Son muchas las horas que pasamos haciendo actividades que no nos benefician, que no añaden valor a nuestras vidas. Revisa tus prioridades.
Cuando tengas 80 años habrás vivido 960 meses.
Si ya tienes 30 años, entonces ya has gastado 360 de esos meses, por lo que solo te quedan 600.
La mayoría de nosotros necesita 8 horas de sueño cada noche, lo que significa que solo podemos estar despiertos durante 400 de los 600 meses restantes. Una persona normal ve la televisión alrededor de 4 horas al día, lo que consume otros 100 meses.
Los 300 meses restantes no parecen un periodo demasiado largo, ¿verdad?
¿Cuánto de ese tiempo pasarás haciendo cosas que realmente valoras? ¿Cuánto más va a gastar quejándote, rodeado de personas tóxicas, haciendo cosas que no te gustan, o perdiendo el tiempo con hábitos que no te llevan hacia tus objetivos?
Es muy probable que todos esos meses se pasen volando con los compromisos que exigen tiempo, todas las cosas que tienes que hacer y toda la gente a la que tienes que complacer.
Siempre habrá “una cosa más” que tienes que hacer hasta que te sientas libre para hacer las cosas que realmente importan.
Antes de que te des cuenta habrás pasado una semana entera trabajando en “esa cosa más”. Luego dos semanas, luego cuatro, y de repente solo te quedarán 299 ... 298 ... 297 meses restantes.
No permitas que se te escape a vida mientras esperas “ese día que te sientas libre”.
No permitas que esta semana pase sin hacer algo significativo. O este día. O esta hora.
Justo ahora, empieza a eliminar las cosas que no importan y empieza a preocuparte de las que sí son importantes.