Nueve citas del mayor conquistador sobre perseverancia, confianza en ti mismo y modestia.
En un extremo del espectro del liderazgo se encuentra Maquiavelo - conspirador, ambicioso y despiadado. En el otro extremo está Ciro el Grande - humilde, generoso y leal. A lo largo de todo ese espectro de grandes líderes e inspiradores, empleado tan a menudo en los libros de economía, en discursos y anécdotas, hay uno innombrable: Genghis Khan. Un hombre tan perverso, ruin y sangriento que es imposible averiguar nada de él.
O los esfuerzos empleados para acabar con su influencia nos hacen pensar así. (Por ejemplo, la URSS saqueó toda la tierra natal de Khan en Mongolia y prohibió que se mencionara su nombre). Pero aquí estoy yo para decir que podemos aprender más sobre liderazgo y eficacia en hacer cosas de Genghis Khan que de ninguna otra figura histórica, porque casi todo lo que se sabe sobre él es erróneo…
Para los que se inician en la figura: abolió la tortura, abrazó la libertad religiosa, unió tribus dispares, odiaba los privilegios de la aristocracia, gobernó sus reinos basándose en la meritocracia, amaba el conocimiento y anticipó los derechos de la mujer en la sociedad mongol. También fue el más grande conquistador y general que jamás haya existido, gobernando un reino que él mismo construyó de casi 31 millones de kilómetros cuadrados que permanecieron divididos durante casi siete siglos. (Fueron las fuerzas de EE. UU. que capturaron Bagdad, los primeros invasores que tomaron con éxito la ciudad después Khan).
Sí, era violento y guerrero, pero nunca en su nombre. Los mongoles no pensaban en ganar solo con la lucha. La victoria era su objetivo y hacían todo lo necesario para conseguirla, pero después dirigían sus esfuerzos a construir la paz con la misma intensidad. De manera que mientras otros conquistadores morían de forma violenta y jóvenes, Khan murió como un anciano rodeado de su querida familia.
Su gran misión fue simple pero audaz: “Unir todo el territorio mundial en un solo imperio”. Pero como él dijo, “Puesto que la llamada viene de lo más alto, las obligaciones que se me imponen son también grandes”. Teniendo como guía la inigualable biografía Genghis Khan: y la Construcción del Mundo Moderno, de Jack Weatherford, veamos cómo Khan - con sus propias palabras - consiguió cumplir su gran misión y cuáles pensaba que eran esas obligaciones.
Tener un fin en mente
“Para el guerrero mongol, lo importante es el honor personal en la batalla cuando esta se pierde. Según dijo Genghis Khan, no existe una causa hasta que todo finaliza”.
Liderar desde el frente
“Cuando había humedad, la superábamos juntos, cuando hacía frío, lo superábamos juntos”.
Servir a una causa mayor que uno mismo
“Un líder no puede ser feliz nunca hasta que su pueblo sea feliz”.
Tener un punto de mira
“La unidad en el objetivo es una fortuna en la aflicción”.
Confiar en uno mismo
"No hay mejor aliado que la sabiduría que nace del propio corazón. Aunque tengas muchas cosas en qué confiar, ninguna es más segura que tú mismo. Por mucha gente que te pueda ayudar, nadie podrá estar tan cerca de ti como tu propia conciencia. Aunque anheles muchas cosas, ninguna es más valiosa que tu propia vida”.
Ser humilde
"El predominio del orgullo, que, como él mismo explicó, era algo más difícil de sofocar que un león salvaje. Advertía que 'Si no puedes tragarte tu orgullo, no puedes liderar'".
Ser moderado
"Odio el lujo. Ejerzo la moderación… Es fácil que te olvides de tus objetivos y tus perspectivas de futuro cuando vistas ropa elegante y tengas caballos veloces y preciosas mujeres. Y en ese caso, no serás más que un esclavo y lo más seguro es que lo pierdas todo”.
Comprender a tu pueblo
“Un pueblo conquistado en diferentes partes del lago debe ser gobernado en diferentes partes del lago”.
Cambiar el mundo, pero de forma gradual
“La visión de futuro nunca debe desviarse de las enseñanzas de los mayores. La antigua túnica se ajusta mejor y siempre es más cómoda; sobrevive a las adversidades del campo mientras que la túnica nueva y sin usar se desgarra con rapidez”.
Como escribe Weatherford, estas doctrinas de liderazgo no fueron aprendidas por Khan como parte de una educación principesca. Nació pobre y analfabeto en un mundo de conflicto y guerra. Se formó a sí mismo para ser un Khan:
“No hubo ningún momento crucial en su vida en el que de pronto adquiriera su genialidad como guerrero, su habilidad para inspirar la lealtad en sus seguidores o su facultad sin precedentes para organizar el mundo. Todo ello no ha partido de una ilustración epifánica ni de una formación académica formal sino de un ciclo continuo de aprendizaje pragmático, de una adaptación experimental y una constante supervisión motivada por su mente excepcionalmente disciplinada y su deseo focalizado”.
Nosotros podemos hacer lo mismo, y lo podemos hacer partiendo del ejemplo de alguien que inicialmente puede hacernos sentir un poco incómodos. La reputación de Genghis Khan le precede (brutal saqueador despiadado con los hombres, mujeres o incluso niños), pero era deliberado. Khan expandió los rumores de sus atrocidades para provocar la rendición y la cooperación de los enemigos que de otro modo se hubieran resistido. Dejando eso a un lado, podemos aprender del Gran Khan la lealtad, la comprensión hacia la gente, cómo provocar cambios y a tener miras de futuro.