Este bar con estilo Art Deco es famoso por su tarjeta de bebidas única, su lujoso diseño y sus maestros de la bebida, capaces de explicarte cualquier bebida de su carta de 60 páginas.
El Atlas bar de Singapur se alberga en un espacio Art Deco de casi 700 metros cuadrados y se propone ser un serio rival de Raffles, gracias a su carta de ginebras de primera calidad.
Para los turistas de Singapur, viajar al Long Bar del Raffles Hotel es todo un ritual de iniciación, donde se puede sentar en un taburete acolchado y degustar un Singapore Sling de color rojo cereza en un edificio de 130 años de antigüedad y que debe su nombre al fundador del edificio.
Pero hay un chico nuevo en la ciudad. El Atlas, que se alberga en lo que los locales llaman de forma afectuosa el “Edificio Batman”, por sus similitudes con la Torre Wayne de Gotham City, presume de tener la mayor colección de ginebras. Su propietaria, Vicky Hwang, piensa que tras una reforma de cinco meses y dos años de proyecto, el espacio Art Deco de casi 700 metros cuadrados podrá competir con Raffles gracias a su amplia carta de 1.011 botellas que sigue en aumento.
La carta de bebidas de Atlas está actualmente en proceso de elaboración pero ya se extiende a 60 páginas, y eso sin las notas de cata. (El bar espera finalizarla en mayo). En ella se puede encontrar la ginebra seca Ki No Bi Kyoto, producida en la primera destilería japonesa destinada a esta bebida, situada en el sur de Kioto, que emplea elementos botánicos japoneses como la hoja de sansho, col kinome y peladura de yuzu. Si prefiere un estilo más seco, decántese por la Forest Dry Gin Quersus, una ginebra clásica belga envejecida en una antigua barrica de vino blanco Montrachet que destaca notas de pera, lavanda y fermento de especias.
Jason Williams, el maestro de la ginebra en Atlas, describe la colección como “una de las más grandes y diversas del mundo en cuanto a ginebras de calidad, y físicamente conservada a conciencia”. Incluye la Pollination Gin, fabricada en la Dyfi Distillery de Gales Central que emplea elementos botánicos recopilados de la Reserva de Biosfera Dygi reconocida por la Unesco. La ginebra llamada Gin La República - Andina, es una ginebra de Bolivia destilada a 4.000 metros sobre el nivel del mar, que emplea ingredientes andinos como la ulupica, la huacataya, la quirquiña y la k’oa.
Un factor común a todas la botellas de la colección es la intensidad. Todas tienen como mínimo un 40% de alcohol, según Williams:
“La ginebra es mejor cuanto más intensa. Se perciben los botánicos como si fueran perfume”.
La mejor de las colecciones se muestra en la torre de ginebras de tres pisos, con columnas talladas en madera y estanterías de cristal, que se erige como eje central de la sala.
En la anterior encarnación del local, la torre era un refrigerador para el vino. Cuando un cliente elegía una botella de la zona más alta, un “ángel del vino” que atendía en la barra, era concedido el don de llevar dos alas y después era elevado mediante un sistema de polea que lo llevaba a la estantería de la que cogía la botella. “En aquel momento era increíble. Doce años más tarde era un simple efecto”, comenta Hwang.
Con ayuda de los amigos
Manejar más de 1.000 ginebras entre las más destacadas del mundo, no es fácil. Tras elaborar un amplio inventario de las mejores botellas del mundo, la parte más dura fue conseguirlas. Aunque muchos destiladores estaban encantados de presentar una de sus botellas para la colección, otros lo ponían más difícil así que a Atlas se le ocurrió una solución innovadora - emplear un rebaño de “mulas de carga”, amigos y familia en todo el mundo, para traer las ginebras al país.
“Siempre que venía alguien a Singapur y necesitábamos una botella, se lo decíamos, la compraba y nos la traía”, comenta Hwang. “Teníamos mulas de carga desperdigadas por todo el mundo para transportarnos la ginebra”.
Sentarse cómodamente
Hwang volaba a España mientras se compraban los lujosos muebles que servirían para equipar el bar, de manera que pudo sentarse en ellos y comprobar personalmente si su mobiliario era lo suficientemente cómodo para sus clientes.
Se describe a sí misma en broma como una “cliente forofa” de la firma de diseño Hassell, que trabajó con Hwang durante la reforma. “Llegué al punto de que veía una foto y era algo así como quiero este asiento, o la alfombra tiene que ser como esta”. El aspecto del recibidor sufrió un importante cambio, solo las paredes y el techo permanecieron intactos.
Hwang no menciona cuánto le costó la renovación, ni qué expectativas de beneficio tiene el bar. Solo revela que paga el alquiler como cualquier inquilino. Diane Aw, jefa de servicios de comercio en la inmobiliaria de Singapur Colliers International, estima que el espacio tiene un alquiler de cerca de 74.000 dólares (52.700 dólares estadounidenses) al mes, teniendo en cuenta su localización, su grandiosidad Art Deco y el número limitado de bares que podrían tener capacidad para adaptarse a ese espacio.
La alternativa sin ginebra
Si su idea es más bien una buena copa en la que degustar una bebida burbujeante que ha yacido en el fondo de mar durante 75 años, Atlas se lo ofrece gracias a una selección de botellas de champagne raro directamente traídas de la colección del tío George de Hwang.
¿Entre estas botellas? Champagne procedente de un naufragio. La historia cuenta que se trasladaban 4.400 botellas de champagne de Charles Heidsieck and Co., de 1907, al Zar Nicolás II de Rusia, cuando el carguero sueco Jönköping fue hundido por un submarino alemán.
En 1997, las tripulaciones de salvamento recuperaron alrededor de 2.000 botellas del fondo del mar cuyo contenido se había conservado a la presión perfecta debido a la oscuridad y el frío helador del agua. “Es en realidad el mismo champagne que bebieron en el Titanic”, explica Hwang.
El abuelo te observa
Subido a una estantería detrás de la barra se sostiene el retrato siempre observador del difunto abuelo de Hwang, el magnate inmobiliario de CS Hwang, fundador del Chyau Fwu Group. Actualmente, el imperio gestionado por la familia abarca una de las propiedades de inmuebles más grandes de Hong Kong, así como promociones en China y Europa.
A pesar del modesto tamaño del retrato, la presencia del difunto magnate se extiende a todo Parkview Square, donde se alberga Atlas - fue su proyecto de construcción más grande antes de su fallecimiento en 2004 a la edad de 78 años. Su legado fue la gran obsesión de Vicky Hwang, al tener que hacer pedazos el recibidor original del bar. “Cuando sacaron todo el mobiliario y comenzaron a romper el mármol, tuve literalmente un ataque de pánico”, recuerda Hwang. “Me sentía algo así como, ‘Cielos, es el mármol de mi abuelo. Si meto la pata me van a matar’”.
