Un salario mensual es el mejor comienzo en el camino hacia la estabilidad financiera.
Nunca te harás rico trabajando para otro, o eso dicen. Muchos piensan que la vida arriesgada y aventurera de un empresario es el camino infalible que te conducirá a convertirte en millonario, pero ¿qué ocurre si uno se siente más cómodo y feliz trabajando para un jefe que le paga la seguridad social?
Según los cálculos, si estás pensando en hacerte empresario necesitarás un 35% más de tu salario actual para sustituir por completo los ingresos que te proporcionan al mes tu trabajo diario. Para alguien que tiene cargas familiares, es arriesgado abandonar la seguridad de un puesto como asalariado, aunque a la larga pueda ser más lucrativo.
Si te propones convertirte en millonario, pero también quieres la seguridad que te proporciona el trabajar para alguien, aquí te mostramos algunas opciones que debes tener en cuenta.
1. Adquiere status de socio
Las sociedades no son solo para los bufetes de abogados. Busca un pequeño negocio o empresa innovadora donde tengas la posibilidad de convertirte en socio en algún momento. Aunque muchas personas que poseen un negocio eligen o bien formar una sociedad o ser socios únicos desde el comienzo, en un pequeño negocio el fundador puede finalmente cambiar esa fórmula a medida que la empresa crece.
Trabajando duro se aporta experiencia y se muestran capacidades de liderazgo, aprovecha la oportunidad que se te brinde de lanzar la idea de asociarte a tu jefe en la gestión del negocio. Ello te podría suponer un aumento del porcentaje de ingresos en el futuro – incluso llegar a convertirte finalmente en millonario. Lo cierto es que este tipo de cosas no llegan tan rápido si no te atreves a dar el paso de convertirte en líder de tu compañía.
2. Adquiere acciones
Las acciones se negocian normalmente durante la entrevista de trabajo. Busque una compañía que te ofrezca opciones de bolsa, aunque el salario sea algo inferior. Este punto de vista se ha hecho muy popular en el mundo de las startups de Silicon Valley. Los candidatos con talento desean saber cuándo recibirán acciones antes de firmar con una compañía.
Dejando todo esto a un lado, es importante comprender la dura realidad que supone que las opciones de bolsa rara vez convierten por sí mismas en millonarios a los empleados. No hay garantía alguna de que una compañía vaya a ser absorbida o vaya a salir a bolsa, y lo más probable será que no recibas millones en el trato aunque sea así. Considera esto como una inversión, entre otras que puedas hacer en bolsa o en el mercado inmobiliario.
3. Vive por debajo de tus posibilidades
Cuanto menos gastes más tendrás en el banco. No es posible ahorrar gastando mucho continuamente. La teoría que hay detrás del “millonario de la puerta de al lado” es que muchas de las personas más adineradas viven por debajo de sus posibilidades.
Se pueden pasar años o décadas viviendo en una casa pequeña o conduciendo un coche usado pero si eso te proporciona un beneficio a largo plazo, merece la pena. En algunos casos, ahorrar es realmente mejor que ganar dinero, sobre todo cuando uno se acuerda de que hay que pagar impuestos y es de gran ayuda tener dinero en el banco.
4. Invierte con inteligencia
Navegar por el mercado bursátil puede ser engañoso. También es una forma de aumentar rápidamente tus ingresos siempre y cuando sepas lo que haces y dediques un tiempo y energía adicionales para llegar a ser bueno.
Muchas personas que tienen mentalidad emprendedora cuentan con la habilidad para identificar un concepto de negocio sólido e invertir su dinero en él. Se mantienen ojo avizor sobre el comportamiento de una gran variedad de acciones y de negocios, muy parecido a la forma en que un aficionado al fútbol estudia las estadísticas y las posiciones que ocupa el equipo de sus sueños.
Si eres un completo ignorante del mercado bursátil, emplea mucho tiempo en buscar un experto financiero que te pueda orientar sobre las mejores inversiones que te proporcionarán tus objetivos. Una vez que consigas ingresos extra, puedes pensar en invertir en el mercado inmobiliario o en propiedades de arrendamiento para aumentar tus beneficios mensuales.
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5. Adquiere el negocio
Finalmente, el propietario del negocio se retirará o se irá a otras empresas. Esta puede ser tu oportunidad de brillar.
Aunque tu jefe no esté siquiera próximo a la edad de jubilación, contempla la posibilidad de que él o ella algún día desee dejar a un lado el negocio para emprender otras actividades. Durante tu estancia en la compañía muestra que tienes la pasión y la ética profesional necesarias para dirigir un negocio en ausencia del actual propietario. Si eres uno de sus empleados de confianza, lo más probable es que consigas más responsabilidad para liderar la compañía según avancen los años. Si no te gusta la idea de adquirir el negocio en el que trabajas actualmente, piensa en explorar diferentes campos.
6. Inicia un negocio paralelo
Cuando tu día de trabajo finalice, debes comenzar tu actividad paralela. Con la tecnología de hoy en día, no necesitas invertir en una oficina física ni en un equipo de empleados para comenzar un nuevo negocio.
Si quieres conservar tu trabajo y hacerte millonario tendrás que matarte cada noche creando una base de datos de clientes para conseguir una entrada de ingresos estable, y poder así dejar atrás tu puesto de asalariado algún día. Asegúrate de que tu actividad paralela no te supone un conflicto de intereses con tu trabajo diario durante el tiempo en que todavía lo necesites para pagar tus facturas.
Pocas personas se hacen millonarias de la noche a la mañana. Se tarda años de duro trabajo y reflexión en alcanzar ese tipo de nivel de ingresos. Como la mayoría de la gente, si quieres generar más dinero tendrás que hacerlo mientras sigues trabajando por cuenta ajena, por lo menos al principio. Piensa en el trabajo que lleva abrir un negocio, averiguar lo que quieren tus clientes y crear un producto o servicio que responda a sus necesidades.
El juego se llama sacrificio, y no a todo el mundo le sale bien. Pero se puede conseguir con disciplina, rapidez mental y perseverancia hasta el final.