Cuatro historias de cuatro mujeres que han tenido un papel fundamental en la vida del director ejecutivo de Tesla, el dueño del grupo Virgin, el fundador de Facebook y el creador del imperio Microsoft. ¿Quiénes son? ¿Qué hicieron? ¿Qué le enseñaron a sus hijos?
Abraham Lincoln dijo una vez: “Todo lo que soy o espero ser, se lo debo a la angelical solicitud de mi madre”.
Y aunque no todas las personas que llegan a la grandeza son tan expresivas a la hora de darle crédito a mamá, muchos grandes empresarios deberían estarles agradecidos a sus madres por todo lo que han hecho por ellos. Al inculcarles valores, fomentar su talento y apoyar sus pasiones, ayudaron a guiarlos hasta donde están hoy en día.
Estas son cuatro historias de las madres de los líderes empresariales más grandes del mundo.
1. Maye Musk: Determinada a ser más que una cara bonita
Da la impresión de que si pudieras enviar a Maye Musk – madre de Elon – a Marte, la modelo de 68 años y empresaria de la industria sanitaria encontraría una forma de tener éxito allí.
La variada carrera de modelo de Musk ha durado más de cinco décadas. Debutó como modelo a la edad de 15 años en Pretoria, Sudáfrica, ganó un concurso nacional de belleza a sus 20, y a la edad de 63 años realizó una polémica sesión de fotos en la que apareció desnuda en una portada de 2013 de la revista New York. También ha protagonizado campañas para Revlon (NYSE: REV), Clinique y Virgin Airlines (NASDAQ: VA).
Es más, tuvo que reconstruir su vida y clínica de dietista varias veces tras divorciarse de su marido y cambiar dos veces de país de residencia.
Tras casarse a la edad de 22 años, construyó una clínica de dietética en Pretoria mientras que criaba a tres hijos: Tosca, Elon y Kimball. Sin embargo, después de su divorcio, se convirtió en la única fuente de ingresos, una lucha por ella. Ella se atribuye ser demasiado orgullosa para fracasar, según le cuenta al Huffington Post.
“La pobreza te hace trabajar muy duro. Estaba haciendo malabares con mi clínica de nutrición privada, charlas sobre salud, modelaje, y educación y actividades para niños. Esos fueron momentos en los que estuve muy ocupada”.
Sin embargo, su persistencia resultó muy útil cuando su hijo Elon se mudó a Canadá a la edad de 17 años. Maye lo siguió pronto, encontró un apartamento en alquiler y comenzó varios trabajos – uno de los cuales fue en la Universidad de Toronto – de modo que sus hijos pudieron obtener una educación gratuita.
Cuando sus dos hijos, Elon y Kimbal, se mudaron a Silicon Valley y estaban construyendo su compañía de servicios de medios de comunicación Zip2, fue su madre quien les dio todo el dinero que tenía.
Y aunque se mudó de Nueva York a Los Ángeles para estar más cerca de sus hijos, no muestra signos de aflojar el ritmo.
“Estoy pasando más tiempo con mis tres hijos y 10 nietos”, le contó al Huffington Post en 2015. “Yo enseño salud pública y nutrición en una escuela privada, ya que están dispuestos a darme flexibilidad para trabajar de modelo”.
Está claro de donde obtuvieron su formidable energía Elon y sus hermanos.
2. Eve Branson: Una gran dama
Richard Branson no sólo es famoso por sus actividades empresariales, sino también por su amplia cobertura mediática en sus intentos por romper récords mundiales en globo aerostático y vela. Por lo que no es ninguna sorpresa que su madre también tenga un gusto distintivo por la aventura.
Nacida en Middlesex, Inglaterra en 1924, la hija de un oficial militar se disfrazó de chico para convertirse en piloto de planeo, según su autobiografía “Mum's the Word: The High-Flying Adventures of Eve Branson”.
También se ofreció como voluntaria para el Servicio de la Marina Real de Mujeres durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, trabajó como bailarina y actriz en “producciones subidas de tono del West End”, según el sitio web de su organización sin ánimo de lucro The Eve Branson Foundation.
Tras su incursión en las artes, se convirtió en azafata con British South American Airways y finalmente lo dejó cuando se casó con un comandante de la Caballería Británica. Juntos tuvieron tres hijos. (Su esposo falleció en 2011).
El matrimonio y la maternidad no le hicieron bajar el ritmo. Cuando su esposo suspendió su examen de abogacía, Eve tuvo que ganar dinero. Según el Daily Mail, “ella se dedicaba a la producción artesanal en el cobertizo del jardín, haciendo cojines y cajas de madera que vendía en los grandes almacenes Harrods”.
Otros trabajos incluyen ser oficial de policía militar, oficial de libertad condicional y dirigir un negocio inmobiliario.
