¿Cómo no echar a perder el viaje tan esperado al corazón de EE. UU.?
En 2016, Nueva York fue visitada por un número récord de visitantes - 60 millones de personas. Y muchos de ellos han cometido los mismos errores: hacer colas kilométricas y pagar más de la cuenta por las entradas a Broadway y las copas de vino en los restaurantes.
Estos son seis de los errores más comunes cometidos por los viajeros y cómo evitarlos.
No alejarte de las zonas turísticas
Está claro que si visitas Nueva York tienes que ver los Elmos de Times Square o hacerte una selfie en el Empire State Building. Sí, la nueva Torre de la Libertad es espectacular y las vistas desde el puente de Brooklyn son incomparables. Pero si te limitas a las áreas llenas de turistas, simplemente te perderás la magia oculta de la ciudad.
Camina dos o tres manzanas hacia el oeste desde Times Square y encontrarás bares, restaurantes y cafeterías en las Avenidas Novena y Décima con un precio razonable, y lo mejor de todo, no están abarrotadas. Si te apetece un poco de carne, ve al Hallo Berlin y tómate una cerveza y unas salchichas o acércate al Ariana para disfrutar de unos increíbles kebabs afganos y un servicio amable. O, si te sientes abrumado por la ciudad y tienes ganas de playa, prueba Réunion y disfruta de la happy hour y un ambiente surfista relajado. Antes de la cena tómate un espresso de última hora o una copa de vino en Tartina.
Toma el tren 2, 3, B o C hacia la calle 110 para dirigirte a una parte menos conocida pero hermosa de Central Park en la que encontrarás una piscina que se convierte en pista de patinaje sobre hielo en invierno. Dando un pequeño paseo desde allí podrás llegar a Morningside Park y a St. John the Divine Cathedral, una de las cinco iglesias más grandes del mundo.
Si deseas echar un vistazo a un barrio más alejado, coge el tren N o R hasta Astoria (Queens) y visita Aliada, uno de los famosos restaurantes griegos del barrio, y Bohemian Hall, la cervecería más antigua de Nueva York. Si te gusta la historia y el entorno pastoral, toma el tren R hacia la 25th Street en Brooklyn hasta el cementerio de Green-Wood, lugar de descanso permanente del compositor Leonard Bernstein, del artista Jean-Michel Basquiat y de otras figuras históricas.
Si realmente quieres ir a Staten Island, puedes tomar el ferry de Staten Island de forma gratuita y disfrutar de unas increíbles vistas de Manhattan y la Estatua de la Libertad. El barrio olvidado es también el hogar de los Yankees de Staten Island, el afiliado de la liga menor de los Bombarderos del Bronx, donde podrás ver un partido de béisbol con una gran vista a una fracción del precio del Yankee Stadium.
Esperar llegar a tiempo en el metro
Según el Defensor del Pueblo de Nueva York, 75.000 trenes se retrasaron en 2016, frente a los 65.000 de 2015. Si utilizas el MTA durante un fin de semana, llegarás tarde a todos sitios. Cuando crees que estás llegando, escucharás por la megafonía que debido a unas obras vas a llegar tarde. Por lo general, alrededor de la mitad de las 25 líneas cambian su ruta o son canceladas durante el fin de semana.
Pararte en mitad de los sitios
Probablemente te pararás en mitad. Lo entendemos. Has venido de vacaciones y tienes todo el día para admirar las ventanas de Navidad en Saks o Bergdorf, o tal vez hacerte una selfie en medio de la Séptima Avenida. Lo único que te pedimos es que te muevas un poco más rápido, apártate cuando decidas detenerte de repente.
Los neoyorquinos siempre tienen prisa, ya sea para cerrar un acuerdo de mil millones de dólares o, más probablemente, llegar a El Azteca antes de que termine la happy hour de margarita congelado por 5 $.
Por lo tanto, te imploramos que te muevas y nos dejes continuar con nuestro negocio.
