Joshua Fields Millburn, uno de los autores del blog The Minimalists, habla sobre las cosas verdaderamente importantes que le han ayudado a lograr el éxito.
Hace poco que he cumplido los 30 y el viaje ha supuesto un largo aprendizaje. A continuación enumero 30 de las lecciones más importantes que me ha dado la vida en mis primeros 30 años en el mundo.
1. Debemos amar. Ya sabes el refrán, “Es mejor haber amado y perdido que no haber amado nunca”, ¿no es cierto? Ya lo sé, a menudo despreciamos los clichés y los quitamos de en medio, pero quizás sea una verdad tan profunda que solo podamos tratarla con aforismos. Sí, debemos amar, aunque nos rompa el corazón - porque si no amamos, nuestras vidas se esfuman.
2. El amor no es suficiente. Aunque debamos amar, el amor no es suficiente para sobrevivir: debemos demostrar a los demás con acciones que nos importan y mostrarles que los queremos. Sí, amar es un verbo.
3. La felicidad no está en venta. No podemos comprar la felicidad pero aún buscamos en los pasillos, en las estanterías y en las páginas de eBay persiguiendo algo más, o algo que llene el vacío. Sin embargo, la verdad es que las cosas no nos van a hacer felices - no a largo plazo. En el mejor de los casos, las cosas materiales nos apaciguarán. En el peor, nos arruinarán la vida: nos dejarán vacíos, nos deprimirán y nos crearán incluso más soledad - solos en un mar de baratijas. La verdad es que todos vamos a morir y el hecho de llenar nuestras tumbas con tesoros no nos salvará de este destino.
4. El éxito es una cuestión de perspectiva. Antes pensaba que tenía éxito porque tenía un trabajo con un sueldo de seis dígitos del que mis amigos y mi familia podían estar orgullosos. Pensaba que una casa con demasiadas habitaciones haría que pareciera tener más éxito, igual que un coche lujoso, un traje de sastre, un reloj caro, una gran pantalla de televisión y todas las trampas que el mundo material nos pone. Lo tenía todo, y te aseguro completamente que no me sentía un triunfador. Por el contrario, me sentía un tonto con éxito.
5. Haz que los cambios sean una obligación. Durante muchísimo tiempo quise cambiar: infeliz, insatisfecho, sin realizar, sabía que no era libre - no era realmente libre. El problema fue que era consciente de ello, pero no lo sentía emocionalmente. Las decisiones no lo son realmente hasta que se convierten en algo obligado, hasta que lo sientes en el interior de tu ser, hasta que te ves obligado a actuar. Cuando tus deberes se convierten en obligaciones, es cuando estás listo para el cambio.
6. El sentido de la vida. Vivir es dar, la mejor forma de vivir una vida que merezca la pena es muy simple: crece constantemente como individuo y ayuda al resto con sentido. Crecimiento y ayuda: ese es el sentido de la vida.
7. La salud está infravalorada. Nuestro bienestar es más importante de lo que creemos: sin salud, no importa lo demás.
8. Las cuestiones sentimentales son menos importantes. Mi madre murió cuando yo tenía 28 años. Fue un momento difícil en mi vida, pero me ayudó a darme cuenta de que nuestros recuerdos no están en nuestras cosas: están dentro de nosotros.
9. Tu trabajo no es tu misión. Al menos no lo era para mí, aunque creía que lo era durante muchísimo tiempo. Trabajé tanto que el resto de mi vida se resintió. No hay nada malo en trabajar mucho mientras no interfiera en las áreas de la vida más importantes: salud, relaciones, pasión.
10. Encontrar tu pasión es importante. La pasión no existe de antemano, esto quiere decir que puedes cultivar una pasión siempre que encuentres algo que se adapte a tus principios y deseos.
11. Las relaciones importan. Todas las relaciones - amistad, románticas o de otro tipo - son un dar y recibir constante. Para que las relaciones funcionen, las dos personas deben contribuir a ello - y obtener algo a cambio. Si solo das pero no recibes, te sientes utilizado, explotado, que se aprovechan de ti; si solo recibes pero no das, eres un parásito, un gorrón, una sanguijuela.
12. No tienes que caer bien a todo el mundo. A todos nos gusta que nos quieran - es un instinto animal - pero no puedes valorar todas las relaciones igual, y no puedes esperar que todo el mundo te quiera igual. La vida no funciona así. Cuando no le gustas a alguien, no pasa nada realmente. El mundo no se acaba. No los tienes pegados a tu cuello. En realidad, cuanto más los ignores y te dediques a tus cosas, mejor estarás.
13. Estatus no es un término adecuado. Al igual que el “éxito”, nuestra cultura pone un énfasis extraordinario en las posesiones materiales como signo de verdadera riqueza, y en realidad conozco a demasiada gente de supuesto “estatus” que es una desgraciada. No me parecen ricos. El verdadero valor de las personas no se determina por lo que poseen.
14. Los celos son un sentimiento inútil. La competencia genera celos, aunque a menudo le ponemos etiquetas más vistosas como “espíritu competitivo” o “ambición”. La realidad es que los celos son malos: no son nunca una forma de expresar lo que nos importa - es solo un canal a través del cual transmitimos nuestras inseguridades.
15. Todo el mundo adora algo. El escritor David Foster Wallace no lo pudo expresar mejor: “No hay nada como no adorar. Todo el mundo adora algo. La única elección que hacemos es qué adorar”.
