El popular escritor y minimalista Joshua Becker nos explica lo que puedes conseguir si renuncias a las cosas que no necesitas.
Hace unos años empecé a ponerme lo mismo todos los días, una camiseta gris oscuro y unos pantalones de color caqui. Al principio empecé a hacerlo simplemente como un experimento de una semana. Quería ver lo que la gente diría y cómo reflexionaría sobre esta experiencia.
Todos los días me preguntaba cuándo me diría la gente: "¡Ya está bien Joshua! ¿Por qué te has puesto otra vez lo mismo?" Y si no mencionaban nada, ¿lo pensarían en secreto?
Aunque yo mismo había decidido ponerme la misma ropa, no pude evitar sentir la presión de cambiarme. La mayoría de nosotros estamos entrenados para buscar un nuevo atuendo cada mañana, y yo no era la excepción.
Las normas sociales y los hábitos ejercen una gran influencia en lo que compramos. Las marcas de ropa lanzan cada dos por tres nuevas colecciones de temporada y "sub-colecciones" para "refrescar" sus tiendas. Si entras hoy en una tienda y vuelves a hacerlo una semana después, es muy posible que todo haya cambiado. Podrías cambiar toda la ropa de tu armario cada mes, temporada o año.
Debido a nuestro condicionamiento, pensaba que todo el mundo estaba mirándome y juzgándome.
Sin embargo, tras una semana de experimento, absolutamente nadie me dijo nada.
Y ese silencio me liberó.
En realidad, la mayoría de la gente estaba demasiado ocupada con sus propios asuntos como para darse cuenta de que no me cambiaba de ropa, un ejemplo perfecto de lo que los psicólogos sociales llaman el "efecto de proyección".
Estas normas sociales podrían romperse, y yo podría verme liberado de estas expectativas asumidas.
Independientemente de si quieres reducir tu armario, adoptar un uniforme de vida o simplemente deseas consumir menos, estas son cinco razones por las que debes probar este experimento de una semana:
1. Reduce la fatiga de la decisión
No podemos escapar de las decisiones. Incluso mientras dormimos, estamos pensando en qué vamos a hacer a continuación. Cada opción nos cansa aún más. Las decisiones con consecuencias más grandes nos roban más energía. Cuando la gente está cansada, suele tomar decisiones a corto plazo que proporcionan una satisfacción instantánea. El consumo excesivo se hace más evidente durante esos momentos de fatiga. Aunque pueda parecer algo insignificante, elegir un uniforme para todos los días hará que tengas que tomar una decisión menos, por lo que tendrás más energía para el resto de decisiones del día.
2. Identifica lo que te queda bien, y repite
Desde que adopté un estilo de vida minimalista, me he dedicado a buscar una ropa básica que me vaya bien en todo tipo de situaciones. El outfit que más me he puesto últimamente está compuesto por una camiseta negra y unos pantalones color caqui. Llevar lo mismo durante una semana entera suponía un reto. ¿Me aburriría? ¿Realmente me quedaba bien? Curiosamente, supe reconocer qué ropa era más importante para mí. Encontrar tu "look" puede requerir cierto tiempo, pero ser capaz de identificar lo que te hace sentir seguro y cómodo te hará sentir muy bien.
3. Reduce tu armario
El minimalismo consiste en centrarse en lo que más importa y liberarse del resto. Se puede aplicar a cualquier situación, especialmente a la ropa. Con el paso de los años he aplicado activamente esta filosofía. Poco a poco me he ido quedando con la ropa importante y que siempre me pongo. Mi armario es más pequeño y está más limpio que nunca. Y cuando busco algo para ponerme, lo encuentro rápidamente.
4. Abraza la moda
Valoro la calidad de las amistades más que nada. Sobra decirlo, prefiero la calidad sobre la cantidad. Al adoptar esta misma mentalidad para la ropa, serás capaz de averiguar qué prendas son más importantes para ti.
Del mismo modo, cuando vayas a comprar ropa nueva, imagina cómo quedará en tu armario. ¿Todavía lo quieres? La moda es difícil de perseguir, y hace que gastar resulte muy fácil. En su lugar, céntrate en productos de calidad que puedan durarte años y, especialmente, en las marcas que te animan a reparar y reciclar tu ropa antes de comprar algo nuevo.
5. Menos ropa, menos lavar y planchar, más tiempo libre
Una semana más tarde, eché a lavar mi camiseta y mis pantalones vaqueros. Al utilizar menos ropa durante la semana, tenía menos que lavar. Una vez más, podía concentrarme en las cosas más importantes: pasar tiempo con mi familia. En lugar de lavar, secar y doblar ropa durante medio día, podía jugar, leer y escuchar.
Son muchos los famosos que han adoptado un armario reducido y no pocas las buenas razones por las que las personas de éxito adoptan esta filosofía cada vez más. Steve Jobs podría ser el ejemplo más conocido. En las presentaciones, conferencias y ruedas de prensa, siempre vestía un jersey negro de cuello alto, un pantalón azul y unas gafas con los cristales redondos. No alcanzó el éxito porque se pusiera la misma ropa todos los días, pero para una persona excepcionalmente ocupada, se trata de una decisión menos que tomar.
Al utilizar la misma ropa todos los días te darás cuenta de lo que realmente te importa. Y rápidamente descubrirás que no es la ropa que te pones.