No importa quién seas o lo que hayas logrado, la vida está llena de experiencias que pueden hundirte tanto que sientes que nunca podrás volver a salir a la superficie. Sin embargo, recuerda que lo más importante es tu actitud, y así es como puedes cambiar.
El sacerdote zen y educador de Harvard Robert Waldinger dirige el Estudio sobre Desarrollo Adulto de Harvard, que ha hecho un seguimiento de 724 hombres durante 75 años para entender lo que hace para una vida feliz.
Tener las comunidades y las relaciones adecuadas es la pieza clave para la felicidad. Estar rodeado de personas que están dispuestas a ayudarnos es esencial para sentirse feliz y optimista.
Además de depender de los amigos fieles y la familia, estas son 6 estrategias para lidiar con las emociones fuertes que a menudo acompañan a nuestras dificultades de la vida. Esto puede que no resuelva tu problema, pero te ayudará a lidiar con ellos mediante una visión clara. Independientemente del resultado, te ayudarán a tomar decisiones con conocimiento de causa, en lugar de decisiones basadas en el miedo.
1. Detén el diálogo interno negativo
Todos somos culpables de tener pensamiento negativos que limitan nuestra capacidad para desarrollar nuestro potencial. Podemos desafiar a nuestro diálogo interno negativo preguntándonos lo siguiente:
- ¿Qué pruebas tengo a favor y en contra de mi pensamiento?
- ¿Son mis pensamientos objetivos, o son mis interpretaciones?
- ¿Estoy sacando conclusiones negativas?
- ¿Cómo puedo saber si mis pensamientos son verdaderos?
- ¿Existen otras maneras de ver esta situación?
- ¿Es esta situación tan mala como creo?
- ¿Me está ayudando esta forma de pensar a sentirme bien o para alcanzar mis objetivos?
Reconocer que tu actual forma de pensar podría ser contraproducente a veces puede motivarte a mirar las cosas desde una perspectiva diferente.
2. No pierdas la perspectiva
Tu reto actual es un punto de luz en una pantalla de radar más grande. Es temporal y no te define. No es un reflejo de tu historia completa, fortalezas o logros.
A menudo nos concentramos en lo que hay justo delante de nosotros, olvidando las experiencias positivas que definen nuestra historia. Mantén una perspectiva integral de tu vida, y pregúntate:
- ¿Qué es lo peor que podría ocurrir? ¿Qué probabilidades hay?
- ¿Qué es lo mejor que podría suceder?
- ¿Qué es más probable que suceda?
- ¿Importará esto dentro de cinco años?
- ¿Estoy dándole demasiada importancia a este desafío?
3. Aprende de tus reacciones
“Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio está nuestro poder para elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta se encuentra nuestro crecimiento y nuestra libertad”. ~ Victor Frankl
¿Cómo estás respondiendo a tu problema? ¿Cómo aconsejarías a tu mejor amigo? Cada momento de nuestra vida, tenemos 100% de control sobre nuestras respuestas a todos los estímulos. Psychology Today comparte 5 formas de controlar mejor nuestras respuestas ante situaciones difíciles:
- Piensa en el tipo de persona que te gustaría ser
- Piensa en el significado u origen de tus reacciones
- Observa el resultado de tus reacciones
- Imagina una respuesta mejor
- Aprende un enfoque más compasivo hacia ti mismo
4. Aprende de las reacciones de la otra parte
La investigación de Harvard revela que la aplicación de la empatía en un desacuerdo es esencial para la resolución de conflictos, y es un factor crucial para tener éxito en las negociaciones.
5. Evalúa la situación desde la perspectiva de un observador externo
Convertirse en el observador significa ser lo suficientemente consciente de sí mismo, como para salir de una situación difícil para observar cómo estás reaccionando a la misma.
Significa tener un nivel de conciencia de sí mismo que, incluso cuando estás en medio de un conflicto, eres consciente de ti mismo y puedes separar tu identidad de la situación.
6. Busca ayuda de fuera
En cualquier situación en la que la experiencia personal no es suficiente, es necesario buscar consejo de mentes, formadores o asesores. Hay que suprimir el ego y pedir críticas constructivas para poder manejar mi reto de forma más efectiva, y ayudar a otros a aprender de mi experiencia.
Recuerda que no eres tu problema. El desafío es un aspecto de tu viaje, y es una fuente de crecimiento y aprendizaje. Apóyate en tus desafíos, ya que te guiarán a la mejor versión de ti mismo. Y cuando todo lo demás esté perdido, recuerda: eso también pasará.