22 formas en las que tu oficina está acabando con tu salud

Tu salud física y mental puede estar viéndose amenazada por cualquier cosa - desde la impresora hasta tu jefe.

El estrés, las largas horas, y la naturaleza sedentaria de tu trabajo en la oficina te están quitando años de vida — literalmente.

Y no son solo los ajustados plazos, los donuts que se comen por estrés, o los estornudos de los compañeros de trabajo los que te están afectando. Incluso tu teclado te está haciendo daño.

Desde la impresora a tu supervisor, los peligros que se presentan en una oficina típica pueden tener efectos reales tanto en tu bienestar físico como en tu salud mental.

Estar sentado durante largos periodos es terrible para tu cuerpo. Los dolores y molestias son el menor de tus problemas — estar mucho tiempo sentado puede llevar a una muerte temprana. Te enfrentas a un riesgo mayor de sufrir trastornos musculoesqueléticos, obesidad, diabetes, cáncer, enfermedades cardíacas y más, aunque hagas ejercicios de forma regular.

Si tu trabajo requiere que estés sentado durante casi todo el día, lo mejor es tener un asiento que te permita enderezar tu mala postura. Si no lo haces, estás “contribuyendo a tener dolencias crónicas a largo plazo — incluyendo artritis y bursitis”.

¿Estás siempre con prisas y no tienes tiempo para tomarte la comida más importe del día? Hacer esto constantemente pondrá tu cuerpo en un estado constante de estrés y afectará a tu metabolismo.

Las personas que no desayunan tienen un riesgo mayor de sufrir hipertensión, tener sobrepeso, así como enfermedades cardíacas en comparación con aquellas que normalmente comen en las dos horas siguientes de haberse levantado.

La mayoría de los que trabajan en un oficina salen a comer un almuerzo poco saludable de vez en cuando — algunos más que otros — pero incluso las gratificaciones ocasionales tienen efectos negativos.

Una ración de comida rápida normalmente tiene en torno al doble de calorías que otra comida parecida del mismo tamaño, y tiene mucha grasa oxidada, lo cual aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

Viajar más de 10 minutos en coche puede provocar un aumento del colesterol por niveles altos de azúcar en la sangre. También puede aumentar el riesgo de depresión, ansiedad, y tristeza en general.

Sin embargo, el transporte público tampoco es nada fácil. Un estudio del Reino Unido descubrió que las personas que se desplazan durante 30 minutos en autobús tienen los niveles más bajos de satisfacción en la vida. Ni siquiera los ciclistas eran inmunes a los efectos nocivos de los viajes de larga distancia.

Para hacer que los trabajadores sientan entusiasmo por la misión de la empresa, es posible que los gerentes organicen ejercicios de creación de equipos y reuniones motivacionales.

Pero los estudios han demostrado que forzar a la gente a sentirse positivas por algo de lo que no están seguras, puede en realidad “poner de relieve lo infelices que son”, y a la larga, les hará sentirse aún más deprimidas.

Es conocido como “Síndrome del Edificio Enfermo”. El aire dentro de un edificio puede ser hasta 100 veces más sucio que el de fuera, y estás expuesto a una serie de gases y químicos dañinos.

Hay agentes contaminantes en el aire acondicionado, partículas tóxicas, bacterias peligrosas y moho, todos volando por ahí, especialmente en edificios que no se cuidan bien.

Las fotocopiadoras son una fuente de ozono potencialmente mortal si el filtro no se cambia periódicamente, y es posible que incluso cantidades muy pequeñas puedan causar dolor en el pecho e irritación.

Las impresoras láser también hacen esto, y además liberan partículas de tóner que pueden entrar en tus pulmones y torrente sanguíneo, lo que podría provocar enfermedades pulmonares y otras dolencias.

Si trabajas con el portátil en tu regazo en lugar de una mesa de trabajo, puedes experimentar problemas cutáneos debido al calor, y hay noticias aún más preocupantes para los hombres.

Investigadores de la Universidad Estatal de Nueva York han descubierto que los ordenadores portátiles pueden subir la temperatura del escroto, lo que podría reducir el recuento de espermatozoides de un hombre.

