La usuaria de Medium Melissa Chu nos explica qué te impide alcanzar el éxito incluso cuando se dan todas las circunstancias necesarias.
Toda mi vida he pensado que si la gente inteligente trabajara duro y creciera en un ambiente razonablemente propicio, finalmente el éxito llegaría.
Cuando observaba a otros pensaba, “Diablos, esta persona está destinada a hacer grandes cosas”.
Pero cuando crecí me di cuenta de que no tiene por qué ser así. Conozco a gente inteligente y con una gran ética de trabajo que ha pasado a hacer cosas importantes, mientras que a otras simplemente les va bien. Desafortunadamente, hay algunas personas que van de un lado a otro con la inseguridad de no saber qué hacer.
Entonces me di cuenta de que hay numerosos factores relacionados con el éxito, como son; tener una brillante carrera, buenas relaciones, o mantenerse sano. Sí, la inteligencia y la ética en el trabajo son parte del éxito, pero hay más factores en juego.
Aquí hay siete razones que podrían frenarte hacia el éxito, incluso con inteligencia y tesón:
1. Evitar gente nueva
Es fácil estar con las personas que conocemos desde hace tiempo. Conocemos nuestras historias y podemos reírnos de nuestras bromas particulares juntos.
Pero el problema de los viejos amigos es que las mismas ideas se reciclan una y otra vez, y no aprendemos nada nuevo fuera de nuestra burbuja.
De primeras puede resultar difícil conocer gente nueva, pero se puede empezar poco a poco. El objetivo es ponerse inicialmente una meta básica, como conocer a una persona cada la semana.
“Tienes que luchar para alcanzar tu sueño. Tienes que sacrificarte y trabajar duro”- Lionel Messi.
2. Ser reacio al cambio
Pasar mucho tiempo en el mismo entorno hace que sea difícil adaptarse a nuevas situaciones. Lo bueno es que los cambios presentan un abanico de oportunidades e innovación.
En lugar de resistirnos a los cambios debemos ver la forma de beneficiarnos de ellos. Quizás podamos satisfacer una necesidad de nuestra empresa en crecimiento o contemplar diferentes perspectivas.
Debemos estar abiertos a nuevos conceptos y ser curiosos sobre el mundo que nos rodea.
3. No estar dispuesto a asumir riesgos
Las personas inteligentes suelen elegir el camino seguro. Deben seguir el mismo camino que las personas como ellos o elegir la carrera que esas personas consideran aceptable.
Mientras que esto garantiza un grado de seguridad, puede resultar mundano. He oído muchas veces afirmar a personas inteligentes que están frustradas con su trabajo y que les gustaría hacer algo distinto pero les da miedo intentarlo.
Si nuestros planes son expandirnos a un territorio desconocido pensemos en cómo será nuestra vida dentro de unas décadas si no nos decidimos por perseguir un objetivo. ¿Nos arrepentiremos o nos hará feliz esa decisión?
4. Creer que merecemos el éxito en función de nuestra cualificación
Las personas que trabajan con tesón en la escuela están acostumbradas a estar en la cima y a demostrar el potencial que poseen.
Esto parece buena idea en un principio, pero hay efectos colaterales negativos. He oído a gente proclamar que merecen algo simplemente por su inteligencia o por la escuela en la que estudiaron.
Esperan que las cosas vengan solas por sus cualificaciones. Sin embargo, la vida no funciona así.
En el mundo real no se recoge lo que se siembra. Se consiguen resultados combinando el duro trabajo con pensamiento estratégico y algo de suerte. Se puede aumentar la suerte trabajando en los dos primeros puntos.
5. Estar constantemente en busca de momentos excitantes
Una cosa que escucho a menudo de los triunfadores es que odian perder el tiempo. Las personas inteligentes son muy conscientes del valor de su tiempo, puesto que el tiempo y el esfuerzo empleados en algo puede suponer la posibilidad de perderse otras cosas.
Si bien esto es una fuerte cualidad, también significa perseguir un siguiente gran objetivo y no cumplirlo. Comenzar en cualquier campo o proyecto es difícil, y superar los obstáculos iniciales requiere paciencia.
Concentrar el esfuerzo en un objetivo produce mejores resultados a largo plazo que ir persiguiendo algo de lo que finalmente uno se aburre, e ir a por algo nuevo.
6. No ser capaz de tomar decisiones
Ser inteligente y trabajar duro te puede abrir numerosas puertas. Desgraciadamente, tener demasiadas opciones puede ser tan restrictivo como tener pocas.
Tener una gran cantidad de oportunidades hace que sea difícil decidirse por alguna. Por tanto, es tentador probar y "ver lo que más conviene". Conocí a alguien que asistía a numerosos programas de posgrado, uno tras otro. Más de diez años después, todavía no se ha decidido por nada.
En lugar de aventurarse en varias tareas, sugiero probar antes, hablar con otras personas y hacer las averiguaciones pertinentes antes de tomar una importante decisión, para que saber si una opción se adapta o no a nuestra personalidad y estilo de vida.
7. No creer en uno mismo
Es sorprendente que las personas inteligentes pueden menospreciar sus propias habilidades. Son sus peores críticos, llegando a pensar que no podrán conseguir todo lo que se propongan.
Las personas inteligentes tienen grandes expectativas al comenzar un trabajo. Cuando trabajan en un proyecto, tienden a analizar y cuestionar el producto final.
Esto puede parecer al principio una buena idea, pero más que ayudar resulta ser muy desgastador. El perfeccionismo puede impedir que las personas progresen en sus metas o que comiencen algo nuevo.
“Es difícil creer en uno mismo puesto que la idea del yo es artificial. De hecho somos parte de la gloriosa unidad del universo. Todo lo bonito del mundo está dentro de nosotros”. — Russell Brand
De manera que en lugar de dejar que los temores “y si…” o “no soy lo suficientemente bueno” nos impidan empezar algo nuevo, pensemos cómo nos gustaría que fuera nuestra vida dentro de unos años. Es mejor empezar ahora que sentarse a esperar a que algo suceda.
¿Qué harás hoy para estar más cerca del éxito? ¿Qué cosas hasta ahora han evitado que lo hagas?