¿Qué es lo que más daño le hace a nuestro presupuesto? Por supuesto, lo primero que nos viene a la mente son los grandes gastos imprevistos (por ejemplo, la compra de medicinas o la reparación de una avería del coche), el colapso de los activos en los que se has invertido tus ahorros o cualquier otra cosa que no dependa de nosotros.
Todo es cierto, pero el peor enemigo de tu cartera son los gastos impulsivos en cosas que no necesitas provocados entre otras razones por la falta de voluntad para controlar tus gastos. Estos son cinco simples consejos que todo el mundo debería seguir.
Renuncia a las compras impulsivas
Todos solemos sentir la necesidad de gastar un poco más de lo que realmente tenemos. Al mismo tiempo, la característica común de posiblemente todos los multimillonarios más conocidos es su capacidad de limitar sus gastos y ahorrar. Creedme, ver cómo crece poco a poco el saldo de tu cuenta te dará más satisfacción que ese nuevo móvil que te quieres comprar o esa chaqueta de diseño que ni siquiera necesitas.
Cómprate cualquier teléfono que no sea un iPhone
Solemos caer en el error de que el teléfono más caro es el que realmente necesitamos.
Piensa en lo que necesitas de un teléfono inteligente. ¿Una buena cámara? ¿Productividad? ¿Que le dure mucho la batería? ¿Que te ayude en el trabajo o solo lo utilizarás para divertirte?
Después de responder a estar preguntas, intenta descubrir qué teléfono podría cubrir todas tus necesidades aparte del iPhone. Lo más probable es que acabes encontrando un teléfono que te sirva para todo lo que quieres y a un precio mucho más asequible.
Cómprate un coche práctico
Olvídate de la idea de que un coche caro es un símbolo de estatus social: esta idea de los años 90 dejó de ser cierta hace mucho tiempo. ¿Realmente te merece la pena pedir un préstamo para comprarte un coche enorme, que consuma mucho combustible, cuyo mantenimiento te cueste decenas y cientos de miles de dólares?
Seguramente sea mejor que analices bien tus verdaderas necesidades (hacer viajes largos, poder llevar a tu gran familia, aparcar en calles estrechas, etc.) y elegir un coche económico y seguro.
Empieza a cocinar en casa
Por supuesto, esto no significa que tengas que dejar de ir a buen restaurante para celebrar algo importante. Pero el hecho de tomar café en la calle por las mañanas, hacer almuerzos de negocios y luego cenar en gastrobares por las noches, aparte de las pizzas del fin de semana, hace que tu cartera pese cada vez menos, al contrario que tú.
Cocinar una comida sencilla y deliciosa en casa no es difícil. Incluso si nunca lo has hecho antes, hay muchas guías de video a tu disposición que te ayudarán en todo: desde la lista de la compra y seleccionar utensilios de cocina hasta cocinar.
Pronto empezarás a sentir los efectos beneficiosos de cocinar en casa, tanto en tu salud como en tu cartera.
Deja de fijarte en las marcas a la hora de comprar ropa
Vestir bien sin tener que gastarte un ojo de la cara es posible. Comprar ropa en la típica tienda cara del centro de la ciudad no es una buena opción. Es mejor que compres en la misma tienda en rebajas, en una tienda de la misma marca situada en las afueras de la ciudad o incluso que compres ropa que no sea de marca, podrás vestir muy bien sin tener que depender de las marcas caras.