En un principio, reservamos un hotel porque es algo que tenemos que hacer. Obviamente, necesitamos un sitio donde dormir, ¿no? Sin embargo, a menudo olvidamos las pequeñas cosas que hacen que merezca la pena quedarse en un hotel. Cosas como una sonrisa afable, que sepan recomendarte un buen restaurante donde comer, o un botones que esté más que dispuesto a subir tu pesado equipaje hasta la habitación. No todos los sitios pueden ofrecer esto. Para asegurarse de que tu estancia sea tan memorable como el destino que elijas, los periodistas de MarketWatch han pedido a dos profesionales expertas en viajes que les aconseje cuáles son los hoteles donde, en su opinión, la atención al cliente es excepcional.
1. Singita Lodge, Grumeti, Tanzania
Se trata de uno de los campamentos privados más auténticos que puedas encontrar en el Serengeti. Sus empleados son formados “especialmente bien”, dice Lisa Lindblad, agente de viajes en Nueva York. Los ingresos se invierten en la protección del territorio, siguiendo la ética de la compañía, lo que a su vez ayuda a las familias. Este enfoque “crea un ambiente notablemente feliz y energético, tanto en las zonas públicas como en las reservadas a los empleados”, nos cuenta.
2. Hotel Sacher, Viena
“He llevado a muchos grupos a este hotel y la calidad del servicio, la prontitud en su atención y la rapidez con la que aportan soluciones a nuestras peticiones siempre han sido de primera categoría”, dice Nathalie Nagy, una agente de Protravel que vive por temporadas en Europa central. “La conserjería cuenta además con contactos influyentes”, asegura. “Necesitábamos el acceso de un grupo de huéspedes VIP a un club nocturno privado, exclusivo para miembros, y en cuestión de minutos lo resolvieron mediante sus contactos.
3. Hotel Kempinski Adlon, Berlín
Este hotel regentado por una familia va un paso más allá en su afán de alojar a los huéspedes, cuenta Nagy. Hace años, hubo una ocasión en que no tenía dinero a mano para dar propina al botones y, más tarde ese día, le dejó un sobre en el hotel y ya no le volvió a ver. “Dos años más tarde, volví al hotel y, al salir del taxi, recogió mi equipaje, me miró y dijo:
‘Gracias, por dejarme aquella propina en su última estancia, Señora Nagy’”. Añade: “Me siento así con muchos de los empleados de este hotel: servicio ultrapersonalizado y un alto nivel de reconocimiento de los huéspedes”.
4. Hotel Aria, Budapest, Hungría
Cada elemento de este hotel, desde la recepción hasta el SPA, es insuperable, dice Nagy. “Además, me encanta la original idea de un conserje musical que asiste a los huéspedes aconsejándolos no solo sobre aquellos aspectos que conoce un conserje tradicional, sino también sobre la ambientación musical que ofrece el hotel”.
Hay cientos de opciones a tu disposición a través de un iPad que te proporcionan y este conserje musical posee abundantes conocimientos sobre diversos géneros. “¡Le da un agradable toque especial!”
5. Villa Feltrinelli, Gargnano, Italia
Sus fieles trabajadores y lujoso interior de estilo veneciano ponen Villa Feltrinelli en cabeza de la lista confeccionada por Lindblad.
“Dispone de un personal bien formado, que es discreto, se comporta a la antigua usanza y está cualificado en lo que respecta al cuidado de los clientes”, nos comenta. “Parece el servicio doméstico de un domicilio privado en Europa. Increíble”.
6. Amanemu, Ise-Shima, Japón
Goza de prestigio por su visión suntuosa de los onsen, los baños termales tradicionales de Japón. Amanemu se sitúa cerca un lugar sagrado para los sintoístas, el Santuario de Ise, y es una auténtica joya. Del mismo modo que otras exclusivas cadenas hoteleras asiáticas, Aman, propietaria y encargada del funcionamiento de Amenemy, ha sido “capaz de sacar partido a una mano de obra altamente especializada que por su cultura es respetuosa, esmerada, amable y profesional […] el resultado es superior a cualquier otro”, declara Lindblad.
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