El hombre que creó una de las empresas de antivirus más importantes hasta el momento, fue juzgado, estuvo en la cárcel e incluso ha querido participar en la carrera presidencial.
John McAfee es un enigma.
Creó una de las mayores compañías de antivirus hasta la fecha, y sin embargo es lo que ocurrió tras este capítulo de su vida lo que lo convirtió en una leyenda.
McAfee vivió una vez en Belice y al parecer fue detenido por posesión de drogas, y otras actividades ilegales.
Desde entonces, ha intentado presentarse para presidente, ha fundado su propio partido político, y recientemente fue nombrado presidente y jefe ejecutivo de una misteriosa empresa nueva.
Echemos un vistazo a la historia de este hombre: quién fue una vez, en qué se convirtió, y dónde está ahora.
Confía en nosotros – no es un viaje aburrido.
John McAfee nació en el Reino Unido a mediados de la década de 1940. Sus padres se trasladaron a Roanoke, Virginia, cuando era joven.
Los primeros años de su vida fueron probablemente difíciles para el joven. Su padre, que trabajaba como topógrafo en la construcción de carreteras, era alcohólico. Cuando McAfee tenía 15 años, su padre se suicidó, un hecho con el que McAfee dice despertarse todos los días.
McAfee fue a Roanoke College, donde también empezó a beber. Pero el joven John era un empresario sagaz a una edad temprana. Su primer negocio consistió en vender revistas de puerta en puerta, con lo que hizo una pequeña fortuna.
Comenzó a trabajar en una empresa que codificaba sistemas de tarjetas perforadas a finales de la década de los 60. Esto le enseñó los fundamentos de la computación. Con esta información, consiguió un trabajo en la empresa ferroviaria Missouri Pacific Railroad, donde ayudó a la compañía a utilizar un entonces novedoso sistema informático IBM para elaborar los horarios de trenes.
Mientras estaba en Missouri Pacific Railroad, empezó a manejar drogas duras. Iba a trabajar muchos días bajo la influencia del LSD. Un día le vendieron una bolsa con psicodélica conocida como DMT. Según la revista Wired, McAfee esnifó una raya de la droga, no sintió nada, y luego decidió hacerlo con todo el paquete. Entonces se desató el caos. Se asustó, salió corriendo y se escondió detrás de un cubo de basura.
Esto es lo que Wired describe: “La gente le hacía preguntas, pero él no entendía lo que decían. El ordenador sacaba los horarios de trenes, uno tras otro; y él no podía entender nada. Terminó detrás de un cubo de basura en el centro de St. Louis, oyendo voces y esperando desesperadamente que nadie lo mirara. Nunca regresó a Missouri Pacific. Una parte de él cree que todavía está en ese viaje, que todo lo que ha ocurrido desde entonces ha sido una alucinación gigante y que un día saldrá de eso y se encontrará de nuevo en su sofá en St. Louis, escuchando Dark Side of the Moon de Pink Floyd”.
McAfee se trasladó a Silicon Valley en la década de 1970. Ocupó numerosos puestos de trabajo en diversas empresas de tecnología (incluida una temporada en el Instituto de la NASA para Estudios Espaciales), abusando todo el tiempo de las drogas y el alcohol. No fue hasta 1983 cuando dejó de beber. Estuvo trabajando en la empresa Omex y encontró su rutina diaria en esnifar coca en su mesa y beberse una botella de whisky. Dice que se sentía solo y asustado y, finalmente, decidió buscar ayuda.
En la década de 1980, McAfee trabajó en Lockheed. En ese momento, los ordenadores eran todavía relativamente nuevos. En 1986, llegó a los PC el primer virus informático. Leyó acerca de estos nuevos programas que se infiltraban en los ordenadores y decidió iniciar su propia empresa para hacerles frente.
Y así despegó McAfee Associates. A finales de la década de 1980, la empresa estaba ganando 5 millones de dólares al año, y algunas de las compañías más grandes en el mundo estaban usando su plataforma de antivirus.
McAfee se convirtió rápidamente en un éxito aún mayor, en gran parte debido a un virus informático llamado Michelangelo que llegó a la escena en 1992. McAfee lo calificó como uno de los peores virus hasta la fecha, calculando que infectaría hasta 5 millones de ordenadores. En aquel entonces, las plataformas antivirus para los ordenadores no eran un producto que la mayoría de la gente comprara. Gracias a Michelangelo, hubo una fiebre cada vez mayor por proteger los ordenadores de los virus.
Aunque sólo algunas decenas de miles de ordenadores fueron infectados, Miguelangelo impulsó a McAfee a cotizar en bolsa, y se convirtió en un negocio de varios millones de dólares.
Sin embargo, en 1994, McAfee aspiraba a una situación más prometedora y se retiró de McAfee. Dos años más tarde vendió sus acciones, lo que le dio cerca de 100 millones de dólares.
Tras su renuncia, McAfee mantuvo un perfil relativamente bajo. Solía darles consejo a los jóvenes empresarios, dar conferencias en la Escuela de Postgrado de Negocios de Stanford, además de dedicarse a sus propios proyectos. Trabajó en dos proyectos de redes sociales llamados PowWow y Tribal Voice, aunque ninguno llegó al gran público.
Sin embargo, en 2008 el colapso económico lo alcanzó. Un informe dice que su fortuna se había reducido de 100 millones de dólares a solo 4 millones.
A finales de la década de 2000, McAfee decidió vender sus tierras y trasladarse a Belice. Allí quiso entrar en el mundo de los antibióticos. Creía que con la ayuda del microbiólogo Allison Adonizio podría construir un producto que utilizara las plantas para combatir las enfermedades. La empresa fue llamada Quorumex.
Pero las cosas en Belice se pusieron difíciles. Se convenció de que estaba siendo vigilado todo el tiempo.
En Belice frecuentaba una taberna conocida como Lover’s Bar. Según los informes, iba allí todos los días y veía a la gente entrar y salir. Se retiró lentamente de todo lo demás. Se obsesionó con mirar a la gente en esta parte pobre de la ciudad. Después de seis meses, escribió que ya no tenía ninguna conexión con la sociedad.
“Mi frágil conexión con el mundo de la sociedad decente se ha roto, sin lugar a dudas”, escribió. “Mi ropa me pondría en la categoría de los mendigos peor vestidos de Tijuana. Mi higiene no es mucho mejor. Ayer, por primera vez, oriné en público, a plena luz del día”.
