El Currículum Vítae está perdiendo protagonismo frente a otros métodos a la hora de encontrar empleo, pero sigue siendo una herramienta fundamental. Es la carta de presentación, la primera impresión, la llamada a la puerta, los primeros detalles que valorarán del aspirante. Es necesario ser efectivo, serio, que resalte, sin estridencias, y que ponga las cosas fáciles al reclutador.
Debe focalizar la experiencia, estudios, así como habilidades transversales, pero solo las que aporten valor. Y deben argumentarse. Un perfil académico y humano que marque la diferencia. Y es bueno cuidar la calidad de la impresión.
Existen varios modelos de CV, los más usados son: el cronológico (agrupa la historia laboral por fechas y comenzando por la más reciente) y el funcional (muestra los logros y habilidades sin información detallada del cuando y el donde, agrupando la experiencia por categorías). En función de si la persona ha estado más tiempo en el paro o transitando por trabajos distintos puede ser más efectivo uno u otro. Ambos tipos deben ser legibles, claros, ordenados en la información, que ayude a transmitir los aspectos que interesan al reclutador.
La información tiene que ser lo más completa posible, pero huyendo de listados eternos. Prima lo imprescindible sobre lo superfluo. Todos los elementos clave de la trayectoria del aspirante aparecerán sin repetirse los datos. La experiencia laboral estará en primer plano, con el nombre del puesto, la empresa, el periodo y una breve descripción de las funciones desempeñadas.
Según los expertos, nunca debe superar las dos hojas. No hay que olvidar los datos personales, incluido el mail de contacto. El formato clásico puede ser de ayuda, excepto en los puestos creativos. Es también muy importante no mentir.
En cuanto a la foto, es mejor una fotografía bien iluminada, de frente, solo, plano medio, gesto amable, que transmita profesionalidad. Si el aspirante cuenta con página web o blog debe incluirlo en el CV, ya que los seleccionadores contrastan en internet. El diseño del CV no debe descuidarse. Ayudará tanto en su presentación estética como en la organización de los contenidos.
Existen plantillas editables que pueden ser de ayuda. La tipografía: clara y limpia. Se recomienda no usar muchos colores. Existen distintos formatos (PDF, online, currículum europeo, vídeo). El videocurrículum ayuda a destacar y diferenciarse. No obstante, tiene complejidad técnica, debe estar bien realizado y que se incluyan todos los datos. Permite ir más allá de las posibilidades que ofrece el tradicional: los empleadores pueden oír, ver, y valorar cualidades claves como la comunicación. Por último, es necesario advertir que debe llegar a la persona correcta ya sea por mail o en mano. Obtén información de las necesidades de la empresa y el lugar al que entregarlo.
Claves para tener un buen currículum
- Seriedad. No uses emoticonos o emojis, o elementos gráficos y de expresión que resten profesionalidad.
- Ayúdate de negritas, subrayados, enumeraciones, usa el blanco de la página, para que pueda transmitirse la información con rapidez.
- La correcta ortografía, sintaxis, gramática y signos de puntuación son fundamentales.
- Busca ser breve, conciso y claro. Es el arte de la síntesis. Usa frases cortas. No utilices el pronombre yo, sino la tercera persona del singular.
- El lenguaje debe ser sencillo y sobrio, y que puedan entenderlo incluso personas no expertas en tu materia.
- Puedes usar palabras clave de tu perfil profesional o sector que realcen tus habilidades. Destaca las que mejor encajen en la empresa a la que te diriges. Puedes tener varios CV con este propósito.