5 formas de afrontar los lunes
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Estos son los consejos de nuestros expertos para mejorar nuestra motivación de los lunes y mantenerla en las situaciones complicadas.

Existe la motivación de los lunes. Es cierto. Los estudios han demostrado que la motivación es más alta al comienzo de la semana, un fenómeno conocido como "el efecto del nuevo comienzo". Es más probable que comencemos una dieta o una nueva rutina de ejercicios en lunes, y que muchos de nosotros lo veamos como una oportunidad para dejar atrás nuestros viejos e imperfectos egos. Pero, ¿qué pasa si se acerca el lunes y no nos apetece? Juliet Hodges, asesora en modificación de comportamientos de Bupa UK, nos comparte sus consejos sobre cómo continuar motivado en situaciones difíciles.

Vayamos a lo básico. ¿Qué es la motivación? ¿Cómo nos puede ayudar a alcanzar nuestras metas? Hay dos tipos de motivación: intrínseca y extrínseca.

La motivación extrínseca es hacer algo puramente para conseguir un resultado externo, como preparar una entrevista para conseguir un trabajo. La motivación intrínseca es cuando se hace algo porque se disfruta o se encuentra interesante, como releer nuestro libro favorito. La mayoría de las actividades que elegimos hacer son una mezcla de las dos. Por ejemplo, la mayoría de nosotros disfrutamos de nuestro trabajo, pero probablemente no seguiríamos haciéndolo si no cobráramos a primeros de mes.

Es erróneo pensar, como se hace habitualmente, que necesitamos motivación (intrínseca o extrínseca) para hacer las cosas, y por esta razón perdemos el tiempo posponiendo las tareas y esperando a que llegue la inspiración para actuar. En realidad, es mejor obligarse a hacer algo, por pequeño que sea. Cualquier tipo de recompensa puede aumentar nuestros niveles de dopamina y producirnos una sensación de placer. Por ejemplo, marcar como resueltas las pequeñas cosas de nuestra lista de tareas, producirá un aumento de dopamina en nuestro cerebro que nos ayudará a prepararnos para acatar las grandes tareas que nos esperan.

Hay días más difíciles que otros para comenzar algo. Aquí tenemos algunos trucos que mejorarán nuestra motivación si…

Si no nos gusta nuestro jefe

Tener una mala relación con nuestro jefe nos afecta a la hora de estar motivados y conseguir productividad en el trabajo. Un método que puede ayudar en esta relación es practicar la empatía (aunque a veces puede resultar muy difícil). Es probable que ellos mismos tengan mucha presión por gestionar a múltiples personas y proyectos, posiblemente con la dificultad de tener su propio jefe. Comprender mejor por qué actúan de esa manera podría ayudarnos a tomarlo de un modo menos personal, e incluso podría mejorar nuestra relación si encontráramos maneras de comunicarnos mejor o de hacer su vida más fácil.

Si somos rechazados para un ascenso

El rechazo siempre duele, pero es una gran oportunidad para aprender qué es lo que no marcha bien y cómo nos podemos asegurar el ascenso la próxima vez. Debemos preguntar a nuestro superior (o a la persona que corresponda) qué es lo que le ha llevado a tomar esa decisión. Seguidamente podemos aprovechar este feedback, cada uno por sí solo o junto con nuestro superior, y así seguir un plan paso a paso para saber lo que se debe hacer. Debemos asegurarnos de que se pueda alcanzar cada objetivo por separado a corto plazo, como puede ser enviar a alguien un correo electrónico o presidir una reunión. Esto nos ayudará a pensar que estamos en el camino correcto en un tiempo corto, lo que nos devolverá la motivación y la fe en nosotros mismos.

Si luchamos contra la tristeza

Es probable que nuestra motivación disminuya cuando estamos tristes, y es importante que lo aceptemos. Una de las mejores cosas que podemos hacer por nosotros es aprender a practicar la autocompasión. Somos con frecuencia nuestros peores críticos y podemos ser crueles con nosotros mismos cuando no cumplimos nuestras propias expectativas. Esto ocurre especialmente con las personas que son menos proclives a pedir ayuda en temas de salud mental y llevan solos toda la carga. Cada uno concibe la tristeza de forma diferente, pero es mucho mejor para nuestra motivación a la larga, ser comprensivo con uno mismo cuando se está sufriendo una pérdida que machacarse por no hacer lo suficiente.

Si el lunes ya estamos deseando que llegue el fin de semana

Cuando el fin de semana parece que está demasiado lejos, hay que hacer lo posible por acercarlo añadiendo algún capricho en medio de la semana. Una técnica que se puede usar para aumentar la motivación hacia las tareas que no nos gustan, es combinarlas con cosas agradables. Probemos a introducir recompensas durante la semana – tomar nuestro café favorito antes de entrar en una reunión aburrida, o ir a cenar con los amigos siempre que hayamos terminado el informe de rigor a cierta hora.

Si estamos de resaca

Las propiedades positivas del ejercicio – mejora nuestro ánimo y aumenta nuestra energía – pueden ayudarnos a sentirnos mejor pero solo si estamos habituados a él. Lo primero es estar aseado, duchado y bien alimentado, pero si todo lo demás falla, olvidémonos de todo y empecemos de nuevo al día siguiente.

Fuente: GQ

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