10 técnicas utilizadas por los manipuladores (y cómo combatirlas)

De una manera u otra tenemos que tratar con personas que intentan manipularnos recurriendo a diferentes técnicas. Así es como debes resistir su maldad.

Los psicópatas no son sólo los villanos en las películas de terror. Podemos encontrarlos en las oficinas todos los días, presentándose al principio como compañeros normales. Un estudio halló que una parte pequeña pero significativa de líderes empresariales – del 3 a 4% – cumple con la definición clínica de un psicópata.

Lo mismo ocurre con los narcisistas. La ciencia demuestra que un poco de narcisismo puede ayudar en realidad a tener éxito en el negocio, pero cuando pasas un tiempo en el mundo laboral descubres rápidamente que algunos profesionales dejan que su amor propio llegue demasiado lejos.

En general, hay que tener en cuenta que durante tu carrera empresarial sin duda tendrás que cruzarte con unos cuantos narcisistas y psicópatas realmente desagradables, que intentarán abusar de ti y manipularte.

Los siguientes 10 extractos no solo muestran técnicas que la gente tóxica utiliza para conseguir lo que quiere, sino también ofrecen sugerencias sobre cómo contrarrestar sus manipulaciones.

Esta táctica manipuladora puede describirse con diferentes variaciones de cuatro palabras: “Eso no ha sucedido”, “Te lo has imaginado”, “¿Te has vuelto loco?”. Quizás se trate de una de las tácticas de manipulación más insidiosas que hay, ya que funciona para distorsionar y erosionar tu sentido de la realidad; acaba con tu capacidad para confiar en ti mismo e inevitablemente te impide sentirte justificado al enfrentarte al abuso y el maltrato.

¿Cómo se puede luchar contra ello? “Captura” tu propia realidad – a veces, escribir a medida que van sucediendo las cosas, contárselo a un amigo, o reiterar tu experiencia a una red de apoyo puede ayudar a contrarrestar el efecto de este abuso psicológico.

¿Conoces esa situación en la que la gente tóxica declara que toda la maldad que los rodea no es su culpa, sino la tuya? Eso se llama proyección. Todos hacemos eso a veces, pero los narcisistas y psicópatas lo hacen muy a menudo. La proyección es un mecanismo de defensa utilizado para desplazar la responsabilidad de la conducta y los rasgos negativos de una persona atribuyéndolos a otra.

¿La solución? No “proyectes” tu propio sentido de la compasión o empatía sobre una persona tóxica y tampoco dejes que ninguna de las proyecciones de la persona tóxica recaiga sobre ti. Proyectar nuestra propia consciencia y sistema de valores en los demás podría dar lugar a una mayor explotación.

Supón que un compañero de trabajo a veces no tiene en cuenta las consecuencias a largo plazo de determinadas decisiones financieras. El psicópata de la oficina afirma que lo llamaste “una bala perdida”. Te has dado cuenta de que el acuerdo podría irse a pique si se producen las condiciones X, Y y Z. Tu colega narcisista le cuenta al jefe que has dicho que el acuerdo es “un desastre”.

¿Qué está pasando? No es sólo que tu némesis no haya entendido lo que has dicho, sino que él o ella no ha tenido ningún interés en comprenderlo.

Los narcisistas malignos no siempre son genios intelectuales – muchos de ellos son intelectualmente vagos. En lugar de tomarse el tiempo para considerar con cuidado una perspectiva diferente, generalizan cualquier cosa y todo lo que dices, haciendo afirmaciones generales que no reconocen los matices en tu argumento o tienen en cuenta las múltiples perspectivas a las que les has rendido homenaje.

Para contrarrestarlo, aférrate a tu verdad y resiste la generalización de declaraciones dándote cuenta de que son formas de pensamiento ilógico en blanco y negro.

