La temporada de las graduaciones de la universidad ha pasado y ahora ha llegado el momento de que los graduados se pregunten "¿Qué es lo que viene después?". Pueden tener un título en la mano, pero el mundo del trabajo es una historia totalmente diferente. Y mientras que el 70% de los estudiantes universitarios creen que ya han adquirido los conocimientos necesarios para tener éxito en el "mundo real", menos de un tercio de los empleadores están de acuerdo con ellos. El hecho es que hay algunas competencias profesionales que la universidad no te enseña. A continuación, incluimos ocho habilidades que se valoran en el lugar de trabajo, independientemente del puesto y del sector. Sin embargo, no se suelen enseñar en la universidad.
1. Crear contactos (_networking_) y construir relaciones
Nuestros contactos son más importantes de lo que pensamos. En resumen, el networking consiste en conocer a gente nueva en un contexto profesional, construyendo relaciones con el tiempo y proporcionándoles valor mutuamente. Esta competencia es esencial porque el 85% del éxito de una persona se debe a la "ingeniería humana" – a su personalidad, su capacidad de comunicación y de negociación, así como a su inteligencia emocional. El conocimiento técnico contribuye solo un 15%.
2. Establecer objetivos profesionales realistas
El establecimiento de objetivos, con plazos realistas, es una competencia importante para cualquier trabajo en el que no tienes a alguien diciéndote explícitamente qué hacer. Es también valioso para el desarrollo y el crecimiento personal. Piensa en una perspectiva más amplia – por ejemplo, donde deseas estar dentro de cinco años – y divide ese objetivo aparentemente insuperable en partes más pequeñas, para que sea más fácil de alcanzar. (Además, saber dónde quieres estar dentro de 5 años es muy útil para las entrevistas de trabajo).
3. Ordenar las tareas y oportunidades laborales por orden de prioridad
La capacidad de analizar cada una de tus tareas y clasificarlas por orden de importancia es una competencia que puede ayudarte a destacar en el lugar de trabajo. Es importante también aprender a decir "no". A medida que avanzas en tu carrera, tendrás muchas oportunidades que exigirán parte de tu tiempo. Tendrás que ordenarlas por orden de prioridad, colocando algunas en segundo plano y rechazando otras.
4. Utilizar las críticas para mejorar tu trabajo
En la universidad, los profesores a veces entregan los trabajos y exámenes con comentarios escritos, pero es raro que los alumnos rehagan sus proyectos teniendo en cuenta esas sugerencias. No obstante, esto es algo que cualquier profesional tiene que hacer: obtener críticas, analizarlas y hacer cambios basándose en las mismas.
Esto puede resultar difícil, especialmente cuando no estás de acuerdo con los cambios propuestos. Sin embargo, dejar tu ego a un lado forma parte de tu trabajo. No importa si eres un empleado tradicional, un autónomo o un empresario, para alcanzar el éxito tendrás que escuchar a tu jefe, a tus clientes o a los consumidores, y tener en cuenta sus comentarios.
5. Colaborar en un equipo multifuncional
"Multifuncional" hace referencia a un grupo de personas con diferentes conocimientos funcionales que trabajan juntas para lograr un objetivo común. Podría tratarse de ingenieros, diseñadores, técnicos del control de calidad y redactores trabajando juntos para realizar un producto.
Es una dinámica completamente diferente de la que existe en los proyectos de grupo en la universidad, en la que todos los miembros del grupo tienen un papel similar. Las personas que trabajan en equipos multifuncionales deben ser capaces de comunicarse sin problemas, incluso cuando tienen funciones totalmente diferentes.
6. Escribir en el lugar de trabajo
Independientemente de la carrera que estudiaste, es probable que tuvieras que redactar trabajos de investigación, informes científicos y documentos similares. Sin embargo, la mayor parte de la escritura académica es muy diferente de lo que vas a escribir en el mundo laboral.
Uno de los mejores ejemplos es el correo electrónico. Gran parte de la comunicación se realiza a través del correo electrónico. Y, a diferencia de los documentos académicos, en los correos lo que importa es ser capaz de comunicarse de una manera clara, concisa, profesional y personalizada. Esto también se aplica a los memorandos, los informes y las cartas de presentación.