Como todos los años, ha llegado el momento de hacer las maletas y tomar un vuelo para escapar del calor y relajarte en una tumbona, tomarte un cóctel y mandarle fotos a tus amigos para darles envidia.
Una piscina da un poco de asco cuando piensas que es una masa de agua estancada donde innumerables personas sumergen sus cuerpos cubiertos de mugre. Al igual que no es fácil encontrar un bañador que siente bien, tampoco lo es descubrir una piscina magnífica que no resulte prohibitiva por su exclusividad, que no esté abarrotada o que no sea el paraíso privado de un vividor. Normalmente, para encontrar una de estas piscinas de excepción, tendrás que investigar por los rincones oscuros de internet o buscar información preguntando a los lugareños.
Pero también puedes continuar leyendo. Esta selección incluye tanto una piscina infinita colgante desde donde se puede divisar el río Ayung de Bali como una “piscina” llena de peces en Hawái: son sencillamente las once mejores piscinas del mundo, atractivas y únicas. Aunque muchas de ellas están en complejos turísticos o en hoteles, lo que significa que tendrás que pagar para acceder a ellas, los 25 dólares que cuesta un pase diario bien valen la pena si puedes evitar estar rodeado de desconocidos, como sardinas en lata, en una de las piscinas de Panama City Beach con capacidad excesiva. O ya sabes, puedes colarte sin más.
Piscina infinita Marina Bay, Singapur
Está a la altura del piso cincuenta y cinco y tiene casi el triple de longitud que una piscina olímpica. Este enorme recipiente de agua del Hotel Marina Bay Sands es la piscina desbordante más larga que puedas encontrar en ninguna otra azotea del mundo. Para poder zambullirte en ella y contemplar la silueta de Singapur, tendrás que pasar una noche en el hotel (¡qué caro!), pero con sus ventanas que van del suelo al techo en las suites y sus 60 restaurantes, este hotel es un sitio excelente para pasar al menos una noche de lujo.
Piscina del Hotel du Cap-Eden-Roc, Francia
Ubicado entre Cannes y Niza en la Costa Azul francesa, Antibes hará que cambies tu percepción en cuanto a los destinos turísticos. En el Hotel du Cap-Eden-Roc, pide un cóctel Spritz, métete en el agua tibia de su piscina infinita y deléitate con las vistas al Mediterráneo. Esta piscina es una de las principales atracciones del hotel y forma parte de las instalaciones desde 1914, cuando el hotelero Antoine Sella la construyó excavando en la preciosa roca de basalto.
Piscinas naturales de Porto Moniz, Madeira
Estas piscinas de la isla portuguesa de Madeira son supervisadas por una mujer conocida como Madre Naturaleza (o Mãe Naturesa). El agua marina cristalina discurre naturalmente hacia piscinas poco profundas formadas en la lava volcánica. Aunque en Porto Moniz gozan de popularidad, no están excesivamente concurridas.
Piscina en los Jardines Colgantes de Ubud, Bali
Bali es conocido por sus playas, pero si te diriges al interior hacia el fértil bosque tropical de Ubud, encontrarás una de las piscinas infinitas más espectaculares del mundo. Situada en el hotel boutique Jardines Colgantes de Bali, fue diseñada por el prominente arquitecto indonesio Popo Danes. Esta piscina de granito de dos niveles flota entre las copas de los árboles y ofrece una panorámica inigualable.
Piscina del Hotel Heritance Kandalama, Sri Lanka
El Hotel Heritance Kandalama tiene piscinas para todos los gustos. Kaludiya (una piscina natural) y Rashmi (de tamaño suficiente para practicar deportes acuáticos) son opciones excelentes. Sin embargo, la mejor es Kachchan, una piscina sin fin que rodea el lago Kandalama y ofrece conciertos de flauta todas las noches.
Piscina Nuna en Punta Mita, México
Abierta del amanecer al atardecer, la piscina desbordante de forma irregular Nuna se encuentra en el complejo turístico Four Seasons de Punta Mita. Goza de vistas al océano Pacífico y a la pintoresca franja costera Riviera Nayarit, además de un magnífico bar de piscina donde podrás degustar ceviches, tacos y cócteles helados. Puede que hasta tengas la suerte de ver una ballena jorobada en la distancia (sobre todo si vas entre principios de diciembre y finales de marzo, cuando miles de personas invaden la zona con motivo de la temporada oficial de avistamiento).
King’s Pond en el Four Seasons Resort Hualalai, Hawái
Kings Pond, en el hotel Four Seasons Hualalai de Kona, Hawái, se publicita como un “acuario”. Esta es la piscina para aquellos cuyo temor a las fuertes corrientes y los tiburones se impone sobre sus ganas de hacer esnórquel. Poblada por 4.000 criaturas marinas de 98 especies diferentes, esta piscina de rocas de lava puede atraer tanto a aventureros, quienes quizá quieran apuntarse a las clases de buceo o dar de comer a los peces, como a aquellos que prefieren disfrutar contemplando los peces desde las tumbonas alrededor del estanque.
Piscina Amangani en Jackson, EE. UU.
No todas las piscinas paradisíacas se encuentran junto a las playas. Algunas están en el interior, rodeadas de montañas. Ubicada en el complejo turístico Amangani de Jackson, Wyoming, esta sensacional piscina infinita es de agua caliente y ofrece unas vistas impresionantes de las cordilleras Teton y Snake River en las Montañas Rocosas. Es el lugar ideal para estirar y aliviar los músculos doloridos después de un largo día haciendo heliski o rafting en aguas bravas.
Piscina del Garden of the Gods Collection en Colorado Springs, EE. UU.
Reserva una habitación en este club privado y aprovecha la piscina desbordante con vistas al Garden of the Gods Collection de Colorado Springs, un parque público con las características formaciones rocosas de arenisca rojiza que se alzan sobre el intenso cielo azul. Advertencia a navegantes: esta piscina es de acceso exclusivo para los huéspedes del hotel.
Piscina del Delano South Beach en Miami, EE. UU.
Espera: esta piscina se encuentra en South Beach, pero no es la típica piscina de South Beach. De estilo infinito, con un bar increíble y cabañas acogedoras, esta elegante piscina está reservada a los socios hasta las 5:30 de la tarde, momento en el que abre sus puertas al público. Un lugar excelente para observar a la gente.
Piscina Sagamore en Nueva York, EE. UU.
Los neoyorquinos que huyen del persistente hedor a basura recalentada que impregna la ciudad en verano pueden conducir hacia el norte para pasar un fin de semana en el complejo Sagamore en Lake George, donde hay dos piscinas, una cubierta y otra al aire libre, ambas climatizadas. Si bien las dos son excepcionales, la piscina infinita exterior posee una perspectiva panorámica del lago George y las montañas de Adirondack. Como puedes imaginar, es mejor que la que puedes contemplar desde la escalera de incendios de tu edificio.