Laurene Powell Jobs es la esposa del difunto cofundador de Apple, Steve Jobs. Se ha convertido en una poderosa inversora y posee un patrimonio neto de 20.700 millones de dólares, según Forbes. Así es la vida de la empresaria y filántropa.
Laurene Powell Jobs nació en West Milford, Nueva Jersey, en 1963. Su padre, que era piloto, murió en accidente de avión cuando ella solo tenía 3 años, y su madre se volvió a casar.
Powell Jobs trabajó en Wall Street para Merrill Lynch y Goldman Sachs antes de ir al oeste para sacarse su MBA en la Graduate School of Business de Stanford en 1989.
Jobs se sentó brevemente a su lado durante una conferencia, antes de levantarse para dirigirse a la sala como orador invitado. Aún pensando en ella después, le pidió a Powell que saliera con él en el aparcamiento. Ella aceptó cenar con él, y estuvieron juntos desde entonces.
Se casaron en marzo de 1991 en el Hotel Ahwahnee del Parque Nacional Yosemite. La pareja tuvo tres hijos: Reed, Erin y Eve.
Cuando Jobs murió de cáncer en 2011, su esposa heredó su riqueza - incluyendo 5,5 millones de acciones de Apple y una participación del 7,3% en The Walt Disney Company - convirtiéndola en multimillonaria.
Su participación en Disney la convirtió inicialmente en la mayor accionista individual de la compañía, pero a partir de 2017 ha reducido su participación a la mitad, según Variety.
Powell Jobs también ha desempeñado un importante papel en la filantropía. "En el sentido más amplio, queremos utilizar nuestro conocimiento y nuestra red y relaciones para intentar hacer el mayor bien posible", dijo al diario The New York Times en 2013.
A principios de los años 90, fundó Terravera, una empresa de alimentos naturales orientada al desarrollo de materias primas orgánicas, como legumbres y granos, para la industria alimentaria y de piensos. Más tarde se retiró de Terravera para pasar más tiempo dando clases particulares y criando a su creciente familia.
En 1997, Powell Jobs fundó College Track, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a preparar para la universidad a estudiantes con pocos ingresos ingresos a través de clases particulares. College Track se ha expandido a ocho ubicaciones en California, Colorado y Louisiana.
A principios de la década del 2000, Powell Jobs fundó el Emerson Collective - llamado así en honor a Ralph Waldo Emerson - una organización que hace donaciones e inversiones centradas en inmigración, justicia social y educación. Emerson Collective, que es una empresa privada en lugar de una organización sin ánimos de lucro tradicional, ha financiado startups como AltSchool, una escuela que tiene como objetivo transformar la educación mediante la personalización de la instrucción estudiantil con tecnología.
El pasado mes de septiembre, Powell Jobs prometió 50 millones de dólares para financiar a través de Emerson XQ: The Super School Project, una iniciativa que tiene como objetivo reformar la educación desde adentro hacia afuera, renovando la forma en la que las escuelas secundarias abordan el currículo. Es la presidenta de la junta directiva de XQ.
Powell Jobs ha sido miembro de la junta directiva de varias organizaciones, incluyendo Teach for America, Conservation International y la New America Foundation. Es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores y del consejo de administración de la Universidad de Stanford.
Junto con Michael Bloomberg y Ray Dalio, Powell Jobs es miembro fundador del Climate Leadership Council.
También se ha involucrado en el mundo del deporte, comprando una participación en Monumental Sports & Entertainment, propietaria de Washington Wizards, Washington Capitals y el Capital One Arena.
Powell Jobs y Emerson Collective se han asociado con el escritor Leon Wieseltier para formar una nueva revista llamada Idea. Sin embargo, abandonó la empresa cuando unos antiguos compañeros de Wieseltier de New Republic lo acusaron en octubre de conducta sexual inapropiada.
El 28 de julio de 2017, Emerson Collective adquirió una participación mayoritaria en The Atlantic. Powell Jobs hizo una declaración en la que elogió a la revista por su impulso de "lograr la igualdad para todas las personas; iluminar y defender la idea estadounidense; celebrar la cultura y la literatura estadounidenses; y cubrir nuestro maravilloso, y a veces confuso, experimento democrático".