¿Qué costarían 5 de tus productos favoritos si se fabricaran en EE. UU.?
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Los planes de Trump en materia económica afectarían no solo al coste de dispositivos electrónicos como smartphones y televisores, sino también al de la ropa, los zapatos e incluso al de los paneles solares.

En el primer discurso desde su victoria – publicó un video de YouTube de dos minutos y medio el 21 de Noviembre – el presidente electo Donald Trump se adentró directamente en la cuestión del comercio.

En su primer día en el cargo, Trump anunció que tiene previsto "emitir una notificación de la intención de retirarse de la Asociación Transpacífica, un desastre para nuestro país".

Los acuerdos de libre comercio como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés) y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) desempeñaron un papel destacado en el mensaje de campaña de Trump. Aunque el TPP no está ya en vigor, Trump ha culpado constantemente al TLC y a otros acuerdos comerciales por enviar demasiados puestos de trabajo al extranjero y perjudicar la economía de Estados Unidos.

Aunque existe un amplio apoyo para aumentar el poder de fabricación estadounidense en general, los productos hechos en Estados Unidos son inevitablemente más caros que los fabricados en países donde la mano de obra es más barata, como China, Vietnam y México. Si la producción de artículos populares como iPhones y zapatillas de deporte se llevara a cabo en el país de origen de la empresa en lugar de en el extranjero, sus precios aumentarían considerablemente.

Esto es lo que costarían cinco de tus productos favoritos si se fabricaran en Estados Unidos.

iPhone

Durante su campaña, Trump sugirió que su administración podría conseguir que Apple (NASDAQ: Apple [AAPL]) fabricara sus ordenadores y dispositivos en Estados Unidos en lugar de en otros países. Nikkei Asian Review informó la semana pasada que la ensambladora de Apple Foxconn ha estado estudiando la posibilidad de trasladar la producción del iPhone a Estados Unidos. Sin embargo, otra fuente dijo a Nikkei que el coste de un iPhone "sería más del doble" si eso llegara a suceder.

Una evaluación realizada por Marketplace investigó el coste hipotético de un iPhone fabricado en Estados Unidos y llegó a una estimación similar. Si todos los componentes se fabricaran en Estados Unidos, sugieren, el coste podría alcanzar los 600 dólares, lo que significa que el teléfono podría venderse en las tiendas a unos 2.000 dólares.

Según un análisis diferente publicado en el MIT Technology Review, si el montaje del iPhone se realizara en Estados Unidos pero los componentes todavía se obtuvieran a nivel mundial, el coste de la fabricación de teléfonos (actualmente estimado en unos 230 dólares) aumentaría aproximadamente un 5%. No obstante, si los componentes se fabricaran en Estados Unidos (con materias primas compradas en el mercado global), eso sumaría 30 o 40 dólares adicionales al coste de fabricación del dispositivo, un incremento que luego se reflejaría en los márgenes minoristas.

Dan Panzica, analista jefe del Outsourced Manufacturing Intelligence Service del IHS Markit Technology, sugiere que estas estimaciones pasan por alto un problema mayor y dice

"Lo que la gente echa en falta en cuanto a traer algo que es un producto de gran volumen como cualquier teléfono a Estados Unidos es: ¿Dónde va a conseguir empleados?"

Panzica, que trabajaba en Foxconn, estima que la mano de obra china necesaria para fabricar los componentes y montar los teléfonos asciende a un total de 150.000.

Si coges a todos los trabajadores de GE, GM y Ford, aún siguen siendo un 20% menos que los existentes en las cuatro fábricas de Foxconn. ¿Qué ciudad podría mantener una fábrica de 60.000 personas?", pregunta.

Además, añade Panzica, para empezar la infraestructura para estos tipos de electrónica nunca estuvo en Estados Unidos, por lo que el concepto de traerla de vuelta realmente implicaría construir desde cero toda la red de fabricación que ha crecido en Asia en las últimas décadas. Según él, reconstruir ese tipo de infraestructura en Estados Unidos será realmente muy difícil.

Pantalones vaqueros

Panzica sugiere que los costes de la ropa podrían aumentar aún más que los de los productos electrónicos si se fabrican en Estados Unidos. Para un dispositivo como el iPhone, dice, la mayoría del coste está en sus materiales. Sin embargo, los materiales para elaborar las camisas y los pantalones son baratos – la mano de obra constituye la mayor parte del coste de producción. Según él, es por eso que las empresas de ropa han enviado la fabricación al extranjero:

"Si nos fijamos en las tasas de mano de obra en algunas de las zonas realmente baratas, como Vietnam donde está a 2,50 dólares y Bangladesh a 1,80 dólares la hora".

En comparación, los analistas del IHS calculan la tasa de mano de obra en Estados Unidos a 25- 30 dólares la hora (un número que tiene en cuenta los costes más allá de los salarios de un empleado). Panzica dice:

"Así que incluso si hay una hora de trabajo en una blusa o una camisa de hombre, ahora está hablando de una gran diferencia de 25 dólares por prenda".

Esa lógica se refleja en las líneas "Hecho en Estados Unidos" vendidas por varias empresas de ropa estadounidenses.

Los "vaqueros originales" de Levi cuestan alrededor de 128 dólares. Pero los mismos pantalones de la colección "Hecho en Estados Unidos" de la empresa, que utiliza denim de primera calidad de Cone Mills de Carolina del Norte, se vendieron en Internet por 348 dólares. (Pero en estos momentos se venden por 104,90 dólares).

