En su libro “Dictator’s 'Dinners: A Bad Taste Guide to Entertaining Tyrants” (Cenas de dictadores: Una guía de mal gusto para entretener a los tiranos), Victoria Clark y Melissa Scott ofrecen información sobre el comportamiento en la mesa de los dictadores y sus caprichos gastronómicos, así como interesantes recetas de algunos platos.
A Kim Jong Il le encantaba la sopa de aleta de tiburón y exigía que todos los granos de arroz en su plato fueran iguales
Comidas preferidas: Los alimentos favoritos de Kim Jong Il eran, según se dice, sopa de aleta de tiburón, manteca de cerdo y sopa de carne de perro, los cuales creía que le proporcionaban inmunidad y virilidad. También se decía que era un gran amante del coñac Hennessy.
Hábitos: Según dicen, tenía un equipo considerable de mujeres que se aseguraban de que cada grano de arroz que le sirvieran era idéntico en tamaño, forma y color.
Adolf Hitler era vegetariano y en los últimos años de su vida solo comió puré de patatas y caldo
Comidas preferidas: El vegetarianismo de Hitler se ha atribuido a razones ideológicas, pero también puede haber sido motivado por su creencia de que una dieta sin carne aliviaría su flatulencia crónica y estreñimiento. Al final de la Segunda Guerra Mundial, Hitler solo comía puré de patatas y caldo claro.
Hábitos: Hitler era tan paranoico con respecto a ser envenenado con su comida, que tenía un equipo de 15 catadores de comida. Si ninguno de ellos caía muerto después de 45 minutos, procedía a comer.
Josef Stalin amaba la cocina tradicional georgiana, y uno de sus chefs personales fue el abuelo de Vladimir Putin
Comidas preferidas: Stalin era aficionado a la cocina tradicional georgiana, en la que están muy presentes las nueces, el ajo, las ciruelas, las granadas y el vino.
Hábitos: Le gustaban los juegos de beber y participar en cenas de seis horas, preparadas por sus cocineros personales, uno de quién era el abuelo del actual presidente ruso Vladimir Putin, Spiridon Putin.
A Benito Mussolini le encantaba el ajo y cenar en casa con su familia
Comidas preferidas: Mussolini prefería una simple ensalada de ajo picado con aceite y zumo de limón fresco. Pensaba que la comida francesa era “no valía nada”.
Hábitos: Mussolini prefería comer en casa con su esposa, Rachele, y sus cinco hijos. Una comida típica en la casa de Mussolini era puntual, con todos sentados y servidos en la mesa antes de su llegada.
Idi Amin supuestamente comía hasta 40 naranjas al día y le gustaba la comida del KFC y el té británico
Comidas preferidas: A Idi Amin le encantaba la carne de cabra asada, la yuca y el pan de mijo. Según dicen, comía hasta 40 naranjas al día, pues pensaba que eran la “Viagra de la naturaleza”. También existían rumores de que era caníbal. Más tarde, cuando vivía en el exilio en Arabia Saudí, dicen que le encantaba deleitarse con pizza y pollo de Kentucky Fried Chicken.
Hábitos: Durante un tiempo, a Amin le gustó todo lo británico, incluido el té de la tarde.
A Pol Pot le gustaba comer estofado de cobra
Comidas preferidas: Venado, jabalí, serpiente, fruta fresca, brandy y vino chino. Al parecer también le gustaba el estofado cobra.
Hábitos: Pol Pot disfrutaba de comidas lujosas mientras que aquellos que sufrían bajo su régimen solo tenían permitido beber agua con unos pocos granos de arroz.
A Nicolae Ceauşescu le gustaban la lasaña vegetariana y las ensaladas sencillas
Comidas preferidas: A Ceauşescu le gustaba la lasaña vegetariana con huevo batido en crema agria, carpa al horno al estilo rumano y las ensaladas simples de tomate, cebolla y feta con bistec.
Hábitos: Ceauşescu era famoso por evitar los alimentos que no habían sido probados por expertos. Tiraba al suelo la comida que se le servía en los eventos formales y la enviaba lejos de una patada.
A Francisco Macías Nguema le gustaba el té hecho con la planta de cannabis y corteza de raíces con propiedades alucinógenas.
Comidas preferidas: Le gustaba el bhang, un té hecho con las hojas de la planta de cannabis, y la iboga, una corteza de raíz con propiedades alucinógenas.
Hábitos: No se sabe mucho sobre los hábitos alimenticios de Nguema. Sin embargo, existían rumores de que era caníbal y guardaba cráneos en su frigorífico.
La esposa del gobernante haitiano François “Papa Doc” Duvalier, tenía que darle de comer con cuchara debido a sus múltiples dolencias.
Comidas preferidas: Nada abundante. Durante la época en que estuvo en el poder a finales de los años 50, era ya diabético y tenía problemas cardíacos y artritis. En su último año, 1971, su esposa tenía que darle de comer con cuchara.
Hábitos: Su idea de entretenimiento después de la cena consistía en bajar a un calabozo con paredes pintadas de rojo sangre, para ver a través de una mirilla cómo torturaban a sus enemigos.