Chesky es a día de hoy uno de los empresarios más jóvenes y más ricos de Silicon Valley. Le explicamos cómo ha alcanzado el éxito.
Brian Chesky no sabía mucho de tecnología hasta que creó Airbnb.
El director general de 35 años de edad se especializó en diseño industrial en la universidad y practicaba hockey y culturismo cuando tenía 20 años. Pero la idea que surgió de los hoteles con exceso de reservas ha derivado actualmente en una empresa emergente de varios miles de millones de dólares.
En este momento es una de las figuras más destacadas de Silicon Valley.
Chesky creció en Niskayuna, Nueva York, al norte de Albany. Practicaba hockey y también le gustaba dibujar y diseñar nuevas versiones de las deportivas Nike, lo que le llevó a desarrollar un interés por el arte.
Chesky escribió en el anuario de su instituto "estoy seguro de que no llegaré a nada". Él lo vio como algo gracioso, pero su padre no.
"A principios de este año, mi padre estaba feliz porque iba a hablar en el discurso de graduación de mi instituto y mi universidad", escribió Chesky en Instagram. "¡Hasta pronto Papá!”.
En 1999, Chesky asistió a la Escuela de Diseño de Rhode Island, donde jugó como capitán del equipo de hockey y estudió diseño industrial.
En la Escuela de Diseño de Rhode Island, Chesky conoció a Joe Gebbia , quien finalmente se convertiría en socio fundador de Airbnb.
Gebbia comentó a Fortune que después de graduarse, cogió aparte a Chesky y le dijo: "Tengo que decirte algo antes de subir al avión. Un día crearemos una empresa y se escribirá un libro sobre ella”.
A los 20 años, Chesky era un culturista competitivo y aún se le conoce por sus “bíceps de 40 centímetros".
En un perfil de Fast Company de 2014, Chesky es definido como una figura imponente: "Un ex jugador de hockey y culturista con bíceps de 40 centímetros, el director ejecutivo no pasa desapercibido. Su sonrisa de efecto bumerán y su nariz aguileña se dirigen de forma estrepitosa hacia uno. En lugar de volver la cabeza hacia mí, coge su silla y la gira para encontrarnos frente a frente”.
Después de graduarse en la RISD, Chesky se mudó a Los Ángeles para trabajar en diseño industrial.
Pero poco después se trasladó a San Francisco con Gebbia. Al celebrarse una conferencia de diseño en 2007 en la que todos los hoteles estaban agotados, Gebbia le propuso a Chesky alquilar espacio para aquellos que se habían quedado sin alojamiento.
Here is the email that started Airbnb. Shown onstage at #TED #TED2016 pic.twitter.com/A2ZF9Epcxj
— Bill Gross (@Bill_Gross) February 16, 2016
Junto con un tercer socio fundador, Nathan Blecharczyk, Gebbia y Chesky arrancaron lo que en aquel momento se llamaba Airbedandbreakfast.com.
Desde entonces, Airbnb no solo ha acortado su nombre, sino que se ha ampliado a más de 34.000 ciudades, y desde 2016 ha sido utilizado por más de 60 millones de huéspedes. La compañía es actualmente la segunda empresa de mayor valor en Estados Unidos, con 31.000 millones de dólares.
En 2015, Chesky fue nombrado por la revista Time como una de las 100 personas vivas más influyentes. El jefe de diseño de Apple, Jony Ive, expresó en aquel momento que la audacia de Chesky es fabulosa.
Actualmente Chesky posee una participación del 13% en Airbnb y su patrimonio personal neto es de 3.800 millones de dólares, lo que le sitúa en el puesto 8 de la lista de empresarios más ricos del mundo de menos de 40 años, según Forbes.
Los tres fundadores de Airbnb se han comprometido públicamente a donar más del 50% de su riqueza al Giving Pledge, una iniciativa filantrópica iniciada por Warren Buffett y Bill y Melinda Gates.
Chesky es actualmente pareja de la artista Elissa Patel, a la que conoció en Tinder hace cuatro años.
Chesky y Patel practican yoga juntos cada semana y reservan “staycations” en los Airbnb de San Francisco.
Tienen un golden retriever llamado Sir Richard Parker que se pasea por la sede de Airbnb...
... y los acompaña en sus viajes en coche.
A principios de este año Chesky y Patel, de origen hindú, visitaron Nueva Delhi juntos en lo que Chesky llamó “el Airbnb Tour 2017”.
Hasta hace poco, Chesky todavía alquilaba su diván en Airbnb. Pero después de que le pillaran saltándose la ley de San Francisco que exige que los anfitriones se registren en la ciudad, Chesky se vio obligado a darse de baja.
En 2014, siendo aún director general, Chesky delegaba las tareas diarias de la compañía en Blecharczyk. En la actualidad, está “tramando el próximo movimiento de Airbnb" que convertirá a la empresa en una compañía de viajes que ofrecerá un servicio integral.
Airbnb sigue siendo una startup privada, pero Chesky no ha descartado que en un futuro, tal vez otro año, se convierta en una empresa pública. "Ciertamente no hemos descartado ninguna acción", comentó al periódico de su ciudad natal en junio.
