9 tipos de personas que nunca tendrán éxito en sus carreras
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La experiencia y el conocimiento están perdiendo rápidamente su importancia para tener éxito en el trabajo. Aquellos que carecen de habilidades sociales, se encuentran en una desventaja significativa.

El economista de Harvard, David Deming, ha estado estudiando las tareas del lugar de trabajo desde 1980 hasta nuestros días, y ha descubierto que aquellas que hacen hincapié en las habilidades sociales aumentaron en un sorprendente 24%, mientras que las tareas que requieren conocimientos técnicos e inteligencia experimentaron poco crecimiento.

Deming también halló que los salarios aumentaban más para puestos de trabajo que le conceden más importancia a las habilidades sociales.

Con el creciente énfasis en las destrezas sociales, los que carecen de ellas destacan como una cebra en un campo lleno de caballos.

Todos conocemos los tipos: la persona que no va a dejar de hablar cuando estás intentando cumplir con un plazo, la que se atribuye descaradamente el mérito por tus ideas, o la que cruelmente te hace trabajar toda la noche para arreglar su error. La lista es interminable.

Hay muchas personas inteligentes por ahí que no pueden dejar de meter la pata. Por desgracia, su falta de autoconciencia y habilidades sociales son enormes detrimentos para sus carreras.

Las habilidades sociales y la autoconciencia son asuntos de inteligencia emocional (EQ), y la investigación de TalentSmart, con más de un millón de personas, ha demostrado que la inteligencia emocional es la responsable del 58% del rendimiento laboral. Aquellos que carecen de inteligencia emocional se encuentran en una desventaja significativa.

Hay ciertos tipos de personas cuya falta de inteligencia emocional daña sus carreras más que las de otros.

Al estudiarlas, puedes evitar convertirte en una de ellas y, si las experiencias de lo demás se parecen en algo a las experiencias aquí descritas, podrás ver pedacitos de ti mismo en algunos de estos perfiles. Utiliza este conocimiento para construir tu autoconciencia, realizar ajustes, y crecer como persona.

1. El cobarde

El miedo es un poderoso motivador. Esta es la razón por la que los candidatos presidenciales le dicen a la gente que su oponente va a “destruir la economía”, y los anuncios advierten de que “fumar mata”.

En el lugar de trabajo, las personas abrumadas por el miedo recurren a comportamientos tanto irracionales como perjudiciales. Los compañeros cobardes son rápidos en culpar a los demás y en ocultar los errores importantes, y no logran hacer lo correcto.

2. El dementor

En la saga de Harry Potter de J. K. Rowling, los dementores son criaturas malignas que absorben las almas de las personas, dejándolas simplemente como caparazones de seres humanos.

Cada vez que un dementor entra en la habitación, esta quedará a oscuras y fría, y la gente comienza a recordar los peores momentos de sus vidas. Rowling dijo que desarrolló el concepto de los Dementores basándose en las personas altamente negativas – el tipo de personas que tienen la capacidad de entrar en una habitación y absorber la vida que hay en ella al instante.

Los dementores absorben la vida de la habitación imponiendo su negatividad y pesimismo a todo el mundo que se encuentran. En sus puntos de vista el vaso siempre está medio vacío, y pueden infundir miedo y preocupación incluso en las situaciones más benignas.

3. El arrogante

Las personas arrogantes son una pérdida de tu tiempo porque ven todo lo que haces como un reto personal. La arrogancia es falsa confianza, y siempre oculta inseguridades importantes.

Un estudio de la Universidad de Akron descubrió que la arrogancia se correlaciona con una serie de problemas en el lugar de trabajo. La gente arrogante tiende a mostrar un rendimiento más bajo y a ser más desagradable, así como a tener más problemas cognitivos que la persona media.

4. El conformista

En los grupos, los pensadores eligen el camino de menor resistencia y son famosos por propagar la mentalidad de “ésta es la forma en que siempre lo hemos hecho”.

Si ves que te están lavando de cerebro con lo que todos los demás creen, ten cuidado; el statu quo no conduce a la grandeza.

5. El defraudado

Las personas que se sienten defraudadas no tardan en culpar de su ausencia de logros a una falta de oportunidades.

Aunque un golpe de suerte puede darles un pequeño empujón a las personas de éxito, estas llegaron a donde están gracias a su duro trabajo. Las personas que creen que todo el mundo está en su contra no se dan cuenta de que es su actitud la que las ha llevado a esa situación, no sus circunstancias.

6. El temperamental

Algunas personas no tienen ningún control sobre sus emociones en absoluto. Arremeten contra ti y proyectan sus sentimientos en tu persona, siempre pensando que eres el que causa su malestar.

Las personas temperamentales no rinde bien debido a que sus emociones nublan su juicio y su falta de autocontrol destruye sus relaciones. Ten cuidado con las este tipo de personas; cuando los empuje la presión te utilizarán como su escape emocional.

7. La víctima

Las víctimas son difíciles de identificar porque tú mismo te identificas al principio con sus problemas. Pero, a medida que pasa el tiempo, te empiezas a dar cuenta de que su "momento de necesidad" es una condición permanente.

Las víctimas empujan de forma activa cualquier responsabilidad personal convirtiendo que cada badén que se encuentran en una montaña infranqueable. Ellos no ven los tiempos difíciles como oportunidades para aprender y crecer con ellos; en cambio, los ven como una razón para no hacer nada.

8. El ingenuo

No evitar sino sentir lástima por las personas ingenuas. Estas son las que se encuentran cuidando a los hijos de su jefe la mañana después de haber estado trabajando durante una larga noche… un domingo.

Por alguna razón, la gente confiada (a menudo los novatos) se dejan llevar hasta que el río se convierte en un mar agitado. Está bien negociar tu salario, está bien decir que no, y está bien cuestionar la forma en que se hacen las cosas. Ganarás mucho más respeto si te defiendes solo cuando sea el momento adecuado.

9. El que se disculpa

Por cada persona que debe una disculpa, hay otra que se disculpa con demasiada frecuencia.

Las personas que carecen de confianza están siempre pidiendo perdón por sus ideas y acciones. Le temen al fracaso y creen que disculparse servirá como red de seguridad. En lugar de ello, las disculpas innecesarias degradan sus ideas y las hacen menos propensos a adherirse.

Es importante que tu tono de voz y lenguaje corporal refleje la importancia de tus ideas. Expresar una idea u opinión en forma de pregunta es tan malo como disculparse. Si realmente crees que algo merece la pena compartir, admítelo entonces y compártelo con confianza.

Resultado

Ninguno de estos comportamientos es una sentencia de muerte para tu carrera, ya que pueden ser erradicados mediante la mejora de la inteligencia emocional.

Todo lo que necesitas es un poco de autoconciencia y un fuerte deseo de cambiar.

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