Mientras Corea del Norte continúa amenazando con recurrir a las armas nucleares, el país sigue siendo un misterio para muchos.
El gobierno norcoreano es famoso por su hermetismo. Al entrar en el país, los visitantes reciben instrucciones sobre lo que puede y no puede ser fotografiado. Los agentes de aduanas inspeccionan tu teléfono y otros dispositivos digitales, incluyendo cámaras, tablets y tarjetas de almacenamiento.
Estas restricciones estimularon al fotógrafo de Getty Xiaolu Chu a viajar en tren por el país en agosto de 2015, documentando la vida cotidiana a través de su teléfono. No se atrevió a utilizar una cámara profesional, ya que los locales lo denunciarían a la policía.
Aunque algunas imágenes fueron borradas para no tener problemas con la policía, Chu han compartido algunas instantáneas.
Chu decidió tomar el camino largo para hacer su visita a Corea del Norte.
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La mayoría de los turistas chinos entran en tren a través de Sinuiju o en avión a través de Pyongyang. En lugar de ello, viajó a Rusia para poder acceder al puerto de Tumangang, en el norte.
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El viaje en tren desde Tumangang a Pyongyang – la capital de Corea del Norte – dura un día. Este fue cancelado debido a una disputa entre Corea del Norte y Corea del Sur.
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“Afortunadamente, tuvimos un día entero para salir y sacar algunas fotos en el pueblo”, dice Chu.
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Vio a decenas de personas viviendo en la miseria más absoluta. Muchas pidieron dinero.
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“Apenas hay gente gorda en Corea del Norte, todo el mundo está muy delgado”.
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Muchos de los edificios residenciales parecían deteriorados y con necesidad de una reparación.
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Cuando regresó a la estación de tren más tarde, vio los retratos de los antiguos líderes del país y las palabras “larga vida” escritas encima.
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Por la noche, estos santuarios eran las únicas estructuras iluminadas en el pueblo. Otros edificios permanecían en la oscuridad.
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Al día siguiente, cogió un tren con dirección a la capital de la nación.
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Un agente de aduanas a bordo comprobó su tablet para asegurarse de que no estaba habilitada para el GPS. El gobierno también bloquea las señales como medida de seguridad.
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El agente de aduanas también revisó su portátil y cámara. Chu cuenta que el agente no tenía problemas para manejar los dispositivos, con la excepción del MacBook.
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El tren siguió avanzando, permitiéndole a Chu vislumbrar el mundo al otro lado de la ventana. Este niño recogía mazorcas de maíz junto a las vías.
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Mucha gente montaba en bicicleta para moverse.
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Algunas escenas eran pintorescas. Estos niños se estaban dando un chapuzón por la tarde en un río.
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Cada vez que el tren entraba en una estación, se hacían dolorosamente visibles las pobres condiciones de vida del país. Este niño pedía dinero en una estación de Hamhung.
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Soldados del Ejército Popular Coreano descansando en las vías.
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Cada vez que salía del tren, Chu hacía fotos con su teléfono. “La DSLR es demasiado obvia para sacar fotografías en esas condiciones, ya que la gente en el pueblo se mostraban extremadamente vigilantes”.
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Varios locales lo denunciaron a la policía. “Un policía y un soldado nos detuvieron y revisaron nuestro teléfono móvil. Escondí la mayoría de las imágenes, pero se borraron algunas fotos”.
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La oficina de turismo anima a los visitantes a sacar fotos de grupos de estudiantes haciendo ejercicio. Estos niños estaban ensayando para una celebración del 70 aniversario del Partido de los Trabajadores de Corea.
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Fotografías de las protestas antiestadounidenses también son bienvenidas. Estos estudiantes marchaban contra Corea del Sur y Estados Unidos.
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Finalmente, Chu llegó a la estación de Pyongyang.
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Los periodistas de Business Insider le preguntaron a Chu si tenía miedo de ser perseguido por publicar las fotos de su viaje.
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“No, en absoluto”, contestó.
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