Prepararse para una reunión es algo de vital importancia, ya sea una reunión dentro de la empresa o con un cliente de gran importancia. Esto también es importante cuando vas a conocer a alguien por primera vez.
Resulta imposible saber de antemano el papel que la persona que vas a conocer jugará en tu vida y viceversa. Según los estudios, la primera impresión se da en un "abrir y cerrar de ojos". No solo te están juzgando, sino que tú también los estás juzgando, muchas veces sin ni siquiera ser consciente de ello.
Tener una primera impresión equivocada es muy posible dada la velocidad a la que sucede todo. ¿Qué pasa si la persona que vas a conocer pudiera, en las circunstancias adecuadas, convertirse en un amigo fiel, tu pareja, un socio de negocios, un mentor o un aliado?
Detener la percepción humana es imposible. Sin embargo, puedes ser consciente de lo que está sucediendo y así intentar controlar la situación. A continuación presentamos 9 cosas que te pueden ayudar a conseguirlo.
1. Investiga un poco con antelación
Algunas reuniones son accidentales, pero otras no. Investiga un poco para averiguar todo lo que puedas sobre la otra persona, ya sea la experiencia profesional o intereses personales. Antes de la reunión haz un pequeño esfuerzo que puede acabar determinando la impresión que te llevas de la otra persona.
2. Prepárate para el contexto
Hay una gran diferencia entre una cita a ciegas, una primera discusión con un nuevo proveedor y una entrevista de trabajo (independientemente de en qué lado te encuentres). Para entender la dinámica de conocer a alguien, ten en cuenta el contexto y sé consciente de que solo tienes una visión limitada de la otra persona.
3. Recuerda que nadie se siente cómodo
Pocas personas se sienten cómodas al conocer a otras. Hay mucho en juego, como tu imagen y tu ego. Si te sientes incómodo, sé consciente de que la otra persona se siente igual e intenta hacerla sentirse bien. Te olvidarás de tus propios problemas mientras lo intentas.
4. Sonríe de forma relajada
Sonreír al conocer a alguien es un consejo muy viejo. Pero no todas las sonrisas son iguales. Seguramente has conocido a gente que sonríe de forma poco sincera. Puede ser una experiencia desagradable cuando transmites la sensación de que estás a punto de vender un coche usado. Deja que una sonrisa sincera aparezca en tu rostro como reflejo de tu alegría por tener la posibilidad de aprender algo nuevo y conocer a alguien que podría convertirse en una persona importante en tu vida. (También es posible que una sonrisa sea inapropiada en ciertas culturas en función del contexto de la reunión).
5. Mira a la gente a los ojos, pero no como si fueras un psicópata
Al igual que sonreír, mirar directamente a alguien a los ojos es un viejo consejo. Sin embargo, evita que se convierta en un concurso involuntario o una prueba de dominación. Recuerda también que el contacto visual difiere entre culturas. Mirar a alguien a los ojos directamente puede ser considerado un comportamiento maleducado o incluso agresivo en ciertas culturas. Investiga un poco para saber cómo va la cosa dependiendo de la persona que estás a punto de conocer. Si no puedes hacerlo, intenta averiguarlo analizando el lenguaje corporal y la postura de la otra persona.
6. Saluda correctamente
En un mundo global, los saludos varían, y lo que se espera en una cultura podría ser de mala educación en otra. Un apretón de manos podría ser aceptable entre dos personas del mismo sexo, pero no para un hombre y una mujer. En algunos países, una ligera inclinación podría ser suficiente.
7. Tome nota de su entorno en busca de pistas sobre la persona que vas a conocer
Si vas a conocer a alguien en su oficina, su casa, o en otro lugar en el que suelen pasar tiempo, mira a tu alrededor en busca de pistas. ¿Hay fotos de la familia? ¿Qué libros leen o qué tipo de arte les gusta? ¿Los muebles son típicos de alguien con gustos tradicionales o vanguardistas? Conoce a la persona prestando atención a estas pistas.
8. Concéntrate en la otra persona
Céntrate en las necesidades, intereses, y comodidad de la otra persona. Eso no significa que tengas que ignorar tus propios intereses si la tiene como objetivo un propósito específico. Pero ten en cuenta a la otra persona.
9. No alargues la reunión demasiado
Lo más probable es que una primera reunión no tenga una progresión natural. Presta atención a las señales que indican que la otra persona está lista para seguir con sus intereses y obligaciones. Como dice el viejo dicho, deja que pidan más. De esa forma aumentan las posibilidades de que la otra persona quiera una segunda reunión en lugar de evitarla.