Molestar a sus compañeros de trabajo, aunque nunca es una buena idea, es una cosa. Pero molestar a su jefe con hábitos pocos profesionales es algo totalmente diferente que podría costarle su trabajo. Para ayudarle a evitar los malos hábitos que más le pueden perjudicar, le pedimos a expertos que nos indicaran los comportamientos menos profesionales que podrían afectarle en el trabajo. Estos son 16 hábitos que podría estar haciendo mal y que puede que su jefe piense que no son adecuados para el trabajo:
1. Llegar tarde al trabajo
La puntualidad es fundamental. Lo profesional es llegar a tiempo y estar preparado para hacer lo que se espera.
2. Llegar 10 minutos tarde a todas las reuniones
Llegar tarde a las reuniones demuestra que ni respeta a sus compañeros de trabajo, que se presentaron a tiempo, ni al organizador de la reunión. Mantener a las personas en espera puede interpretarse como algo desconsiderado, grosero o arrogante.
3. Ser negativo todo el tiempo
Responder repetidamente a sugerencias con una actitud pesimista o contraria puede interpretarse como falta de cooperación. Frases como «Eso no va a funcionar», «Eso suena demasiado fuerte», o, «no sabría cómo empezar», deben evitarse. Del mismo modo, quejarse demasiado le hace quedar mal.
4. Ser vago
Ya sea que esté en su escritorio o en la sala de descanso, que le conozcan por ser un vago no es un cumplido. Cuando obstruye el fregadero de la cocina de la oficina y deja basura alrededor, ¿quién espera que lo limpie?
Dejar las cosas desordenadas demuestra falta de responsabilidad o consideración, arrogancia e inmadurez. Del mismo modo, el espacio de trabajo puede ser un reflejo de usted.
5. Jugar a las «20 Preguntas» con cada tarea
Puede que no haya preguntas tontas, pero sin duda hay preguntas molestas. Estos son los tipos de preguntas que demuestran que realmente no quiere hacer la tarea o que solo se quiere escucharse a sí mismo.
6. Estar en Facebook todo el tiempo
Estar en Facebook cada vez que su jefe está por los alrededores le hace quedar muy mal. Además, quejarse de su jefe y colegas mientras está en Facebook o que se le escape algo confidencial podría dejarle sin trabajo.
7. Falta de higiene y aseo personal
La higiene y su aspecto juegan un papel importante a la hora de dar buena imagen en el trabajo. La falta de higiene y ropa desaliñada le hacen parecer que no le importa nada y alejan a aquellos que están a su alrededor.
Su jefe puede preguntarse si su actitud a la hora de presentarse se extiende a su trabajo, y se puede tener en cuenta para una ascenso, cuando es el momento de reunirse con un cliente o para representar a la empresa en una conferencia, además de no tenerle en cuenta para las reuniones sociales.
8. Llamar diciendo que está enfermo cuando no lo está
Recuerde el dicho de que la mitad de la vida es hacer acto de presencia. No se ganará el ascenso si de vez en cuando se hace el enfermo.
9. Hablar de su divorcio (o de otros problemas personales)
En primer lugar, parecerá que no trabaja de forma activa si se pasa horas al día hablando de su ex. En segundo lugar, no quedará bien si en la oficina habla de problemas personales cuando se supone que una de sus habilidades debe ser la resolución de problemas. El lugar para revelar confidencias está fuera de la oficina.
10. Distraerse durante las reuniones
Hay una razón por la que es ilegal enviar mensajes de texto mientras conduce: es imposible concentrarse completamente en dos cosas a la vez.
Los mensajes de texto, navegar por la web en su ordenador portátil, mensajería instantánea, correo electrónico, hacer cualquiera de estas cosas durante una reunión demuestra a todo el mundo, en especial a su jefe, que no está prestando atención. Ellos saben que, aunque esté sentado en la silla, su mente está en otro lugar.
11. Lenguaje inadecuado
El uso de malas palabras o lenguaje cuestionable no es solo un mal hábito, sino que en la mayoría de los lugares de trabajo se sigue considerando poco profesional e incluso puede que le llamen la atención desde recursos humanos.
Utilizar malas palabras demuestra a los demás que no son capaces de tratar las cosas con calma, y que no es la persona más adecuada a la que recurrir en caso de problemas. Más de la mitad de los empleadores consideran el lenguaje vulgar una indicación de que un empleado no está preparado para ascender. Considere la posibilidad de aprender algunos nuevos adjetivos.
12. Hacer llamadas personales durante todo el día
Hablar o enviar mensajes de texto a amigos o familiares en horas de trabajo es poco profesional y podría estar en contra de la política de la empresa. Hacerlo durante un descanso está bien, pero se deben hacer fuera del lugar de trabajo o incluso en el lugar del almuerzo.
Nunca se sabe cuando su jefe puede aparecer para hablar con usted sin previo aviso. ¿Qué verá o escuchará? Si el tema de conversación es delicado, asegúrese de mantenerlo en privado. Un chisme interesante puede extenderse muy rápido.
13. Ser antipáticos
Tal vez el nuevo tipo que huele a sopa de cebolla no esté entre sus favoritos. Esa no es razón para huir de él cada vez que le pide ayuda para hacer una tarea. Tampoco debe hablar mal de él.
Lo mejor es actuar de forma amistosa con todos. Conocerá a más de un buen compañero y demostrará que tiene capacidad de gestión. Tenga cuidado para que cualquier crítica que realiza sobre el rendimiento de una persona sea constructiva. No mantener un discurso moderado le podría costar su trabajo.
14. Fumar
Debe evitar fumar por lo menos durante las horas de trabajo, sobre todo cuando su trabajo es de cara al cliente.
15. Ser chismoso
Hay una línea entre la curiosidad y el fisgoneo que no debe cruzar. La curiosidad es cuando se pregunta por el nuevo empleado. Sin embargo, el fisgoneo es cuando se mira en los archivos del jefe para ver lo que ganan los demás.
16. Asaltar el armario de suministros
Llevarse a casa un bloc de papel y bolígrafos si va a estar trabajando desde casa todo el fin de semana es algo aceptable. Pero cuando atraca el armario de suministros para llevarse papel, cuadernos y carpetas, es como robarle dinero a la compañía.
Pregúntese si realmente lo está utilizando para el trabajo. Si no es así, no se los lleve. La misma regla se aplica para el uso del teléfono para hacer llamadas personales de larga distancia y el uso de la máquina Xerox para hacer copias de su gran novela americana.