Si todo fuera simple, cada segundo aparecería un nuevo Mark Zuckerberg o Bill Gates. Sin embargo, hay varias razones por las que esto no sucede. La culpa es la pereza, el miedo al fracaso y la falta de objetivos. Pero todo se puede cambiar, te explicamos cómo.
El director ejecutivo de Facebook Mark Zuckerberg dijo en una ocasión, “Las personas pueden ser inteligentes o poseer habilidades que pueden usar directamente, pero si no creen de verdad en ellas, realmente no van a hacer todo lo que puedan”.
Al final, las personas de éxito se distinguen por tener una mentalidad que atrae las oportunidades y hace que se materialicen para ellos. La mente es tan poderosa que puede transportar toda tu vida hacia el éxito o apartarte de él.
Los grandes triunfadores son gente normal con mentes que van más allá de la vida. Adentrándose en su visión del mundo y en cómo reaccionan ante él, se puede llegar a ser uno de ellos.
Aquí enumeramos algunos aspectos que te ayudarán a comprender cómo piensan y también cómo puedes adaptar tu mentalidad.
1. Están abiertos a la crítica
"La humildad es necesaria para darnos cuenta de que no lo sabemos todo, para no dormirnos en los laureles y saber que debemos continuar aprendiendo y observando. Si no hacemos todo esto, podemos estar seguros de que vendrá cualquier startup a quitarnos el puesto”, — Cher Wang, director ejecutivo de HTC.
Los triunfadores se mantienen en una constante búsqueda del aprendizaje. La iniciativa de aprender nuevas competencias nos conduce a mejorar y sirve de instrumento para evolucionar en nuestra vida personal y profesional. Es valioso el fomento continuo de hábitos sencillos que estimulen el aprendizaje, como leer, escribir y relacionarse.
2. Aman el fracaso
Bill Gates mencionó en una ocasión que es bueno celebrar el éxito pero que es aún más importante asumir las lecciones del fracaso. La gente de éxito no teme el fracaso, no ocurre lo mismo con las personas mediocres, quienes muchas veces ni siquiera lo intentan.
Quienes triunfan en la vida rompen sus fronteras abandonando sus zonas de confort y haciendo todo lo que haga falta para alcanzar su visión de futuro, aunque ello signifique darse de bruces. No se estresan sobre cómo puede afectarles el fracaso, al contrario, piensan en cómo ese fracaso les puede ayudar a resurgir.
3. Crecen con gente de su misma mentalidad
"Cuando nos rodeamos de gente que comparte nuestra misma pasión de compromiso sobre un objetivo común, todo es posible”, — Howard Schultz, director ejecutivo de Starbucks.
Rodéate de gente que te inspire para avanzar y trabajar duro te ayudará a adquirir la energía positiva necesaria en el transcurso de tu empeño por conseguir tus metas en la vida. Los estudios revelan que nuestros amigos y colegas ejercen un gran impacto en las decisiones que tomamos en nuestra vida, de ahí la necesidad de ser cauto a la hora de seleccionar a la gente de nuestro entorno. Si eliges estar con gente que se marca límites a la hora de proyectar sus ambiciones, tú mismo adoptarás involuntariamente su mentalidad negativa, lo que minará tu éxito.
4. Suprimen las emociones de la ecuación
Las personas de éxito gestionan su dinero de forma diferente manteniendo una relación lógica con este. No dejan que el dinero les controle a ellos sino que lo ven como un medio que les aporta opciones y oportunidades. La lógica les ayuda a evitar que sus emociones les embarguen cuando se trata de tomar decisiones sobre cómo aumentar sus finanzas.
Además, no imitan a los demás ni dejan que les afecten fácilmente las amenazas del momento. Vuelven a retomar su plan manteniendo una perspectiva de futuro.
5. Retrasan la gratificación
Los grandes magnates saben retrasar las recompensas porque su meta es conseguir mayores beneficios. Según el director ejecutivo de Alphabet, Larry Page, hay muchas empresas que no consiguen tener éxito en el tiempo, y su error fundamental es que se pierden el futuro.
Los estudios han demostrado que las personas con la facultad de esperar, a pesar de su deseo de sucumbir, cosecharán enormes beneficios en el futuro.
La paciencia también dice mucho sobre la fuerza de voluntad y la disciplina de una persona. En el mundo de las inversiones, hay momentos en los ascensos inesperados que parecen ser una gran oportunidad para vender acciones. Puede que quienes sucumban obtengan rápidas recompensas pero se pierden prometedores beneficios que son mucho mayores, solo por no ceñirse a sus metas de inversión a largo plazo.
6. Tienen un absoluto compromiso
La directora ejecutiva Susan Wojcicki decía que las personas que se convierten en directores ejecutivos es porque han mostrado tenacidad y trabajo duro, según ella, ese nivel de logro no solo exige competencias sino también una extremada dedicación y compromiso.
Impulsados por la pasión, las personas de éxito saben que cuando se han embarcado en el viaje de camino hacia sus metas, no hay marcha atrás a pesar de la incertidumbre. Asumen los riesgos necesarios de forma calculada. Además, son responsables de sus actos y de los resultados.
Estas personas se comprometen con el éxito, al contrario de la mayoría, que se retrae porque saben que hay que trabajar duro y ser inteligentes. Planificar de forma estratégica sus acciones te ayudará a canalizar las energías que necesitas para triunfar.
7. Sitúan sus expectativas en lo más alto
Si aspiras al máximo éxito en la vida no puedes ponerte límites. Las personas de gran éxito se ponen como reto anticipar el futuro y tener más ambiciones que el resto. Se centran en lo que importa y se deshacen de todo lo que les causa estrés.
Si tienes grandes expectativas sobre ti mismo lo siguiente es trabajar duro y ser constante. Puedes empezar por poseer una mentalidad exponencial, replantear tu proceso y apuntar alto.