Pagar el precio completo de las bebidas
Una copa de vino o un martini pueden tener un precio de entre 13 $ y 35 $ en Manhattan. No es un error tipográfico. Si quieres evitar pagar más por un Pinot Grigio de lo que te costaría una botella completa, entonces debes esperar a la happy hour.
La mejor forma de encontrar una happy hour es caminar entre los bares y restaurantes y echar un vistazo a las pizarras con ofertas que suelen poner en la entrada. Uno de los mejores días de mi vida fue cuando descubrí el TGIF’s al lado de Grand Central Terminal, en el que podía tomar una copa de vino por 4 $ hasta las 8 de la tarde.
Si no tiene ganas de salir de tu hotel sin un plan, visita www.nyhappyhours.com, un sitio web que te permite introducir tu barrio, la hora del día y el día de la semana y te informa de dónde puedes encontrar ofertas especiales. O incluso mejor, esta aplicación, "Happy Hours" (desafortunadamente solo disponible para iOS) te da la misma información en tu móvil basándose en tu ubicación.
Comprar entradas en el stand de TKTS
Según Broadway League, durante la temporada 2015-2016 se recaudaron más fondos que en cualquier otro momento de su historia. En el pasado, cuando querías disfrutar de una obra de Broadway, tenías que comprar las entradas antes de tiempo y pagar el precio completo (entre 69 $ y 199 $ o más, dependiendo del espectáculo) o hacer cola en TKTS. El problema con TKTS, aparte de la espera, es que tienen una selección limitada de espectáculos, los asientos no son siempre buenos, y los descuentos no son los mejores.
Una mejor opción, si sabes lo que quieres ver, es echarle un vistazo a BroadwayBox.com o Playbill.com, que te permiten elegir el espectáculo y la fecha con antelación, y además, la variedad de asientos es bastante amplia. Ofrecen descuentos de hasta el 50%. Estos dos sitios no siempre ofrecen descuentos para todos los espectáculos, pero tienen un buen surtido. Una pista: Si vas a pasar un par de días en la ciudad, imprime el código de descuento y ve directamente a la taquilla. Evitarás las desorbitadas tarifas de Ticketmaster.
Si no te importa demasiado el espectáculo ni los asientos, otra gran opción es la aplicación TodayTix. Antes solo solía ofrecer entradas para espectáculos del mismo día o dentro de una semana, pero recientemente han aumentado el plazo a 30 días. Aunque no te permite elegir los asientos, puedes elegir el precio (orquesta, entrepiso o balcón) y promete no vender asientos malos. Al principio, resultaba un poco extraño recoger las entradas de su representante vestido de rojo en la puerta del teatro, pero el proceso fue fluido y he podido ver espectáculos como Wicked y Fiddler on the Roof sin gastar demasiado.
Hacer una cola de 2 horas por cualquier cosa
Este es opcional, ya que a los neoyorquinos les encanta hacer colas. No sé por qué, pero les gusta esperar, ya sea para entrar en Trader Joe en la calle 72 para comprar bocadillos de algas orgánicas o en Good Enough to Eat para tomarse unos huevos revueltos. No lo entiendo, ya que hay un muy buen restaurante francés, el French Roast, más arriba en la calle en el que no tienes que esperar.
Si quieres comer y no tener que esperar demasiado, siempre hay una opción mejor. Sea cual sea el restaurante en el que estás haciendo cola, busca en Internet "alternativas a [nombre del restaurante sobrevalorado]" y seguro que encontrarás algo. O simplemente cruza la calle. Es Nueva York, hay buenos restaurantes por todas partes.
Cuando se trata de modas gastronómicas - sus Cronuts, Ramen Burgers, cucharadas de masa cruda de galleta - seguro que tienes tu propia opinión. Si realmente quieres hacerte una foto con esa galleta cruda Levain, simplemente tendrás que hacer la cola.