Kristen Parisi, una chica en silla de ruedas comparte sus experiencias personales y da consejos para aquellas personas que salen con alguien que tiene una discapacidad.
Nunca he tenido claro si soy una romántica empedernida o una cínica. Estoy en silla de ruedas desde que tenía 5 años, como consecuencia de una colisión frontal en la carretera, y de manera inconsciente solía levantar muros por ello.
Ha habido momentos en mi vida en los que he temido que nadie quisiera salir nunca con una persona en mi situación. Es un constante tira y afloja entre la confianza en mis instintos y la incertidumbre.
Con los años, he aprendido mucho acerca de cómo moverme en mi silla de ruedas y cómo tener una vida normal y relaciones normales.
Sin embargo, lo que es más interesante es cómo los demás ven y tratan a las personas con discapacidad. Gran parte de esto proviene de la ignorancia, aunque algunas personas intentan demostrar que no tienen problema con mi discapacidad, por lo que sienten la necesidad de gritarlo.
La mayoría de las personas tienen buenas intenciones, pero simplemente no saben qué hacer. Por eso, aquí algunas de las cosas más importantes que necesitas saber si alguna vez sales con alguien que tiene una discapacidad.
1. Las malas frases para ligar no te funcionarán
Definitivamente, no pruebes frases como "¿Me puedes llevar?" "¿Quieres echar una carrera?" y "Si bebes, no conduzcas." De verdad, no es una buena idea. Me han dicho estas frases más de cien veces en los últimos años, y solo ha funcionado, realmente, una vez. En ese caso, no fue la frase, sino el hecho de que el chico era... súper guapo.
Y por cierto: Créeme cuando te digo que no todas las personas discapacitadas se conocen entre ellas. Varios hombres se han acercado a mí en bares y han intentado entablar una conversación conmigo diciendo: "Oye, mi amigo Dave está en silla de ruedas. Tal vez, ¿lo conoces?" Lo más probable es que responda, "pues no, no conozco a Dave". Te puedo asegurar que no hay un club secreto en el que todos pasamos el tiempo y que esta no es una buena manera de causar buena impresión.
Honestamente, las mujeres y los hombres que están en sillas de ruedas preferirían que les dijesen las mismas frases malas para ligar que a alguien que no va en silla de ruedas. Acercarse a una mujer y decirle "Hola, preciosa," puede que sea cursi, pero al menos podría sacarte una sonrisa.
2. Si estás sorprendido por mi silla de ruedas, por favor responde con tacto
Probé suerte en el mundo de las citas online por un tiempo, dejando de lado a veces el hecho de que estoy en una silla de ruedas hasta que la conversación iba a más. Para mí, esto no debería influir en el nivel de atractivo, pero los chicos con los que hablaba solían responden de manera ofensiva.
Es totalmente comprensible sorprenderse, pero es mejor mostrarse respetuoso o explicar lo que piensas. Responder con un "¿No deberías salir con alguien que esté también en silla de ruedas?" no solo es hiriente, sino también mezquino e ignorante.
3. Supongamos que puedo hacer cualquier cosa, hasta que te diga lo contrario
Esto puede ser un poco complicado, ya que normalmente se trata de algo que realmente preocupa. Algunos de mis novios me han dejado al margen de planes como ir a esquiar o pasar unos días en la playa, o constantemente asumían que necesitaba ayuda porque pensaban que esas actividades serían demasiado difíciles para mí.
Es mejor preguntar primero y dejarme que te diga lo que puedo o no puedo hacer, que nunca preguntar (o excluirme).
A día de hoy, el hombre que más me ha enseñado me dijo: "Chica, si yo hubiese pensado que necesitabas ayuda, no estaría contigo en este momento". Eso no significa que fuese malo, sino todo lo contrario – asumía siempre que podía hacer cualquier cosa y me encantaba saber que alguien tenía fe en mí.
4. Los desconocidos siempre se quedan mirando y no pasa nada si eso te molesta
Una noche, mientras salía en Las Vegas con mi novio, casi todo el mundo que caminaba por allí se nos quedaba mirando sin parar. La relación era bastante reciente y estaba claro que él no estaba acostumbrado a las miradas de los desconocidos.