Los narcisistas abusivos y sociópatas emplean una falacia lógica conocida como “cambio de las reglas del juego” con el fin de asegurarse de que tienen todas las razones para estar perpetuamente insatisfecho contigo. Esto ocurre cuando, incluso después de haber aportado todas las pruebas existentes para validar tu argumento o realizado una acción para satisfacer su petición, crean otra expectativa, o piden más pruebas.

No participes en ese juego. Mantente firme. Tienes que saber que estás haciendo lo suficiente, y que no tienes que sentirte constantemente inferior o indigno de alguna manera.

Cambiar de temas de conversación suena bastante inocente, pero en las manos de un maestro de la manipulación, un cambio de tema se convierte en un medio para evitar la responsabilidad. Los narcisistas no quieren que los hagas responsables de nada, así que redireccionarán las discusiones en beneficio de ellos.

Este tipo de cosas pueden durar para siempre si lo permites, haciendo imposible que se pueda participar realmente en un tema relevante. Prueba el “método del disco rayado” para contraatacar: Continúa exponiendo los hechos sin ceder a sus distracciones.

Si la conversación se dirige hacia otro tema, detenlo con estas palabras: “Eso no es de lo que estoy hablando. Vamos a seguir centrándonos en el problema real”. Si no están interesados, detente y gasta tu energía en algo más constructivo.

Muchos de nosotros tenemos que lidiar con este problema desde los primeros años de colegio, pero eso no lo hace menos destructivo (y al parecer sigue ocurriendo hasta en los debates presidenciales).

Simplemente no lo toleres. Es importante ponerle fin a cualquier interacción que consiste en insultos y comunicar que no vas a tolerar esto. No lo interiorices: date cuenta de que recurren a los insultos porque no tienen argumentos más convincentes.

Cuando los tipos tóxicos no pueden controlar la forma en que te ves a ti mismo, empiezan a controlar cómo te ven los demás; se hacen los mártires mientras que a ti te etiquetan como la persona tóxica. Una campaña de difamación es un ataque preventivo para sabotear tu reputación y desprestigiar tu nombre.

A veces los verdaderos genios malvados dividirán y conquistarán, enfrentando a dos personas o grupos unos contra otros. No les permitas que tengan éxito. Documenta cualquier tipo de acoso, y asegúrate de no morder el anzuelo y dejar que horribilidad de la persona provoque que te comportes de misma forma negativa que te han atribuido falsamente.

Ten cuidado cuando un colega parece apreciarte mientras denigra de manera agresiva a la última persona que estuvo en tu posición. Los acosadores narcisistas hacen esto todo el tiempo – menosprecian a sus antiguos socios frente a los nuevos, y, al final, el nuevo compañero empieza a recibir el mismo tipo de maltrato que el antiguo compañero del narcisista. Esta dinámica puede ocurrir tanto en el ámbito profesional, como en el personal.

La simple toma de conciencia de este fenómeno es el primer paso para contrarrestarlo. La forma en que una persona trata o habla de otra persona podría traducirse potencialmente en la forma en que te tratará en el futuro.

El problema no es tu sentido del humor, es la intención oculta de esa broma. Los narcisistas encubiertos disfrutan haciendo comentarios maliciosos a tu costa. Estos suelen ser revestidos como “simples bromas”, para que puedan salirse con la suya cuando dicen cosas terribles mientras siguen manteniendo una actitud inocente. Sin embargo, cuando te sientas indignado por una observación insensible o dura, te acusan ​​de no tener sentido del humor.

No permitas que el acosador te vuelva loco al hacerte pensar que se trataba de una broma inocente – no lo era.

Una de las formas más inteligentes en que las personas tóxicas te distraen de su maldad es centrando tu atención en la supuesta amenaza de otra persona. Esto se conoce como triangulación. A los narcisistas les encanta “informar” sobre cosas falsas que otros dicen de ti. Para contrarrestar esto, ten en cuenta que el tercero en el drama está siendo manipulado también – él o ella es otra víctima, no tu enemigo.

También puedes probar la técnica de triangulación inversa, u obtener apoyo de un tercero que no está bajo la influencia del narcisista.