Investigadores europeos han descubierto que las personas que trabajan 10 horas o más cada día tienen un riesgo un 60% mayor de tener innumerables problemas cardiovasculares, incluidos ataque al corazón y angina.

Un estudio sueco citado por el Washington Post descubrió que el estrés crónico de un mal jefe estaba relacionado con un riesgo elevado de enfermedad cardíaca — y mientras más trabajes para esa persona, más parece empeorar el problema.

Eso es solo el comienzo. Otros estudios han revelado que trabajar para un jefe injusto puede que contribuya a un sinfín de otras afecciones, que incluyen depresión, problemas de sueño, hipertensión y sobrepeso.

Los que trabajan sobre todo por las noches — como los programadores — tiene un riesgo mayor de padecer diabetes tipo 2, cáncer y enfermedades del corazón.

Según las pruebas realizadas por investigadores de Harvard en 2009, las personas que se despertaban más tarde durante el día, mostraban una disminución de la leptina, una hormona responsable de saciar el apetito, y un aumento del cortisol, la hormona relacionada con el estrés.

A pesar de que las pantallas de ordenador no emiten radiación, el esfuerzo de mirarlas fijamente durante largos períodos de tiempo puede causarle daños a tu visión, aunque muchos efectos son temporales. Más allá de eso, también puedes experimentar dolores de cabeza y migrañas.

La luz artificial no se limita a darle a tu piel un tono verdoso poco favorecedor — también trastoca tu reloj interno, dejándote somnoliento y haciéndote sedentario.

Un estudio en el "Journal of Clinical Sleep Medicine" descubrió que los empleados que no estaban expuestos a la luz natural en el trabajo dormían un promedio de 46 minutos menos por noche que sus compañeros con ventanas — y el sueño que tenían era menos tranquilo.

Los microbiólogos han descubierto que los teclados pueden incluso tener hasta cinco veces más bacterias que un cuarto de baño, y pueden incluir algunas peligrosas tales como E. coli y coliformes — ambas comúnmente asociadas con la intoxicación alimenticia — junto con el estafilococo, que causa una variedad de infecciones.

Tu teclado no es la única granja de bacterias de la oficina. Los grifos y pomos de las puertas, los tiradores, los botones de las impresoras y el ascensor, apretones de manos, y demás, son todos puntos de acceso para las bacterias. Los microbios están por todas partes, y algunos incluso pueden matarte.

Teclear de forma excesiva es una causa muy conocida del síndrome del túnel carpiano (STC), que consiste en una dolorosa presión en la muñeca que puede llegar al brazo. El STC puede empeorar lo suficiente como para causar daños permanentes en los nervios y pérdida de masa muscular.

Un estudio danés descubrió que a medida que el número de personas que trabajaban en una sala aumentaba, también lo hacía el número relativo de los días por enfermedad — y las personas que trabajaban en oficinas totalmente abiertas estaban ausentes un 62% más que sus compañeros en oficinas cerradas.

Te estresas cuando tienes que cumplir con un plazo estricto, lo cual puede afectar a tu aprendizaje y memoria según la web Science Daily. Este tipo de estrés a corto plazo puede ser tan malo como el estrés que dura semanas o meses.

Las lesiones por esfuerzo repetitivo de extremidades superiores ocurren cuando los tendones se tensan más de lo debido durante mucho tiempo, lo que puede deberse a la repetición de un movimiento, una posición incómoda continua o una presión prolongada contra una superficie dura.

La gente que usa mucho sus smartphones para enviar mensajes o correos electrónicos son propensos a padecer fatiga muscular, y síndrome de Quervain, también conocido como el pulgar de smartphone, un tipo de lesión por esfuerzo repetitivo.

Los efectos pueden empeorar tanto que el dolor podría llegar hasta la muñeca, y también puede ser muy debilitante para las manos.

Esos zapatos de tacón que llevas puestos puede que hagan que te sientas alta y segura de ti misma, pero también están dañando tu cuerpo de manera sorprendente.

El uso de zapatos incómodos puede provocar lesiones en la columna, espasmos musculares, e incluso dolores de cabeza y migrañas crónicas. Además, cuanto más dolor sientas, más probable es que te sientes durante periodos más largos de tiempo, lo que lleva a una serie de problemas de salud en sí mismo.