Televisores

Durante su campaña presidencial, Donald Trump señaló en un comunicado que Estados Unidos ya no fabrica televisores: "Nos gustaría fabricarlos, solíamos hacerlo. Pero esos días se han terminado".

Los participantes del proyecto Politifact comprobaron esta afirmación y averiguaron que era cierta. Según ellos, todos los componentes electrónicos de las televisiones provienen de Asia.

Panzica dice que el volumen y los costes de envío de los televisores se prestan a una práctica en la que una empresa subcontrata la producción a una instalación más cercana a su país de origen. Según él, hay algunos ensambladores de televisión en México.

Sin embargo, al menos algunas compañías montan los componentes en Estados Unidos. La más grande y conocida es Element Electronics, cuyos televisores se venden en tiendas como Walmart y Target.

Los televisores de Element están entre los dispositivos más baratos del mercado, a pesar de que se montan en Winnsboro, Carolina del Sur. Un televisor inteligente de ultra alta definición de 42 pulgadas se vende actualmente a 329 dólares en Target, lo que es comparable al precio de un modelo Westinghouse similar (299 dólares, con una rebaja de 449 dólares). Y una televisión Element de 32 pulgadas cuesta 129 dólares (rebajada a partir de 179 dólares), que no se diferencia mucho del televisor inteligente Roku de 32 pulgadas de la popular marca de bajo costo china TCL, que se vende a 169 dólares.

Zapatillas

Según el grupo pro-comercio de distribuidores de calzado y minoristas de Estados Unidos, un gran porcentaje de calzado se fabrica en los países asiáticos incluidos en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica y aproximadamente entre el 97 y el 99% del calzado deportivo que se vende en Estados Unidos se produce en otros países.

El TPP habría reducido o eliminado los aranceles para los zapatos importados de Vietnam y otros países, lo que podría haber disminuido el coste total de las zapatillas deportivas en Estados Unidos. Empresas como Adidas y Nike, que cuentan con 26 fábricas de calzado en Vietnam, apoyaron el acuerdo comercial.

Sin embargo, New Balance se opuso al acuerdo. En su página web, la compañía alardea de que fabrica 4 millones de pares de calzado deportivo al año en Estados Unidos. New Balance etiqueta sus pares fabricados en el país para los consumidores, lo que también pone de manifiesto la diferencia en el precio entre esos zapatos y los fabricados en el extranjero.

Los zapatos de New Balance varían en el precio desde 65 a 399 dólares, pero los pares fabricados en Estados Unidos cuestan 165 dólares y pueden llegar a los 399 dólares. (De hecho, el par más caro en la página web de New Balance está hecho en Estados Unidos). Eso significa que ninguno de los pares de menor precio se produce en el país.

Un contraste similar se ve también en los zapatos de Reebok. La empresa fabrica la línea Postal Express en Estados Unidos y está diseñada específicamente para satisfacer las necesidades de los trabajadores postales. Pero el precio de los zapatos oscila desde los 167 a los 230 dólares, mientras que el calzado deportivo regular de Reebok cuesta entre 80 y 165 dólares.

Paneles solares

Muchos ecologistas se opusieron al TPP por temor a que pudiera aumentar las exportaciones de combustibles fósiles y fomentar una mayor extracción de carbón, petróleo y gas, lo que provocaría un incremento de las emisiones. Sin embargo, otros analistas del comercio han sugerido que los acuerdos de libre comercio pueden hacer que las energías renovables sean más accesibles.

Joshua Meltzer, miembro senior del programa de Economía Global y Desarrollo en la Brookings Institution, dice:

"El TPP específicamente hizo un poco en lo que se refiere al clima - redujo los aranceles de manera significativa en el acceso a las tecnologías climáticas. Sin el TPP, no tendríamos eso... Por lo que hace que el abordar el cambio climático sea un poco más caro”.

En el caso de los paneles solares, los fabricados en el país son más caros que los importados del extranjero. Un panel mono de 330 vatios de Canadian Solar (NASDAQ: CSIQ) - que fabrica la mayoría de sus paneles en China y Vietnam - cuesta 69 centavos por vatio. SolarWorld, uno de los mayores fabricantes de paneles solares domésticos, vende un panel mono de 300 vatios similar por 85 centavos por vatio. Teniendo en cuenta que el hogar típico usa 7.000 vatios de energía solar, esa diferencia se traduce en una diferencia de precio de 1.120 dólares.

Suniva, una compañía de paneles solares domésticos con sede en Atlanta, vende un panel mono de 330 vatios similar por 1 dólar por vatio, lo que crea una diferencia de precio aún mayor.

Meltzer señala que los futuros acuerdos comerciales podrían ir aún más lejos para reducir los aranceles sobre los productos y servicios ecológicos, o incluso crear subvenciones para promover resultados que sean beneficiosos para el clima.

"No hay nada malo en volver a pensar en diferentes enfoques del comercio. No diría que siempre acertamos y que no hay mejoras que se puedan hacer”, dice. Sin embargo, añade que las promesas de Trump de interrumpir el libre comercio podrían tener consecuencias negativas graves. Y concluye:

"Esto le saldrá muy caro a Estados Unidos si realmente seguimos por ese camino".

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