17 tipos de compañeros de trabajo molestos
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A continuación encontrarás los 17 tipos de compañeros de trabajo a los que definitivamente no puedes soportar y cómo hacerle frente a cada uno de ellos:

1. Los charlatanes

Las llamadas de la oficina y las personales (especialmente de familiares), los tonos de llamada, la música y los ruidos repetitivos pueden volver fácilmente loco a cualquiera.

Trata de acercarte a la persona que hace el ruido en privado, siendo lo más diplomático posible. Además, puedes protegerte del ruido de otras formas, como llevando auriculares o poniendo un cartel de "zona tranquila" si es necesario.

2. Los cotillas

A algunos empleados les encanta ser conocidos como los cotillas de la oficina, ya que tienen la idea de que la "información es poder". Evita de forma educada hablar de los rumores, diciendo que tienes trabajo que hacer.

Si te ves sin saber qué decir, da respuestas neutras, como, 'Intento no involucrarme en esas cosas'.

3. Los que hacen mucho ruido al masticar, sorber y toser

La lista de compañeros molestos no acaba ahí. También están los que estornudan y se aclaran la garganta, entre otros muchos más.

Habla con tu compañero de trabajo en privado. Trata de preguntarle si se siente bien - que es un gesto amable, pero también una manera de insinuarle que los sonidos que está haciendo son molestos.

4. Los ruidosos

Una forma de distraerte es verte atrapado por el ritmo cada vez más rápido que los aspirantes a percusionistas hacen con sus bolígrafos o por el ruido que hacen los que dan golpecitos con el pie y los que cierran de golpe los cajones.

Utilice la diplomacia y sea directo - y asegúrate de que has analizado todos tus hábitos antes de acercarte al responsable del ruido.

5. Los reyes de las palabrotas

Después de una llamada telefónica o un correo electrónico malo que recibe tu compañero, te echas a temblar porque sabes que las palabrotas están en camino.

Hazle saber de manera diplomática a tu compañero que eres consciente de que las cosas pueden ser muy estresantes, pero la distracción puede empeorar las cosas.

6. Los que les molestan otros hábitos alimenticios

"Algunos alimentos, como el pescado o el ajo, pueden alterar tu sistema olfativo", dice Taylor.

Recuerda que las diferencias culturales pueden implicar diferentes tipos de cocina, hábitos alimentarios, códigos sobre la indumentaria, etc. Pero cuando es casi imposible terminar el trabajo, es el momento de hablar.

7. Los desordenados

Estos compañeros parecen no darse cuenta del hecho de que sus chaquetas están casi encima de tu codo o que sus botas son un peligro en el pasillo. Siempre puedes probar con acercamiento más sutil primero:

"Uy, casi me tropiezo con sus zapatos! o "no quiero derramar nada sobre tu chaqueta". Si eso no funciona, probablemente tendrás que ser más directo.

8. Los que huelen mal

El mal aliento o la mala higiene de una persona que esté cerca de ti pueden hacer que cumplas tu sueño de llegar al trabajo con una máscara de gas.

Este es un tema muy delicado, por lo que puede que sea necesario hablar en una reunión de trabajo sobre los hábitos de trabajo respetuosos. Mira a ver si el responsable de recursos humanos te puede ayudar.

Siempre puedes ofrecerle, de forma educada, a tu compañero un caramelo o un chicle. Tal vez así entiendan la indirecta.

9. Los obsesionados con la temperatura

Si tienes que utilizar tu propio calentador o ventilador debido a la obsesión de tu compañero con las temperaturas de la oficina, habla. Es probable que tenga otras víctimas congeladas o acaloradas en la oficina.

Intenta establecer unas reglas básicas comunes como equipo y evita pasar por encima de tu compañero para resolverlo.

10. Los mandones

Los compañeros de trabajo mandones son muy comunes. No les hagas caso, dile que estás ocupado con tacto y no caigas en la provocación.

Si las cosas se vuelven insostenibles, considera tratar el asunto con tu jefe o el encargado de recursos humanos.

11. Los pesados

Como un niño pequeño, necesitan una atención constante. Te puedes sentir como si te hubieran designado de manera involuntaria ser su nuevo mejor amigo.

Por lo general, el lenguaje corporal suele transmitir un mensaje, pero si no es así, hazles saber de manera educada que tienes una tarea urgente.

12. Los quejicas

Los quejicas pueden hacerte sentir como si estuvieras viajando por el escenario de una famosa canción del oeste sobre el amor o proyectos perdidos. Pero eso no debería afectar tu determinación a la hora de establecer límites.

El refuerzo negativo puede venir de muchas formas. Comenzando con el enfoque positivo, intenta esto: "Bueno, mira el lado positivo. XYZ podría suceder". No es tu trabajo animar a tus compañeros de trabajo, pero si esta dinámica se va de las manos, puede que tengas que ser más directo sobre lo que necesitas para mantenerte optimista.

13. Los peliculeros

Cada ocurrencia de la oficina es un desastre - un guión listo para ser escrito.

Probablemente quieran arrastrarte a la última catástrofe, pero aparte de hacerles entrar en razón, es mejor que dediques un momento a explicarles que necesitas cumplir con un plazo o hacer una llamada. Siempre puedes excusarte y/o escaparte a la sala de descanso.

14. Los sabelotodo

Te darán ganas de poner los ojos en blanco, pero lo que sabelotodo quieren es llamar la atención, ¡así que no caigas en la tentación! Si no los escuchas, lo intentarán con la próxima víctima, y te dejarán tranquilo. Recuerda que no debes tomarte a pecho su comportamiento.

15. Los vagos

Estas son las personas que hacen lo justo para salir adelante. No les importan los plazos de entrega, tienen muy poca motivación, y ponen el mínimo esfuerzo en su trabajo.

Lo peor es que trabajar con un compañero perezoso puede hacer tu vida más difícil, sobre todo si estás en el mismo equipo que esta persona para un proyecto o si tienes que trabajar directamente con ellos regularmente.

Invita a esta persona a comer y pregúntale si realmente disfruta de su trabajo. Intenta llegar al fondo de las cosas. Sin insultarlos, menciona que has notado una falta de entusiasmo por su parte. Explícales cómo el hecho de no cumplir con los plazos o completar todas sus tareas te afecta, tanto a ti, como a otros en la oficina. Si nada cambia, habla con tu jefe.

16. Los pelotas

En este caso, la conversación no está siempre dirigida a ti, pero el barómetro de adulación puede hacer que te hierva la sangre, si está al alcance de tu oído.

Aquí es donde el lenguaje corporal puede ir muy lejos. Puedes intentar darte la vuelta educadamente como si hubiera una distracción, indicando que estás intentando trabajar

17. Los aguafiestas

Las personas eternamente taciturnas y negativas pueden contagiarle su pena a toda la oficina a la velocidad de la luz. Mantente alejado y no caigas presa de convertirte en el felpudo de la oficina.

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