A veces no nos damos cuenta de lo que verdaderamente valemos hasta que nos paramos a pensarlo detenidamente.
Pensar en lo que no tenemos y las cosas que no hemos conseguido es tan fácil que a veces ni siquiera nos damos cuenta de las cosas que sí que tenemos. Es fácil pensar que las cosas no nos van bien, pero a veces tenemos que prestar atención y medir nuestro progreso de manera más objetiva.
Estas son 12 señales que demuestran que estás haciendo las cosas mejor de lo que realmente crees. Puede que haya llegado el momento de que empieces a valorar tus puntos fuertes que dabas por sentados.
1. Aprendes de tus errores
Si eres capaz de transformar tus luchas y desafíos en importantes lecciones, definitivamente estás haciendo algo bien. Los errores tienen el poder de convertirnos en algo mejor de lo que éramos antes. Los errores son unos de los mejores maestros que te puedes encontrar. Por lo que si eres capaz de reconocerlos y aprender de ellos, entonces no estás haciendo las cosas tan mal como pensabas.
2. Buscas nuevas oportunidades
Si buscas nuevas oportunidades en lugar de sentarte y esperar que toquen a la puerta de tu casa, entonces has dado uno de los pasos más importantes hacia el éxito. Las cosas importantes no ocurren por sí solas. La vida mejora cuando tratas cada nueva oportunidad como una forma de ampliar y explorar las posibilidades que se te presentan.
3. Persigues tus pasiones
Si persigues tus pasiones y lo que deseas, ya estás en mejores condiciones que la mayoría de la gente. Las personas de éxito persiguen sus pasiones, mientras que otros se conforman con lo que tienen y no luchan por lo que desean.
4. Crees en ti mismo
Es una de esas cosas que resulta fácil de decir pero no tan fácil de hacer. Todos sentimos a veces que no somos capaces de hacer cosas, por miedo, vergüenza, o porque algo en nuestro interior nos lo dice. Sin embargo, es tu decisión ignorar estos miedos y empezar a creer en tus capacidades y tu fuerza.
5. Controlas tu forma de pensar
Nuestra vida está formada por nuestros pensamientos, y si quieres lograr grandes cosas, debes aprender a controlar tu forma de pensar - los pensamientos se convierten en acciones que te convierten en quien eres. Si consigues tener una mentalidad positiva, podrás ejercer un control positivo sobre tu destino.
6. Sigues intentándolo
Puede ser una de las decisiones más difíciles a las que te enfrentes: renunciar o esforzarte más para conseguirlo. Sin embargo, si quieres algo que nunca has tenido, tendrás que hacer cosas que nunca has hecho. Cuando dejas de intentarlo es cuando las cosas dejan de preocuparte, pero la tenacidad es el antídoto contra el fracaso - ya sea real o potencial.
7. Aceptas los desafíos
No creces como persona cuando las cosas son fáciles, sino cuando te enfrentas a desafíos. Cuanto mayor sea el desafío, mayor será el potencial para crecer y mayor será la oportunidad.
8. Te enfrentas a tus miedos
La mayoría de la gente corre cuando el miedo se acerca. Sin embargo, enfrentarte a tus miedos te hará más fuerte de lo que eres. El miedo no es más que un obstáculo hacia el progreso y los logros, pero si consigues tratarlo como cualquier otro obstáculo y lo superas, te harás más fuerte que los demás.
9. Te preocupas por tu salud
Puede que sea un cliché, pero la salud es una de las cosas más importantes que tienes. Tu cuerpo es una posesión que no tiene precio, e incluso si eres joven y fuerte, es importante que lo cuides y aprecies.
10. Ayudas a la gente
El éxito no tiene nada que ver con lo que ganas, sino con lo que haces por los demás. Si ayudas a los demás, entonces tienes más éxito que la mayoría de la gente; el mayor éxito que puede alcanzar una persona es ayudar a los demás a alcanzar su propio éxito.
11. Eres libre de hacer lo que quieras
Si tienes libertad, entonces estás en una posición mucho mejor que todas las personas que se preocupan por lo que otros puedan decir o pensar. No gozan del lujo de hacer lo que les apetezca, sino que siempre están dudando o intentando defender sus propias elecciones.
12. No eres la misma persona que eras el año pasado
Si todavía estás aprendiendo, sigues creciendo y desarrollándote, ¡enhorabuena!. Estás sumando valor no solo a ti mismo, sino también a los que te rodean.