control y esperanza que tiene y verá que incluso con tan solo un poco de planificación puede volver a ser usted mismo. Además, tal y como uno de mis clientes sugirió, aparte del tiempo de duelo también se debe establecer un tiempo para ser agradecido.
Cuándo hay que renunciar
Mi amigo dejó su trabajo. Se cansó de la monotonía y la tensión acumulada.
Por desgracia, esta decisión repentina lo puso en una mala situación durante los dos siguientes meses. Podría haber sido una transición más tranquila si se hubiera tomado un par de días libres, ya que todavía tendría una fuente de ingresos. Se podría haber dado más tiempo para buscar trabajo de manera más intensa.
No hay ninguna regla rápida para darse por vencido. Obviamente, si tiene que soportar demasiadas cosas todos los días, tal vez haya llegado la hora de dejar el trabajo. Cuando lo haga, piénselo bien y deje los impulsos de lado. Hágalo bajo sus propios términos, en función del tiempo, y cuando tenga mejores opciones.
Tiene que eliminar lo tóxico y enfrentarse a lo que le cause dolor de forma innecesaria a corto y largo plazo.
Pero la mayoría de las veces, el fracaso es solo una indicación de lo cerca que está de tener éxito.
No se rinda hoy.