Todos definimos el éxito de manera diferente. Sin embargo, las personas muy exitosas comparten una serie de rasgos y actitudes comunes. Las personas de éxito están dispuestas a hacer frente a la vulnerabilidad, a las subidas y bajadas emocionales y al riesgo de fracaso en la vida pública y privada. Quieren tener éxito bajo sus condiciones – y no están dispuestos a aceptar un límite a su éxito. Aquí incluimos nueve maneras de saber que tienes lo que se necesita para ser una persona exitosa:
1. Disfrutas teniendo éxito a través de los demás
El talento es evidentemente importante, pero la capacidad de trabajar juntos, olvidarse del ego y sacrificar los intereses personales cuando sea necesario es la única forma de que un equipo tenga éxito. Este espíritu solo puede existir cuando viene de arriba.
Y es por eso que las personas exitosas se centran en lo individual más que en la posición, en el equipo más que en la jerarquía, y lo más importante, en la obtención de la felicidad y el éxito a partir de la felicidad y el éxito de los demás.
2. No haces elecciones, las creas
La mayoría de la gente simplemente elige entre la columna A y la columna B. Las personas en el camino hacia el éxito suelen echar un vistazo en las columnas A y B y, después, crean su propia columna C.
Cada vez que quieras tomar una decisión importante, puedes actuar de dos maneras. Puedes mirar la gama de opciones que se presentan, escoger la mejor opción disponible y tratar de que se ajuste a tus condiciones.
O bien, puedes hacer lo que hace un verdadero empresario: Encontrar la mejor opción posible y, después, hacerla realidad.
Y es por eso que los empresarios suelen lograr lo imposible – porque para las personas exitosas, esa palabra realmente no significa lo que todo el mundo piensa.
3. Tu voz interior es más fuerte que cualquier otra voz que escuchas
Otras personas pueden dudar, criticar, juzgar, menospreciar y rechazar.
No te importa. Considera todas esas opiniones como lo que son: no son correctas, ni equivocadas, solo son datos. Por tanto, filtra esa información para quedarte solo con lo valioso y el resto ignoralo.
¿Por qué? Puede que respetes las opiniones de los demás, pero crees en tus ideas y capacidades, así como en tu voluntad, perseverancia y dedicación. Crees en ti mismo.
Y eso hace que quieras vivir tu vida a tu manera... y no a la manera de los demás
4. Crees que el proceso realmente importa más que el resultado
Si estás en el camino hacia el éxito, prefieres fracasar en tus propios términos que tener éxito gracias a otra persona. Prefieres alcanzar un futuro por ti mismo que dejar tu futuro en manos de otra persona. Sientes que es mejor quemarse que apagarse lentamente.
Por supuesto, quieres ganar. Estás decidido a ganar. Pero quieres cambiar las reglas, crear tu propio campo de juego y ganar el juego que quieres – porque ganar con las reglas de otra persona te haría sentirte como un perdedor.
5. No necesitas disciplina, porque no puedes esperar para hacer todas las cosas que te acercan a alcanzar tus objetivos
La disciplina a menudo se reduce a encontrar una manera de hacer las cosas que tienes que hacer y las personas exitosas no pueden esperar para ello. Tienen metas y sueños y saben que todas las tareas que realizan les llevan un paso más cerca de alcanzar esas metas y sueños.
Es por eso que la gente en el camino hacia el éxito puede disfrutar al realizar incluso las tareas más mundanas. Cuando hay una clara línea de visión entre lo que haces y adonde quieres ir, el trabajo ya no es solo trabajo. El trabajo es algo emocionante y satisfactorio.
El trabajo, cuando es significativo y satisfactorio, es vida.
6. No quieres adquirir una habilidad y luego vivir en una rutina
Algunas personas trabajan para adquirir una habilidad específica o alcanzar una posición determinada para luego poder relajarse. Han trabajado duro y están satisfechos. (No hay nada malo en eso; la definición de éxito de cada uno debería ser diferente.)
Las personas en el camino hacia el éxito odian la comodidad que sigue a la adquisición de una habilidad o un logro. Ven la adquisición de habilidades como una base para adquirir más habilidades y los logros como plataformas para seguir avanzando.
En resumen, siempre quieren más y, mirándose en el espejo, piensan: "Está bien, pero... ¿qué he hecho por mí últimamente?"
Y luego siguen trabajando.
7. Eres un fan de otras personas exitosas
Trabajar para una empresa es a menudo un juego de suma cero, porque el éxito personal normalmente viene a expensas de otra persona. Si consigues un ascenso, otra persona se queda sin él. Si tienes una oportunidad, otra persona no la tiene.
Por tanto, en un entorno empresarial, es muy difícil no envidiar el éxito de los demás – es difícil estar verdaderamente feliz por un compañero de trabajo cuando estás desilusionado.
Por otro lado, a las personas exitosas –especialmente los empresarios de éxito– les gusta cuando los demás tienen éxito. Saben que el pastel es lo suficientemente grande para todos.
Las personas exitosas consideran el éxito de otra gente como algo emocionante e inspirador y como la prueba de que la creatividad y el trabajo duro valen la pena.
8. Estás dispuesto a iniciar un movimiento solo
A todos nos gusta pertenecer a algo y sentir que somos almas gemelas. Es por eso que algunas ideas encuentran rápidamente seguidores y las grandes ideas pueden convertirse en movimientos.
Sentirse parte de una multitud está genial. Sin embargo, cada movimiento comienza con una persona que se atrevió a ponerse de pie, sola, desprotegida y vulnerable, y que es diferente: por decir lo que otros no dicen y hacer lo que otros no hacen – por arriesgarse y aceptar las consecuencias.
9. Piensas, "¿Por qué yo no?"
Independientemente de la búsqueda, el éxito es difícil de alcanzar. Es por eso que todos fracasamos a veces. Y cuando lo hacemos, es fácil pensar que los acontecimientos estaban fuera de nuestro control. Es fácil sentirse deprimido y preguntarse, "¿Por qué no tenemos alguna vez las oportunidades que otra gente tiene?", "¿Por qué no me apoyan más mis amigos?" o "¿Por qué no puedo tomarme un descanso?"
En resumen, es fácil pensar, "¿Por qué yo?"
Las personas verdaderamente exitosas se hacen una pregunta diferente: "¿Por qué yo no?"
Es por eso que un empresario abrirá un restaurante en el mismo lugar donde otros restaurantes han cerrado: "No tuvieron éxito, pero ¿por qué yo no?" Es por eso que los empresarios iniciarán una empresa de software con nada más que una idea: "Puede que tengan más presupuesto y una gran cuota de mercado, pero ¿por qué yo no?"
La gente en el camino hacia la riqueza no asume que las personas exitosas poseen talentos especiales o una bendición divina. Ven a las personas de éxito y piensan: "Es impresionante... y si ella puede hacer eso, ¿por qué yo no?"
Buena pregunta: ¿Por qué tú no?
Si piensas en ello, no hay una respuesta correcta, porque cuando estás verdaderamente dispuesto no solo a soñar a lo grande sino también a trabajar duro para conseguir algo, no hay razones por las que no puedas tener éxito.