16. No soy el centro del universo. Es difícil pensar sobre el mundo desde una perspectiva que no sea la nuestra propia. Siempre estamos preocupados sobre lo que está pasando en nuestras vidas. ¿Cómo está hoy mi agenda? ¿Qué pasa si pierdo mi trabajo en la siguiente ronda de despidos? ¿Por qué no puedo dejar de fumar? ¿Por qué tengo sobrepeso? ¿Por qué no soy feliz con mi vida? Somos enormemente sensibles a todo lo relacionado con nuestras vidas, pero solo somos uno de los ingredientes de una receta mucho más grande.
17. La conciencia es la libertad más preciada. El minimalismo es una herramienta que nos libera del exceso en beneficio de una vida relajada: es una herramienta dirigida a tomar un mundo aparentemente intricado y tergiversado, embarullado con sus infinitos ornamentos, para hacerlo más simple, fácil y real. Es increíblemente difícil permanecer consciente, atento y alerta. Es difícil no caer en un estado de trance, rodeado de las trampas y los obstáculos del mundo cansino que nos rodea – pero es esencial hacerlo, puesto que constituye la verdadera libertad.
18. Permanece en la montaña. Uso el término como metáfora para vivir el momento. Cuando llegas a la cima no planees inmediatamente el descenso. Disfruta de las vistas. Continúa en la montaña. Simplemente permanece allí.
19. Nos asustamos sin razón. Solo hazte esta pregunta, “¿De qué tengo miedo?“ A menudo tenemos miedo de cosas que no tienen un efecto real en nuestras vidas (o que no podemos controlar, así que nos preocupamos sin razón).
20. El cambio es crecimiento. Todos queremos resultados diferentes, y sin embargo no queremos ningún cambio en nuestra vida. El cambio significa incertidumbre, y la incertidumbre significa incomodidad, y la incomodidad no es divertida. Pero cuando aprendemos a disfrutar del proceso de cambio – cuando elegimos mirar a la incertidumbre como una variedad – conseguimos recoger los frutos del cambio. Así es como crecemos.
21. Pretender ser perfecto no nos hace perfectos. No soy perfecto y nunca lo seré. Cometo errores y tomo malas decisiones y a veces fracaso. Me tambaleo y me caigo. Soy humano - una mezcla de muchas cosas, la oscuridad y la luz - como tú. Y eres maravilloso.
22. El pasado no es igual que el futuro. Mis palabras las he dicho y no puedo esfumarlas. No puedes cambiar el pasado, de manera que es importante centrarse en el presente. Si el pasado fuera igual que el futuro, el parabrisas no te serviría para nada: simplemente conducirías con los ojos pegados al espejo retrovisor. Pero conducir así - solo mirando atrás - es la forma más segura de chocar.
23. Puede que el dolor sirva de algo, pero no el sufrimiento. El dolor nos permite saber que algo va mal: indica que debemos cambiar lo que estamos haciendo. El sufrimiento, sin embargo, es una elección, y podemos decidir dejar de sufrir, aprender la lección del dolor y cambiar el rumbo de nuestra vida.
24. La duda mata. La única persona que no te deja hacer todo lo que quieres, que no te deja ser completamente feliz, que no te permite ser sano, feliz y apasionado - eres tú mismo.
25. Es bueno esperar. A veces es bueno esperar un poco más por las cosas. ¿Por qué apresurarse si no hace falta? ¿Por qué no disfrutar del viaje?
26. La sinceridad es importante. La sinceridad, en su forma más simple, es decir la verdad – no mentir. Es extremadamente importante ser sincero, y haces daño cuando no lo eres, pero…
27. La franqueza es tan importante como la sinceridad. Ser franco es más complicado que ser sincero: ser franco implica ser sincero a la vez que pintas un cuadro exacto, disparas directo, no engañas a los demás y eres real. Ser franco es más subjetivo, y debes ser sincero contigo mismo antes de mostrarte abiertamente siendo franco. Esto no significa que debas exponer toda tu vida a los demás: algunas cosas son privadas, y también está bien.
28. Obtener la confianza de la gente. La única forma de obtener la confianza de la gente es añadiendo valor. Cuando gestionaba un amplio equipo de gente, constantemente les hacía preguntas como, “¿Qué valor has añadido esta semana?” También me hacía esa pregunta a mí mismo para compartir con mi equipo mi valor añadido esa semana. Así es como conseguí su confianza.
29. El exceso publicitario es cancerígeno. A menudo caemos en las redes de los excesos publicitarios (“Comprar más, Ahorrar más” y “¡Tres días de rebajas!”), y nos absorben las prisas a la hora de tomar decisiones sobre qué comprar, debido a la escasez y el falso sentimiento de urgencia. Sin embargo, nos podemos entrenar no solo para resistirnos al exceso de publicidad, sino para tener incluso una reacción mordaz hacia él - que provoque tal respuesta en nosotros que nos resulte poco atractivo y evitemos todo lo que sea excesivo. Cuando somos conscientes del mundo que nos rodea, podemos desarrollar una fuerte alergia a esos excesos.
30. Todavía intento encontrar el camino. No intento promulgar mis puntos de vista y opiniones como si fueran máximas en las que debas basar tu vida. Lo que me funciona a mí, puede no serte útil a ti. ¡Pero a veces incluso no me funciona ni a mí!