La cruda realidad sobre los que creen firmemente en el principio "Todo el mundo debería saber lo que sucede en el mundo".
1. Mejora tu salud
Un síntoma común de dejar de ver las noticias es una mejora en el estado de ánimo. Los adictos a las noticias dirán que es porque has escondido la cabeza bajo tierra.
Pero eso sugiere que las noticias son el equivalente a sentir el aire fresco. No se dan cuenta de que toda la información que puedes obtener sobre el mundo de la noticia ni siquiera está cerca de ser una imagen representativa de lo que está sucediendo en el mundo.
A las noticias no les interesa crear una imagen exacta. Seleccionan lo que es 1) inusual, 2) horrible, y 3) probablemente vaya a ser popular. Así que la idea de que puedas obtener una imagen significativa del “estado del mundo” viendo las noticias es absurdo.
Los que seleccionan las noticias explotan nuestro sesgo de negatividad. Hemos evolucionado para prestar más atención a lo que es espeluznante y enfurecedor, pero eso no significa que cada caso de miedo o enfado sea útil. Una vez que has dejado de ver las noticias, se hace evidente que un objetivo principal de las noticias – no un efecto secundario incidental – es agitar y consternar al espectador.
Lo que aparece en las noticias no es “el conjunto de preocupaciones de la persona concienzuda”. Lo que aparece es cualquier cosa que venda, y lo que vende es el miedo y el desprecio hacia otros grupos de personas.
Filtra la información. Puedes obtener mejor información sobre el mundo a partir de fuentes más profundas, que tardaron más de medio día en escribirse.
2. En realidad nunca estuviste logrando nada viendo las noticias
Si le preguntas a alguien qué beneficios obtienen viendo las noticias, oirás vagas ideas como: “Es nuestro deber cívico mantenernos informados” o “Necesito saber lo que está pasando en el mundo”, o “No podemos ignorar sin más estos temas”, pero ninguna de estas razones responde a la pregunta.
“Estar informado” suena como un logro, pero implica que cualquier información sirve. También puedes estar informado leyendo un horario de autobús.
Un mes después de haber dejado las noticias, es difícil nombrar algo útil que nos hayamos perdido. Queda claro que esos años viendo noticias no significaron prácticamente nada en términos de mejora de calidad de vida, conocimiento duradero o nuestra capacidad para ayudar a otros. Por no hablar del coste de oportunidades. Imagínate si hubieras pasado ese tiempo aprendiendo un idioma, o leyendo libros y ensayos sobre algunos de los temas que mencionan en las noticias.
Verás que tu abstinencia a las noticias no afectó a los resultados de la reunión del Consejo de Ministros, y que las labores de ayuda en una zona arrasada por un desastre se llevaron a cabo sin tu participación, como ocurre siempre. Y resulta que tu afición de vigilar el “estado del mundo” en realidad no te ha afectado en nada al mismo.
Hemos heredado de alguna parte – quizá de la época en que sólo había una hora de noticias al día – la creencia de que tener una conciencia superficial de los temas más populares del día es de alguna manera útil para los más afectados por ellos.
3. La mayoría de las conversaciones relacionadas con eventos actuales implican solo a personas que hablan sin tener ni idea de lo que están diciendo
“¡Porque te ayuda a participar en las conversaciones cotidianas!” es una respuesta pobre pero al menos significativa a la pregunta “¿Qué se consigue?”. Pero cuando dejas de jugar al juego de los acontecimientos actuales y observas a otros hablando de ellos, puede que notes que casi nadie sabe realmente de lo que está hablando.
Hay un abismo extraordinario entre tener una comprensión funcional de un tema y echar un rápido vistazo a las noticias. Esto es especialmente cierto cuando alguna vez te encuentras en una conversación sobre un tema del que resulta que sabes mucho. Es bastante gracioso cómo la gente está dispuesta a hablar con valentía sobre temas con los que no está familiarizada.
Sienta bien hacer comentarios hirientes y tomar posiciones duras, incluso cuando estamos equivocados y las noticias nos ayudan a eso. Cuanto menos sepas sobre un tema, más fácil es hacer declaraciones audaces sobre él, porque en la distancia del telediario todavía parece lo bastante blanco y negro como para que puedas sentirte seguro sobre lo que debe ocurrir después.
Tal vez la última cosa que el mundo necesita sea otro debate sobre el problema x entre dos personas que aprendieron sobre él de un telediario –al menos si estamos tratando de mejorar las relaciones entre personas de diferentes grupos.
4. Hay maneras mucho mejores de "estar informado"
Todos queremos vivir en una sociedad bien informada. Las noticias informan a la gente, pero no creo que las informe especialmente bien.
Existen muchas fuentes de "información". La parte posterior de tu bote de champú contiene información. Hoy en día hay mucho más de lo que podemos asimilar, por lo que tenemos que elegir lo que merece nuestro tiempo. Las noticias proporcionan información en una cantidad infinita pero de profundidad muy limitada, y está claramente destinada a agitarnos más que a educarnos.
Cada minuto que pasa viendo noticias es un minuto que pierde aprendiendo sobre el mundo de otras maneras. Los estadounidenses probablemente ven cientos de millones de noticias cada día. Eso, entre otras cosas, constituye muchos libros no leídos.
Lee tres libros sobre un tema y sabrás más sobre él que el 99% del mundo. Ve las noticias todo el día durante años y tendrás un conocimiento distante de miles de historias, al menos durante las pocas semanas en las que cada una es popular.
Si solo nos preocupamos por la amplitud de la información, y no por la profundidad, no hay mucha diferencia entre "mantenerse informado" y mantenerse mal informado.
5. "Estar preocupados" nos hace sentir que estamos haciendo algo cuando no estamos haciendo nada
Las noticias tratan sobre injusticias y catástrofes y, naturalmente, nos sentimos incómodos ignorando historias en las cuales se está lastimando a gente. Tan superficiales como los telediarios puedan ser, los sucesos sobre los que informan son (generalmente) reales. Mucho más real de lo que incluso pueden parecer a través de la televisión. Muchas personas están sufriendo y muriendo constantemente e ignorar una descripción de cualquiera de ese sufrimiento, incluso una descripción cínica y manipuladora, nos hace sentir culpables.
Creemos que lo menos que podemos hacer es no ignorarlo. Así que lo vemos en televisión, con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta. Pero permanecer con este nivel de "preocupación" no ayuda realmente a nadie, excepto tal vez a aliviar nuestra propia culpa un poco.
Y me pregunto si hay un tipo de "efecto de sustitución" en funcionamiento aquí. La sensación de "al menos me preocupo" puede en realidad impedirnos hacer algo concreto para ayudar, porque mirando con compasión no tenemos que enfrentar la realidad de que no estamos haciendo absolutamente nada al respecto.
Observar cómo avanzan los desastres, aun cuando no hacemos nada, al menos nos hace sentir un poco más compasivos que apagando la televisión. La verdad es que la gran mayoría de nosotros no prestará absolutamente ninguna ayuda a las víctimas de casi todas las atrocidades que suceden en este mundo, televisadas o no. Y eso es difícil de aceptar. Pero si al menos podemos mostrar preocupación, incluso a nosotros mismos, no tenemos que aceptarlo. Podemos permanecer sin involucrarnos sin sentir que no nos involucramos.
Esta puede que sea la principal razón por la que tememos dejar de ver las noticias y podría ser la mejor razón para hacerlo.