5 cosas sencillas que puedes hacer cada día para sentirte feliz

Aprende cómo alcanzar un estado de felicidad constante.

¿Puedes verlo? Vives en una isla tropical. Te levantas cuando quieres y haces lo que quieres. Desde una posición reclinada en tu balcón, todo lo que puedes ver es el océano y tus pies. Ah, la vida de los jóvenes y jubilados.

Todos soñamos con ser feliz algún día. Pero hasta que la alcanzamos, vivimos con exceso de trabajo, demasiado estresados y descontentos. El sueño no parece posible sin un premio de la lotería o una llamada de un tío rico en mal estado de salud.

Pero, ¿qué gracia tiene la vida si no estamos felices con ella? La buena noticia es que puedes aportar felicidad a tu vida ahora. Solo algunas actividades que producen serotonina pueden reducir el estrés y hacer más fácil la espera.

Aquí encontrará cinco cosas ridículamente sencillas que cualquier persona puede hacer todos los días para sentirse feliz.

¿Oíste las malas noticias? Si no, no has estado prestando atención. El pesimismo de los medios de comunicación e incluso el de tus propios amigos a menudo te hace venirte abajo. ¿Cómo te vienes arriba? Diciendo algo positivo.

¿Qué te inspira confianza sobre ti mismo? ¿Eres fuerte? ¿Eres competente? ¿Estás decidido a ganar a pesar de los obstáculos?

Cuando haces afirmaciones en voz alta, eso afecta a tus emociones. Se crea un sentimiento de confianza o, a falta de una palabra mejor, felicidad. Puede parecer absurdo al principio pero la adrenalina puede llegar a ser casi adictiva. Escribe tus afirmaciones y comienza el día con al menos 20. Estas declaraciones incesantes y positivas suelen molestar a las personas negativas. Cuando eso suceda, dígalas más fuerte, y tendrás más felicidad.

Dar es una de las acciones más poderosas para crear felicidad de todos los tiempos. Pero eso no significa que tengas que repartir billetes de cien euros hasta que tu cuenta bancaria se quede vacía. Eso proporciona felicidad pero no para ti. En su lugar, ofreces actos microscópicos de filantropía.

¿Qué tienes que puedas dar? Ofrecer una palabra de aliento a un amigo, echar una mano cuando sea necesario, darle una buena propina a la camarera, o llevarle una taza de café por sorpresa a un compañero de trabajo, todas esas cosas pueden crear una sensación agradable de generosidad. En su artículo “How Giving Makes Us Happy" ("¿Cómo dar nos hace más felices?"), del blog World of Psychology, Teresa J. Borchard explica que es la experiencia personal de la benevolencia la que genera la mayor dicha cuando estimulamos una conexión social.

¿Alguna vez llega el final del día y te preguntas qué has logrado en realidad? Para combatir esa desagradable sensación, planifica de antemano lo que es absolutamente necesario completar al día siguiente.

¿Qué estás decidido a terminar, aunque haya un desastre natural o te pierdas un programa de televisión? Escribe ese informe, termina ese artículo, camina ese kilómetro por el barrio. Después de tus afirmaciones, desconecta de todo, olvídate de los planes de los demás y haz tus cosas. El resto del día se desarrollará con un sentimiento de realización. Y eso trae felicidad.

Según un artículo publicado en la revista Health por Cynthia Sass, “6 alimentos que pueden hacerte más feliz”, el chocolate negro hace que los vasos sanguíneos se relajen, lo que reduce la presión arterial y mejora la circulación. También contiene magnesio, un mineral que se ha demostrado que ayuda a aliviar la fatiga y la depresión. Y, por si esto fuera poco, el chocolate negro provoca una sensación de euforia.

Dicen que a nadie le gusta quien se da por vencido. Eso puede que sea cierto en deportes de equipo, pero como una actividad diaria para buscar la felicidad, abandonar es vital. La verdad es que siempre habrá trabajo por hacer, pero llega un momento en el que tienes que parar.

Por supuesto, si no cumples con todos tus compromisos, el trabajo te estará esperando de todas maneras a la mañana siguiente. Sin embargo, abandonar a una cierta hora cada día le da a tu mente un lugar para detenerse. También libera espacio para las pequeñas cosas de la vida como hablar con tu pareja o pasar tiempo con tus hijos

Una de las claves para una vida más feliz es ser proactivo en cuanto a tu propio bienestar, ya que nadie lo hará por ti. Recupera el control y haz lo que más le convenga a tu bienestar mental.