Las personas de éxito empiezan a moverse hacia sus objetivos incluso antes de decidir que están preparados para ello.
En 1966, un joven disléxico de dieciséis años abandonó la escuela. Con la ayuda de un amigo, creó una revista para estudiantes y ganó dinero vendiendo publicidad a negocios locales. Con sólo un poco de dinero para empezar, tenía su oficina en la cripta de una iglesia local.
Cuatro años más tarde, mientras buscaba formas de hacer crecer su pequeña revista, comenzó a vender discos que enviaba por correo a los estudiantes que compraban la revista. Los discos se vendieron tan bien que construyó su primera tienda de música al año siguiente. Después de dos años de venta, decidió abrir su propio sello discográfico y un estudio de grabación.
Le alquiló su estudio a artistas locales, incluyendo a uno llamado Mike Oldfield. En ese pequeño estudio de grabación, Oldfield creó su exitoso Tubular Bells, que se convirtió en el primer lanzamiento de la compañía discográfica. La canción llegó a vender más de 5 millones de copias.
Durante la siguiente década, el joven hizo crecer su sello discográfico mediante la adición de bandas como los Sex Pistols, Culture Club, y los Rolling Stones. En el camino, continuó creando empresas: una línea aérea, luego ferrocarriles, luego teléfonos móviles, y así sucesivamente. Casi 50 años más tarde, hay más de 400 empresas bajo su dirección.
Hoy en día, ese niño que abandonó sus estudios y siguió comenzando proyectos a pesar de su inexperiencia y falta de conocimiento, es un multimillonario. Su nombre es Richard Branson.
Cómo conocí a Sir Richard Branson
Hace dos semanas, entré en una sala de conferencias en Moscú, Rusia, y me senté a tres metros de Branson. Había un centenar de personas a nuestro alrededor, pero parecía como si estuviéramos teniendo una conversación en el salón de mi casa. Él sonreía y reía. Sus respuestas parecían espontáneas y genuinas.
En un momento dado, relató cómo creó Virgin Airlines, una historia que parece capturar su manera de enfocar los negocios y la vida. Esta es la versión que nos contó:
Tenía entonces veintitantos años, así que ya tenía un negocio, pero nadie sabía quién era yo en ese momento. Me dirigía a las Islas Vírgenes y tenía una chica muy guapa esperándome, así que estaba decidido a llegar a tiempo.
En el aeropuerto, mi vuelo a las Islas Vírgenes fue cancelado debido a mantenimiento o algo así. Era el último vuelo de la noche. Me pareció que esto era ridículo, así que fui y alquilé un avión privado para que me llevara a las Islas Vírgenes, para lo cual no tenía dinero suficiente.
Entonces, cogí una pizarra pequeña, escribí "Virgin Airlines. 29 $”, y me acerqué a un grupo de pasajeros del vuelo que había sido cancelado. Vendí billetes para el resto de los asientos en el avión, usé su dinero para pagar el avión alquilado, y todos nos fuimos a las Islas Vírgenes esa noche.
– Richard Branson
Un poco después de que contara su historia me puse a su lado y le di las gracias por compartir su tiempo con nosotros.
Los hábitos de la gente de éxito
Después de hablar con nuestro grupo, Branson se sentó en un panel con expertos de la industria para hablar sobre el futuro de las empresas. Mientras todo el mundo a su alrededor llenaba el aire con jerga de negocios y hablaba de ideas complejas para trazar nuestro futuro, Branson decía cosas como: “Al diablo con todo eso, ponte a ello y hazlo”. Lo cual fue seguido por: “¿Por qué no podemos minar asteroides?”.
Mientras escuchaba ese panel, me di cuenta de que la persona que sonaba más simplista también era el único que era multimillonario. Esto hizo que me preguntara, “¿Cuál es la diferencia entre Branson y todos los demás en la sala?”
Esto es lo que creo que marca toda la diferencia:
Branson no se limita a decir cosas como: “Al diablo con todo eso, ponte a ello y hazlo”. Él realmente vive su vida de esa manera. Deja la escuela y comienza un negocio. Firma un contrato con los Sex Pistols para su sello discográfico cuando todo el mundo dice que son demasiado controvertidos. Alquila un avión cuando ni siquiera tiene dinero para ello.
Cuando todo el mundo se muestra reacio o busca una buena razón para decir que no es el momento correcto, Branson empieza a hacer algo. Encuentra la manera de dejar de posponer las cosas y dar el primer paso – aunque parezca descabellado.
Empieza ahora
Branson es un ejemplo extremo, pero todos podríamos aprender algo de su forma de enfocar las cosas.
Si quieres resumir los hábitos de las personas de éxito en una frase, es esta: las personas de éxito comienzan antes de que sientan listos para ello.
Si alguna vez hubo alguien que encarnara la idea de empezar antes de verse preparado para hacerlo, ese es Branson. El mismo nombre de su imperio empresarial, Virgin, fue elegido porque cuando Branson y sus socios comenzaron eran “vírgenes” en lo que a negocios se refería.
Branson ha creado tantos negocios, empresas, organizaciones benéficas y expediciones, que es imposible que se haya sentido preparado, cualificado, y listo para empezarlos todos ellos. De hecho, es poco probable que estuviera calificado o preparado para comenzar ninguno de ellos. Nunca había pilotado un avión ni sabía nada acerca de la ingeniería de los aviones, pero creó una compañía aérea de todos modos. Él es un ejemplo perfecto de por qué los “elegidos” se eligen ellos mismos.
Si estás trabajando en algo importante, entonces nunca te sentirás preparado. Un efecto secundario de realizar trabajos difíciles es que te tira el entusiasmo y te empuja la confusión al mismo tiempo.
Inevitablemente te sentirás inseguro, sin preparación ni capacidad. Pero ten una cosa segura: lo que tienes en este momento es suficiente. Puedes planear, retrasar y revisar todo lo que quieras, pero lo que tienes ahora es suficiente para empezar. No importa si lo que estás intentando es comenzar un negocio, bajar de peso, escribir un libro, o alcanzar cualquier número de objetivos… quien eres, lo que tienes, y lo que sabes en este momento es lo suficientemente bueno para ponerse en marcha.
Todos comenzamos en el mismo lugar: sin dinero, sin recursos, sin contactos, sin experiencia. La diferencia es que algunas personas eligen empezar de todos modos.
No importa dónde te encuentres en el mundo ni a qué te dediques en este momento, comienza antes de sentir que estás preparado.