¿Cómo es la vida de los herederos de los magnates tecnológicos?
27 de Noviembre de 2017
Claro, los hijos de Bill y Melinda Gates pueden ir a la escuela, practicar deportes y tener cuentas de Instagram como cualquier otro adolescente estadounidense, pero cuando tu padre posee casi 90.000 millones de dólares, no puedes escapar de la riqueza. Así es la vida de los hijos de los emprendedores tecnológicos más ricos y famosos del mundo.
Bill y Melinda Gates tienen tres hijos: Jennifer, Rory y Phoebe. Los Gates han decidido dedicar la mayor parte de su fortuna de 89.000 millones de dólares a la caridad y han renunciado a la creación de fondos fiduciarios para sus hijos, una decisión de la que Bill dice que sus hijos están "orgullosos".
La hija mayor de Gates, Jennifer, es una estudiante de último año en la Universidad de Stanford y viaja en el equipo ecuestre de Estados Unidos. A pesar del estatus de su padre como uno de los magnates tecnológicos más famosos del mundo, Jennifer ha tenido un acceso limitado a la tecnología en casa.
El único hijo de los Gates, Rory, cumplió 18 años este año y se graduó en la Lakeside High School. En un post de Instagram publicado en su cumpleaños, Melinda describió a Rory como "compasivo y curioso", amante de los rompecabezas y feminista orgulloso.
Larry Ellison, cofundador de Oracle, se ha casado en cuatro ocasiones. Tuvo dos hijos con su tercera esposa, Bárbara Boothe, quién crió a los niños principalmente por su cuenta durante sus primeros años de vida. Fijó una serie de quehaceres semanales y una paga de 5 $ mientras su padre se hacía más rico. Actualmente posee alrededor de 59.000 millones de dólares.
Ellison le regaló a su hija Megan una herencia multimillonaria en su 25 cumpleaños en 2011, que utilizó para fundar una empresa de producción, Annapurna Pictures. A sus 31 años, Megan es una de las productoras de cine independiente más influyentes de Hollywood.
La escuela de cine de la Universidad de California ha ganado más de una docena de nominaciones al Oscar por producir películas aclamadas por la crítica como "La noche más oscura", "Ella" y "La gran estafa americana". Y en 2014, Megan se hizo con un lugar en la lista de las 100 personas más influyentes de TIME.
Su hermano, David, de 34 años de edad, también es productor cinematográfico y fundador de Skydance Media, que es responsable de varios éxitos de taquilla de acción, entre ellos "Terminator Génesis", "G.I. Joe: La venganza", "Guerra Mundial Z", "Misión: Imposible - Nación Secreta", y "Star Trek: más allá".
David aprendió a pilotar uno de los mejores aviones acrobáticos antes de cumplir 16 años y ahora es piloto comercial con licencia. "Muchos niños que crecen con privilegios hacen tonterías", le dijo Ellison a GQ. "David maduró rápidamente, creo que gracias a los vuelos. Sabía el tipo de vuelo que hacía, no es como un videojuego, no hay vidas extra".
El fundador de Amazon Jeff Bezos y su esposa novelista Mackenzie tienen tres hijos y una hija, que al parecer fue adoptada en China. Su edad oscila entre los 12 y los 17 años. A pesar de poseer una fortuna neta de casi 96.000 millones de dólares, los Bezos "son una familia normal y muy unida, es casi anormal", dijo a Vogue el amigo de la familia Danny Hillis.
Cuando se trata de educar a sus cuatro hijos, MacKenzie le dijo a Vogue que la pareja ha probado varias estrategias, incluyendo "viajes fuera de temporada, experimentos de cocina, incubación de gallinas, lecciones de mandarín, un programa de matemáticas de Singapur y muchos clubes y deportes con otros niños del barrio".
No hay fotos de los hijos de los Bezos
Anne Wojcicki, fundadora de la compañía de pruebas genéticas 23andMe, comparte dos hijos con su exmarido Sergey Brin, cofundador de Google, cuya fortuna se estima en 47.000 millones de dólares. Sus hijos, Benji de 9 años y Chloe de 6 años, tienen el apellido Wojin, una mezcla de los apellidos de sus padres.
Wojcicki recientemente le dijo al New York Times que está intentando mantener a sus hijos alejados de la "locura" de la riqueza. Les está enseñando a lavar la ropa y cocinar, e incluso les corta el pelo. “Necesito concentrarme en cuidar a mis hijos con total normalidad”.