Eve, ahora con 91 años, y su hijo están involucrados en el Centro Internacional para Niños Desaparecidos y Explotados, donde ella forma parte de la Junta, mientras que su hijo es su patrocinador fundador. También ha fundado una fundación sin fines de lucro con su hijo, que ofrece formación y empleo en Marruecos.
Cuando le pregunta a la matriarca de tres hijos y 11 nietos cómo mantiene su vigor juvenil, ella cita cócteles y hombres más jóvenes, según el Daily Mail. Es difícil no quererla.
3. Karen Kempner: Una médica modesta
No existe mucha cobertura mediática sobre Karen Kempner, la madre de, posiblemente, el más famoso e influyente titán de la tecnología en el mundo actual: el director ejecutivo de Facebook (NASDAQ: FB) Mark Zuckerberg. Y al parecer, ella quiere que sea así.
Kempner fue “una estudiante universitaria de Brooklyn College” cuando conoció a su esposo, Edward Zuckerberg, estudiante de odontología en la Universidad de Nueva York, en una cita a ciegas, según informa la revista New York. Descrita como “cálida, con un acento marcado de Queens”, ella y Edward se casaron en 1979 y se trasladaron a White Plains, Nueva York – cerca de la universidad donde ella estaba estudiando para ser psiquiatra. Juntos tuvieron cuatro hijos.
Después de graduarse, no se dedicó a la psiquiatría durante mucho tiempo. En vez de la práctica privada, ella eligió trabajar como gerente de oficina de la clínica dental de su marido, que estaba en la casa que habían comprado en Dobbs Ferry, Nueva York, poco después de casarse. A pesar de tener aparentemente 60 $ millones en acciones de Facebook, la pareja sigue viviendo allí actualmente.
Durante una entrevista de radio, alguien le preguntó a Edward si su esposa había trabajado cuando sus hijos eran jóvenes. Él respondió:
“Mi esposa era una súper mujer. Se las arregló para trabajar y estar en casa”.
No hay duda de que el director ejecutivo de Facebook comparte esta alta estima por su madre. Durante la reunión con el primer ministro de la India en 2015, uno de los temas que le preguntó al primer ministro fue acerca de su madre.
Y la elección de esposa por parte de Mark también resulta bastante reveladora. Al igual que su madre, Priscilla Chan, con quien se casó en 2012, es una médica discreta que evita estar en el punto de mira de los periodistas.
4. Mary Maxwell Gates: Una filántropa y mujer de negocios feroz
Cuando habla de su madre, el fundador de Microsoft (NASDAQ: MSFT) , Bill Gates, actualmente el hombre más rico del mundo, con un valor estimado de 76.700 millones de dólares, ha hablado a menudo de una carta que le escribió a su novia Melinda el día antes de su boda.
“De aquellos a los que se les da mucho, también se espera mucho”, decía su carta.
Mary Maxell Gates, un filántropo desde hace mucho tiempo, murió de cáncer de mama seis meses después a la edad de 64 años. Gates mantuvo la carta de su madre, y su rápida incursión en el mundo de la filantropía, fundando la Fundación Bill & Melinda Gates con la ayuda de su padre, se debe a la influencia de su madre, una formidable mente de negocios por derecho propio.
Mary fue una estudiante sobresaliente en el instituto y en la universidad, donde conoció a su marido, un abogado. Tuvieron tres hijos. Ella se dedicó al voluntariado y participó en las juntas de numerosas organizaciones prominentes, incluida United Way, donde fue por primera vez presidenta de la junta, y más tarde se convirtió en la primera mujer al frente de la junta directiva. Convenció a su hijo, que era director ejecutivo de Microsoft en ese entonces, para que comenzara la campaña Employees Giving, en la que los empleados de la compañía podrían recaudar fondos para United Way y otras organizaciones benéficas. (Más tarde Gates se convirtió en miembro de la junta directiva).
La lista de consejos en los que participa es impresionante y cuando fue nombrada miembro del consejo de regentes de la Universidad de Washington en 1975, encabezó el movimiento que perseguía la política del apartheid en Sudáfrica.
Según su hija, Libby Armintrout, era una madre muy comprometida y tenía grandes expectativas de todos sus hijos.
“No sólo las calificaciones y ese tipo de cosas, sino cómo nos comportamos en público, cómo nos relacionábamos con otras personas”, dice Armintrout.
Bill y su madre chocaron repetidamente durante su educación y en la edad adulta, sin embargo no hay duda de ella siempre lo ha apoyado. Cuando su hijo abandonó Harvard para crear Microsoft en 1975, utilizó una conexión que tenía en la junta de United Way para ayudar a su hijo a conseguir su primera gran cuenta en IBM (NYSE: IBM): desarrollar un sistema operativo para el primer ordenador personal de IBM .