10 señales que indican que realmente eres un líder

Analiza cada uno de estos aspectos - es posible que seas un líder y no lo sepas.

A menudo, creemos que para ser un líder necesitas nacer siéndolo, sentirte atraído por el liderazgo o tener una posición de líder. Pensamos en el liderazgo como un título que tiene que merecerse o ganarse.

Pero los líderes rara vez, o casi nunca, nacen. Si tuviésemos que identificar un factor que crea líderes, probablemente sea una combinación de circunstancia y perseverancia. Muchos, muchos líderes caminan entre nosotros – en todo tipo de personas, lugares y posiciones. Algunos de los grandes líderes que conocerás alguna vez ni siquiera sean conscientes de su propio liderazgo.

Aquí encontrarás 10 señales que indican que puedes ser uno de ellos:

Si atraes a la gente porque aceptas las opiniones de otros, eres un líder.

Si te encuentras aconsejando a tus compañeros y tus amigos te piden consejo – si la gente parece buscar y valorar lo que dices – entonces tu empatía es fuerte para aquellos que te rodean. Si ayudas con frecuencia a los que te rodean a atravesar sus momentos difíciles, eres un líder.

Si la gente confía en ti, se deduce que tiene confianza en ti y creen en tus promesas. Si te haces responsable y demuestras día tras día el tipo de responsabilidad que lleva a los otros en confiar en ti, eres un líder.

Ser capaz de escuchar a otros, hacer que la gente te hable francamente sin preocuparse por a quién se lo dirás o cómo podrías utilizar esa información contra ellos, son signos de liderazgo fuerte – sin olvidar ser una buena persona. Si entiendes que escuchar es más importante que hablar, y si la gente sabe que puede confiar en ti, eres un líder.

La forma más poderosa de liderazgo no es la persuasión, ni el argumento ni la fuerza, sino el ejemplo. Sean momentos buenos o malos, la gente se da cuenta de quién está presente, de quién es eficaz y de quién está trabajando duro sin distracción. Cuando esa persona eres tú, otros lógicamente te siguen – y eres un líder.

Como dijo Aristóteles, somos lo que hacemos repetidamente y, por tanto la excelencia no es un acto, sino un hábito. Cuando estás acostumbrado a defender la excelencia y te haces a ti mismo y a los que te rodean responsable de la calidad, estás diciéndoles a los demás que actúas en lugar de hablar, que muestras en lugar de decir, que cumples en lugar de prometer. Si no pones excusas o culpas a otros, sino que luchas por la excelencia, eres un líder.

La gente positiva y optimista hace feliz a las personas que les rodean. Un punto de vista positivo no hace que no veas los problemas, sino que te permite buscar algo bueno en cada situación y saber que al final todo irá bien. Este es el tipo de espíritu que mantiene a la gente motivada y extiende el optimismo, y eso quiere decir que eres un líder.

El conocimiento puede darte poder, la inteligencia puede darte ventaja, pero cuando das respeto siempre recibes respeto a cambio. Si buscas el bien para todos los que conoces y los respetas por quienes son, es probable que te tengan en alta estima y que seas un líder.

Si pasas tiempo apoyando, guiando y compartiendo tu conocimiento con los que te rodean, dándoles la oportunidad de tener éxito y, si te preocupas por su bienestar y haces todo lo que puedes para ayudarles a alcanzar el éxito, eres un líder.

La mayoría de las personas siempre están observándose los unos a los otros, buscando ejemplo sobre cómo comportarse. Ser seguro significa moverse con seguridad, ser apasionado sobre lo que se cree y no dejar que nada se interponga en el camino. Si trabajas constantemente por una causa con visión y seguridad, eres un líder.

¿No consigues ver algo importante en ti? Compárate con estas características, es posible que seas un líder y no lo sepas.