Cómo cambiar tu vida
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Nadie nos conoce mejor que nosotros mismos. Al escuchar a tu propio cuerpo serás capaz de escuchar a tu alma, confiar en tu intuición y ser más consciente. Sigue estos consejos para empezar a cambiar tu vida a mejor.

1. Evita lesiones

La mayoría de nosotros sufrimos dolores y molestias de vez en cuando. Con el fin de ayudar a prevenir lesiones (o agravar más una lesión ya existente), es importante que prestes atención a tu bienestar físico.

Consejo: Siempre que trabajes o hagas cualquier tipo de actividad física (jardinería, ir de excursión, tareas domésticas, etc.) presta atención a tu cuerpo y a cómo te sientes en ese momento. Si tienes una lesión existente, tómatelo en serio. En pocas palabras: si te duele o no te sientes bien, para.

2. Acumula energía positiva

Consejo: Tómate un momento para disfrutar de tus victorias, ya sea un momento especial con tu hijo, un gran descanso en el trabajo o una deliciosa cena con un ser querido, ser consciente y agradecido te ayudará a hacer circular el flujo de energía positiva.

3. Ayuda a tu corazón

La mayoría de los ataques cardíacos comienzan con síntomas apenas perceptibles - mareos, náuseas y vómitos, sudoración, dificultad para respirar, dolor en la espalda, los hombros y la mandíbula. Muchas personas intentan aguantar y hacen caso omiso de estas señales importantes.

Consejo: Tómate un momento para averiguar cómo te sientes en este momento. Esto podría salvarte la vida.

4. Confía en tus instintos

Cuando nos enfrentamos a decisiones, pueden acudir a nuestra cabeza pensamientos relevantes y al azar, por lo que es difícil distinguir la intuición de una charla sin sentido.

Consejo: Coge papel y lápiz. Haz una lista de los pros y los contras. Date tiempo para entender tus propios pensamientos. Si te relajan y te hacen sentir bien, relájate y escucha. Si te hacen sentir estresado, incómodo o ansioso, apártalos de tu cabeza. Confía en tus instintos y sé feliz y confiado con las decisiones que tomes.

5. Alivia el estrés y la ansiedad

En respuesta al estrés, el cuerpo es capaz de experimentar una reacción: lucha o huida. Aunque las endorfinas nos ayudan a salir airosos de situaciones difíciles, permanecer en un estado constante de estrés es perjudicial tanto física como mentalmente.

Consejo: Presta atención a las señales de tu propio cuerpo: ritmo cardíaco acelerado, respiración pesada y una corriente sin fin de pensamientos son solo algunos síntomas de que es el momento de dar un paso atrás, respirar profundamente y relajarse un poco. Permítete tomarte un descanso y relajarte.

6. Pon límites

¿Estoy realmente hambriento o simplemente aburrido? ¿Realmente necesito otro trozo de tarta o simplemente estaba tan bueno que quiero más? ¿Tengo sed porque no bebo suficiente agua durante todo el día? ¿Cómo me sentiré después de comerme una hamburguesa doble con queso en vez de una ensalada con pollo?

Consejo: Piensa antes de comer. Elige sabiamente. Ve más despacio. Mastica. Relájate. Come en la mesa. Da gracias por tu comida. Suelta el tenedor entre bocado y bocado. Respira.

7. Piensa en asuntos importantes

Las imágenes visuales y sonoras (ordenadores, televisión, mensajería instantánea, conversaciones), o solo las cosas materiales nos distraen constantemente de nosotros mismos y evitan que establezcamos conexiones profundas con nosotros mismos y con los demás.

Consejo: Disfruta al menos de una hora al día sin distracciones digitales. Lee, medita, haz ejercicio, respira, piensa. Todas estas prácticas te ayudarán a profundizar tu espiritualidad.

8. Siéntete mejor

Entiende cómo te sientes. ¿Estás cansado todo el tiempo? ¿Te sientes débil? ¿Necesitas mover el cuerpo? ¿Necesitas aire fresco, sol, verduras frescas, agua, un masaje? Es muy probable que si empiezas a hacer estas cosas hoy, pronto te sientas mucho mejor.

Consejo: Piensa en lo que quiere tu cuerpo ahora mismo. Por ejemplo: más agua, un bocadillo sano, dar un paseo rápido, acostarse más temprano, un poco de meditación, ejercicio, etc. Tómate en serio los deseos de tu propio cuerpo y empieza a darle lo que necesita.

9. Quiérete a ti mismo

Consejo: Dedícate tiempo a ti mismo. Haz algo que te haga sentir querido y cuidado, que te haga sentir bien. Sé paciente y amable contigo mismo. Respétate y quiérete a ti mismo.

En pocas palabras: nuestra mente y cuerpo responden a cada estímulo procedente del entorno exterior cada segundo de cada día. Creo que uno de los mejores regalos que podemos hacernos a nosotros mismos es cultivar y escuchar esta comunicación con el ser físico y espiritual.

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