¿Listo para dejarlo todo y emprender un viaje sin fin? Los viajeros profesionales, conocidos como Nomadic Matt y Adventurous Kate, comparten sus secretos, tras más de siete años llenos de experiencias.
De trabajo diario a trabajo de sus sueños
Para sus leales fans en línea, Matt y Kate Kepnes McCulley – mejor conocidos por sus nombres de usuario, Nomadic Matt y Adventurous Kate – no son los típicos viajeros.
McCulley, de 32 años, es una bloguera de viajes a tiempo completo que vive en Nueva York. Una vez se dedicó al marketing de motores de búsqueda antes de dejar atrás su oficina para realizar un viaje de seis meses al sudeste asiático.
“Esa es probablemente mi mayor motivación para viajar alrededor del mundo – intentar aprender sobre tantas cosas diferentes como sea posible”, dice Kate McCulley.
Asimismo recuerda: “Estuve ahorrando como una loca y terminé dejando mi trabajo el 14 de septiembre de 2010. En torno a un mes más tarde, volé a Bangkok. Fue una sensación increíble”.
McCulley ha estado en más de 60 países. Tiene suficientes historias para llenar las páginas de su propia novela de aventuras, desde la ocasión en que se alojó en una residencia de estudiantes en Barcelona a la vez que naufragó en Indonesia.
Ahora tiene un popular blog y se encuentra activa en las redes sociales (a más de 54.000 personas les gusta su página de Facebook, y más de 98.000 la siguen en Instagram). Gana dinero a través de una combinación de marketing de afiliación, publicidad y campañas para marcas.
Kepnes, de 36 años, tiene una historia similar. Dejó su trabajo de administrativo en Boston para convertirse en escritor (es el autor de “How to Travel the World on $50 a Day”, o cómo viajar por el mundo con 50 $ al día). Kepnes ahora vive en Nueva York y divide su tiempo entre viajes y escritura. Calcula que ha estado en 90 países.
“Siempre le digo a la gente que viajen como viven. Haz lo que te guste hacer en casa, pero en un lugar extranjero”, dice Matt Kepnes.
“En 2005 fui a Tailandia, conocí a un par de mochileros y pensé que era genial, dice Kepnes. “Me encantó la libertad que parecía dar el viajar con una mochila y me sentí inspirado a seguir sus pasos. Llegué a casa, dejé mi trabajo, y en 2006 me fui durante un año, que terminó convirtiéndose en uno y medio”.
Cuando regresó en 2008, comenzó su blog. Tiene más de 190.000 seguidores en su página de Facebook, y más de 76.000 le siguen en Instagram.
¿Qué lecciones puedes aprender de estas historias?
Fija objetivos y esfuérzate en conseguirlos
McCulley y Kepnes sabían que querían viajar y tomaron las medidas necesarias para que esto ocurriera. Como terminaron descubriendo, es importante decidir primero dónde, cuándo y por qué quieres ir.
Tener una razón te mantendrá motivado.
Entonces es el momento de fijar objetivos financieros, lo que hace que sea más fácil hacer un seguimiento de tu progreso. Kepnes recomienda dividir un objetivo financiero de gran tamaño en objetivos pequeños y que se puedan controlar fácilmente.
Digamos que quieres ahorrar 1.500 $ para un viaje y necesitas los fondos en cinco meses. Eso supone 300 $ al mes, o 10 $ al día. “La mayoría de las personas dirá: 'Bueno, probablemente pueda ahorra 10 $ al día si lo intento’”, dice.
Lección: Fija un objetivo para ti mismo y desarrolla un plan para hacer que esto ocurra. Por ejemplo, si tu presupuesto tiene suficiente margen, desvía de forma automática una parte de tu sueldo a una cuenta de ahorros.
Ahorra para el primer viaje
Uno de los mayores obstáculos que enfrentaron estos blogueros fue ahorrar dinero.
McCulley dice que “ahorró cada centavo” para financiar su primer viaje – dejando de ir al gimnasio, deshaciéndose de su cuenta de Netflix y perdiéndose cenas y salidas para beber. “Básicamente hice una auditoría de mis finanzas y calculé cuánto podría ahorrar con cada sueldo”.
Kepnes hizo sacrificios similares. Dice que trabajó durante años para ahorrar hasta 20.000 $ para su primer viaje alrededor del mundo, más 10.000 $ más para vivir cuando regresó. Su estilo de vida “pobre” incluyó trabajar horas extras y volver a vivir temporalmente con sus padres.
Ambos viajeros han aliviado su presupuesto desde entonces, pero el período inicial fue difícil.
Lección: Hacer recortes a corto plazo pueden ayudar, pero hay que ser realistas. Es posible reducir tus gastos discrecionales por un tiempo limitado si tienes un objetivo en mente; hacer un presupuesto que te limita tanto puede que no sea sostenible durante mucho tiempo.
Estudia la situación
Una vez que haya ahorrado el dinero suficiente para irte, busca la manera de reducir los costes durante el viaje.
Tras años atravesando continentes, McCulley y Kepnes se han hecho expertos en viajes asequibles. Lo más notable es que han descubierto que vivir como un lugareño puede ayudarte a ahorrar mucho. Esta es la manera:
Olvídate de los hoteles. Tanto McCulley como Kepnes se han alojado en albergues en el extranjero. Estos alojamientos pueden resultar más asequibles que las habitaciones de hotel tradicionales.
Acude a las oficinas de turismo. Kepnes piensa las oficinas de turismo son uno de los recursos turísticos más infrautilizados. Están repletos de ofertas especiales, pases de transporte y más, por lo que vale la pena hacerles una visita una vez que llegues a tu destino.
Conoce a la gente del lugar. No asumas que tienes que vivir como un viajero cuando viajas. “Creo que mucha gente asume que cuando viajas, tienes que gastar dinero”.
Lección: La forma de viajar determina lo caro será tu viaje. Cuando planifiques un presupuesto, elije el elemento más importante de tus vacaciones (el destino, el alojamiento, la comida, etc.) y está dispuesto a sacrificar el resto.
Puede que no seas capaz de ganarte la vida viajando por el mundo, pero puedes hacer de los viajes una parte de tu vida.
“Aunque tardes dos años en ahorrar para un viaje, piensa en cómo vas a gastar tu dinero, piensa en tus prioridades y piensa en maneras de decir sí, no maneras de decir no”, dice Kepnes.