Cómo asumir la responsabilidad de tu vida
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Benjamin Hardy, doctor en psicología industrial y organizacional de la Universidad de Clemson, describe cómo tomar decisiones y no echarse atrás.

En su libro, Outwitting the Devil, Napoleon Hill describe una reunión que tuvo con su "otro yo", lleno de fe y con unos objetivos muy claros. Cero miedo. Cero incertidumbre.

Este otro yo se apoderó de Hill inmediatamente tras varios meses de profunda depresión. Prestó atención a cada palabra que provenía de su otro yo, por audaces que fueran. Escuchaba con suma atención, sin cuestionarse nada.

Esta voz le dijo a quién debía pedir ayuda financiera para publicar sus libros. Le dijo que tenía que reservar suites de lujo en hoteles cuando no tenía dinero para pagarlas. Le dio brillantes ideas de negocios que puso en práctica inmediatamente.

Personal y profesionalmente, Hill entró en un estado mental de poder infinito. Después de pasar más de 25 años entrevistando a la gente más exitosa de su época, había oído a otras personas hablar sobre este tipo de mentalidad, sin embargo, nunca la había experimentado en sus propias carnes. Ahora estaba disfrutando de una experiencia que validaba todo lo que había aprendido.

Muchos otros se han visto atrapados por su "otro yo". Tony Robbins explica esta noción como un proceso de 3 partes:

  1. Toma una decisión cuando las emociones son muy fuertes;
  2. Comprométete con esa decisión;
  3. Imagina que lo que has decidido ha acabado. Acabará sucediendo.

Si no tomas tus decisiones cuando te sientas apasionado y las emociones sean muy fuertes, estas serán débiles y no las mantendrás. Por el contrario, si tomas tus decisiones en un momento apasionado, seguramente serás capaz de mantenerlas.

Comprometerte con algo significa que eres capaz de ver cómo acaba. Significa que renuncias a toda ruta de escape. Quemas puentes que eliminan otros caminos que podrían distraerte. Tu decisión ha sido tomada. No hay vuelta atrás. Has superado tu punto de no retorno.

El compromiso consiste en imaginarse esas decisiones en el futuro. Especialmente cuando las cosas se ponen difíciles. Robbins dijo:

"La determinación significa que estás decidido a hacerlo. Si decides que vas a hacerlo en tu interior, entonces se hará realidad en el mundo real"

Como dijo Michael Jordan: "Una vez que tomé una decisión, nunca volví a pensar en ello".

Muy pocas personas toman este nivel de decisión.

La mayoría de la gente tiene una relación increíblemente débil con el compromiso. La gente rompe compromisos constantemente. Se mienten a sí mismos todo el tiempo.

Si no puedes confiar en ti mismo para hacer lo que te has comprometido a hacer, entonces no puedes tomar ninguna decisión. Por el contrario, vivirás en un estado de indecisión, débil e impotente.

A la mayoría de las personas les da miedo comprometerse con algo porque saben que no van a ser capaces de mantener su decisión.

Reto para los que sean capaces de entender el verdadero significado de este mensaje

Mucha gente que lea este artículo pensará que estoy siendo excéntrico. O simplemente ignorarán mis palabras. Pues bien, este artículo no ha sido escrito para esas personas.

Sin embargo, si algo dentro de ti te hace querer más en la vida, tengo un reto personal para ti.

Toma hoy una decisión. Algo que siempre hayas querido hacer o que lleves mucho tiempo planeando.

Comprométete a hacerlo.

Convéncete de que es algo que realmente quieres y que está en tu interior. Si no fuera así, no llevaría tanto tiempo pinchándote.

Según diversos estudios, cuando la gente se compromete a algo, su deseo de que los demás los vean como “consistentes” los lleva a actuar de acuerdo con ese compromiso.

El compromiso ha sido definido como algo que "anima u obliga a un individuo a llevar a cabo actos conductuales".

Por ejemplo, un estudio descubrió que las personas que se comprometieron públicamente a reciclar eran mucho más propensas a hacerlo que las que no lo habían hecho.

Cuando te comprometes a algo, desarrollas un concepto de ti mismo que se adapta a tu nuevo comportamiento. Este cambio de percepción afecta a tus cogniciones, valores y actitudes, que se adaptan a tu nuevo comportamiento. Por lo tanto, tu deseo de ser visto como coherente - en primer lugar por los demás y, finalmente, por ti mismo - cambia la forma en la que te ves.

Tu propia imagen cambia con el compromiso que has hecho. Finalmente, si tu comportamiento coincide con tu compromiso durante un período de tiempo suficiente (según este estudio, alrededor de 4 meses), tus actitudes también cambiarán.

¿Fingir hasta que lo consigas?

No.

Toma la decisión que desees. Tu determinación y compromiso te ayudarán a alcanzar tu objetivo y te cambiarán.

Esto no es fingir nada. Es vivir con intención. Es vivir con un propósito definido.

Entonces, ¿cuál es el desafío?

Comprométete públicamente a algo hoy. No seas imprudente o impulsivo. Piénsatelo durante un rato. ¡Prepara un plan! No tiene por qué ser demasiado elaborado. Al menos piensa en tu objetivo y en los pequeños logros secundarios necesarios para alcanzar la meta final.

Los estudios han descubierto que la búsqueda no planificada de recompensas es el camino más rápido hacia el comportamiento impulsivo.

No empieces la casa por el tejado.

Pero toma una decisión.

Hazlo de forma pública.

Luego crea unas condiciones que te ayuden a alcanzar tu objetivo. Elimina todos los caminos que no te lleven a ninguna parte. Solo deja el camino que te lleve a tu objetivo.

Conviértelo en un hábito, en tu mayor devoción.

Pronto te darás cuenta de que actuando siguiendo estas sutiles impresiones aumentará tu confianza. Tomarás decisiones más fuertes porque tú mismo serás más fuerte.

Fuente: Inc

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