Mi corazón se rompió cuando me preguntó: "¿No te molesta cuando la gente se te queda mirando?" Que la gente me observe ha llegado a ser algo tan habitual para mí que normalmente no me doy cuenta de ello, hasta que eso le afecta a la persona con la que estoy. Es una experiencia extraña al principio, pero con el tiempo aprendes a ignorarla.
5. Probablemente deberías responder de manera inteligente
La mayoría de las veces soy demasiado educado por mi propio bien y cuando los desconocidos se acercan a mí y a mi pareja, suelo callarme o sonreír amablemente. Ellos piensan que tienen el derecho de preguntar si podemos tener hijos o asumir que mi novio es mi cuidador.
En una ocasión, estaba saliendo de mi coche en un festival de cerveza y varios desconocidos le gritaron a mi novio porque no me estaba ayudando. Él les contestó que él necesitaba más ayuda que la que yo necesitaría. Y una vez en un restaurante, cuando estaba en la universidad, una camarera se dirigió solo a mi novio hasta que él dijo que yo podía hablar por mí misma.
La capacidad de responder de forma rápida e ingeniosa en situaciones como esas es esencial - es una gran manera de demostrarle a los demás que te sientes cómodo y que la situación es totalmente normal.
6. Haz todas y cada una de las preguntas que quieras
Cualquier relación fracasa cuando no hay una comunicación abierta, pero eso es incluso más importante cuando estás saliendo con alguien que tiene una discapacidad. Ya sea si se trata de comprender la naturaleza de la discapacidad, expresar preocupaciones o preguntar cómo van las cosas en la intimidad, pregunta sin miedo.
Durante una conversación con un ex novio, mencioné el accidente de coche de pasada y él me miró completamente confundido. Nos estábamos conociendo desde hace tres años, pero él no sabía por qué estaba en silla de ruedas porque había tenido miedo de preguntarme.
Solo pregunta. Haz todas las preguntas que quieras, incluso si piensas que son absurdas. Las respuestas puede que te sorprendan y probablemente serán la diferencia entre tener una relación estupenda y una malísima.
7. Sí, puedes jugar con la silla de ruedas. Y si eso no funciona, dejala
No hay nada más sexy que una persona que no le importa en absoluto la silla de ruedas porque solo se centra en la persona. Una noche de viernes aburrida puede convertirse de manera instantánea en una fiesta con una botella de vino, una silla de ruedas libre y un cronómetro.
Normalmente soy reacia a bailar porque pienso que la silla de ruedas estorba y puede parecer completamente estúpido, pero en una boda hace unos años, el misterioso doble de Zach Galifianakis cambio mi actitud.
Este chico en particular no tuvo reparos con la silla, bajándome y dándome vueltas hasta que los dos estábamos un poco mareados. Además, no se pensó prescindir de la silla por completo siempre que fuese posible. ¿Tres tramos de escaleras? No hay problema, sube a la chica a hombros (aunque sin duda deberías preguntar primero).
8. Las sillas de ruedas tienen ventajas
En parte digo esto en broma, pero bueno, seamos honestos – no hay mal que por bien no venga. Y en este caso, salir con una persona en silla de ruedas tiene ventajas inesperadas. Te puedo asegurar, este es el único caso en el que puedes entrar en el baño de un avión con alguien y en el que pensarán, Oh, solo está ayudándola.
También consigues mejores plazas de aparcamiento, tiempos de espera cortos en los parques de atracciones, asientos grandes en los partidos de fútbol por poco dinero y un trato preferente en todo el mundo. Definitivamente no recomiendo salir con alguien que esté en silla de ruedas solo por las ventajas, pero éstas ayudan a compensar algunas de las cosas más duras.
9. El amor es amor y una persona es una persona, no importa las condiciones en las que estén
Esta es una de las cosas más importantes. Todos tenemos alguna carga; solo que una persona con una discapacidad física tiene un carga que no puede ocultar. Así que no dejes que la silla de ruedas, una prótesis u otra cosa, te impida tratar de estar con alguien que te parece interesante.
Todos estos consejos y percepciones no importan a no ser que seas una persona que se preocupe y respete de verdad a las demás. Ni una silla ni ninguna otra cosa deberían disminuir el nivel de amor y respeto que tienes por alguien.
Así que os dejo con unas palabras, que no son mías, pero que todo el mundo merece oír en algún momento:
"No me importa la silla o cualquier otra cosa. Solo sé que eres increíble y quiero que todos sepan que estoy contigo".