5 cosas que no debes sacrificar por tu carrera laboral

El éxito requiere un trabajo duro, pero eso no significa que tengas que sacrificar tu vida privada para conseguirlo.

Napoleón Hill, autor del libro Las Claves del Éxito, dijo una vez: "Un gran logro generalmente nace del sacrificio, y nunca es el resultado del egoísmo". Incluso la cantante de éxito Beyoncé Knowles dijo: "El poder es el resultado del trabajo duro y el sacrificio”.

Quizás tus padres u otra persona alguna vez te han dicho que tienes que sacrificarte para salir adelante. Mucha gente cree eso.

Muchas personas siguen trabajando después de salir de la oficina. Las estadísticas demuestran que aproximadamente la mitad de los altos ejecutivos de negocios de todos los tamaños trabajan más de 40 horas a la semana. Si bien es cierto que el éxito requiere de mucho trabajo, no debes sacrificar tu vida fuera del trabajo. Para tener éxito, debes asegurarte de que las siguientes áreas de tu vida también reciben toda tu atención.

Las cinco áreas que nunca debes sacrificar son.

Si no tienes salud, no tienes nada, por lo que cuidar tu cuerpo debe ser tu prioridad número uno. Es muy fácil permitir que el estrés y los problemas diarios se apoderen del tiempo que deberías dedicar a cuidar de tu cuerpo. El estrés suele aparecer de forma gradual, por lo tanto, puede que no te des cuenta de su presencia, pero cuando se manifiestan los síntomas, resulta difícil de ignorar. Fija una rutina saludable y síguela. Incluye ejercicio diario, comidas y aperitivos saludables, y algo más de diversión después del trabajo. Y no te olvides de tu revisión anual con el médico.

El estrés laboral y las obligaciones son una de las cinco razones principales de los divorcios. Cuando uno o ambos cónyuges tienen puestos de trabajo exigentes y que abarcan todo su tiempo, esto puede disminuir o acabar con el lazo que los unió en un principio. Separa las horas del trabajo y del hogar, y céntrate en reconectar con tu familia en cuanto llegues a casa. Deja a un lado tus dispositivos electrónicos y pasa algún tiempo charlando y comiendo o realizando alguna actividad con tu familia.

Muchos de nosotros dejamos que se nos identifique por el trabajo que hacemos, sin embargo, el trabajo debe ser un porcentaje de lo que realmente somos, y no todo. Asegúrate de desarrollar intereses fuera del trabajo, como aficiones, deportes, viajes y la familia, por ejemplo. Mantén tu mente y cuerpo activos. Esto te ayudará a reducir el estrés y volver fresco al trabajo y tendrás otro tema de conversación aparte del trabajo la próxima vez que vayas a una reunión o a una fiesta.

Las relaciones que crees a lo largo de tu carrera son tuyas, no de tus jefes, y tienes que alimentarlas para mantenerlas activas y sanas. Tómate un tiempo para llamar o escribir a algunos de tus clientes, o reserva un día a la semana para comer juntos.

Sé fiel a tus creencias sean las que sean y asegúrate de ser consecuente con tus acciones. Si alguien te pide que hagas algo que pueda poner en peligro tu moral o integridad, di que no y replantéate si deseas mantener la relación con esta persona. Uno se siente bastante incómodo cuando tiene que llevar a cabo tareas que van en contra de sus creencias.

Dejar que el trabajo te abrume es fácil; lo que resulta difícil es tomar decisiones conscientes para garantizar que tu vida no gire en torno al trabajo. Pero la recompensa bien vale la pena. Nadie ha dicho en su lecho de muerte que le hubiera gustado pasar más tiempo trabajando.