Mucha gente lo desea más que cualquier otra cosa. Y son capaces de sacrificarlo todo para tenerlo – que a menudo suele ser el precio que hay que pagar. Pero el éxito es mucho más difícil de afrontar que el fracaso.
Mantener el éxito e ir más allá es casi imposible para la mayoría de la gente. Así Greg McKeown, autor de Esencialismo, se pregunta "¿Por qué las personas y las organizaciones de éxito pasan automáticamente a tener más éxito?"
Su respuesta es sucinta: El éxito es un catalizador para el fracaso.
Ser invisible es fácil. Cuando cometes errores, eres el único que se da cuenta. Incluso ser el más débil es fácil. Si fallas, te justificas por haber fallado.
Pero cuando la atención se centra en ti, todo el mundo está esperando que fracases. La presión externa a menudo se vuelve insoportable, afectando a los valores y la visión que te permitieron alcanzar el éxito en un primer momento.
Es por eso por lo que el éxito suele ser una experiencia de corta duración. La gente viene y va. Muy pocos mantienen el éxito durante mucho tiempo. Por ejemplo, solo ocho equipos de la NFL de EE. UU. han ganado la Super Bowl de forma consecutiva. Como entrenador de los San Francisco 49ers, Bill Walsh ha dicho: "Lo más difícil que he tenido que hacer ha sido que mi equipo supere la enfermedad del éxito". Ganar una primer Super Bowl, según Walsh, es mucho más fácil que ganar una segunda o tercera.
Esto es cierto en todos los ámbitos de la vida. Si tienes éxito en los negocios, las cosas no se hacen más fáciles, sino al contrario.
El éxito es mucho más difícil de afrontar que el fracaso
"Casi todos los hombres pueden soportar la adversidad, pero si quieres probar el carácter de un hombre, dale poder." - Abraham Lincoln
Para la mayoría de la gente, el privilegio es un veneno.
Una vez que tengas éxito, o ciertos privilegios (por ejemplo, tiempo, dinero, fama, éxito), pasa una de estas dos cosas:
Tu atención se desplaza de la causa de tu éxito a sus efectos. En lugar de seguir mejorando, te dedicas a disfrutar de los beneficios de tu éxito anterior, lo que inevitablemente afecta a tu rendimiento futuro.
O, sientes una mayor presión interna para seguir teniendo éxito. Muchas personas no son capaces de soportar este nivel de presión y acaban alejándose del éxito demasiado pronto. Sin embargo, esta escalada de presión interna es lo que impide que una persona sea consumida por el ruido externo (por ejemplo, la distracción) que acompaña al éxito. Tal y como Robert Horry, exjugador de la NBA, ha dicho: "La presión puede reventar una tubería o fabricar un diamante".
Es la presión interna y no la externa la que te lleva al éxito. La presión es lo que te hace avanzar.
De tener éxito a tener mucho éxito
"El éxito es algo que tú atraes por la persona en la que te conviertes". - Jim Rohn
Si el "éxito" es tu objetivo principal, es probable que no lo alcances. Perseguir el éxito es como perseguir la felicidad. No puedes perseguirlo directamente. Tanto el éxito como la felicidad se deducen a partir de algo mucho más fundamental - lo que eres.
El éxito es el resultado de la coherencia de tu visión y tus valores. Aunque es algo difícil cuando ya has alcanzado el éxito, debes ser coherente con tu visión y tus valores si quieres subir un nivel más.
Si eres fiel a tu valores seguirás mejorando, lo que te llevará a tener incluso más éxito.
Debes decir que "no" a todas las distracciones con las que te encuentres, no importa lo tentadoras que sean.
No debes dejar que tu ego te controle, no debes olvidar quién eres realmente. No debes abandonar tus valores ni a las personas más importantes de tu vida.
El éxito es una clasificación más. Es el juego al que juega la mayoría de la gente. Y por lo general, es un juego perdido.
Algo mucho más importante y con menos competencia es tener mucho éxito y mantenerlo.