5 principios de gestión financiera para jóvenes
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Aprender a hacer un presupuesto no es fácil, pero es esencial si quieres tener éxito en la transición de estudiante universitario a empleado a tiempo completo. Es posible que en la facultad hayas tenido que prepararte un presupuesto para pagar tu préstamo estudiantil y la comida, pero cuando llegas al "mundo real", tendrás que enfrentarte a una mayor cantidad de facturas. Además, cuanto mejor seas capaz de organizarte financieramente, menos estresado estarás.

Así que mientras te preparas para comenzar tu primer empleo, considera los siguientes consejos que te ayudarán elaborar un presupuesto para tu nuevo salario.

Comprende los beneficios que ofrece tu empresa

Acabas de conseguir un nuevo trabajo, lo que significa que probablemente puedas empezar a disfrutar también de una serie de beneficios. Lo más probable es que te lo hayan explicado todo cuando te contrataron y que además aparezca por escrito en tu contrato, pero si no estás seguro de cuáles son tus beneficios o de cómo recibirlos, reúnete con el responsable de Recursos Humanos de tu compañía para repasarlos de nuevo.

"Aprovechar tus beneficios puede reducir tus ingresos sujetos a impuestos y ayudarte a conseguir unos ahorros extra", dice la escritora de finanzas personales Miriam Caldwell. "También debes revisar tus beneficios cada año. Comenzar un nuevo trabajo es un buen momento para establecer unos buenos hábitos financieros".

Saber a qué beneficios tienes acceso te ayudará a determinar los costes que cubrirá tu empresa (por ejemplo, el gimnasio, costes de estacionamiento/transporte, etc.) para que puedas crear un presupuesto más preciso.

Calcula y haz un seguimiento de tus gastos

Uno de los mayores errores que suelen cometer los recién graduados es ignorar completamente sus gastos. Si simplemente estás ahorrando algo de dinero cada mes y haciendo tus pagos a tiempo, eso está genial, pero a menos que realmente calcules y hagas un seguimiento de tus gastos, seguro que acabarás preguntándote adónde va todo tu dinero.

Independientemente de si quieres usar una aplicación para ello o crear tu propia hoja de cálculo, lo mejor que puedes hacer para ayudarte a elaborar un presupuesto cuando estás empezando es revisar tus gastos mensuales y compararlos con tus ingresos reales. Es posible que no sepas cuánto gastas mensualmente cuando estás empezando, lo cual está bien, pero asegúrate de que tras el primer mes empieces a tener en cuenta cuánto vas gastando y calcules tus gastos mensuales fijos.

Para empezar, haz una lista de todos tus ingresos mensuales. Si tus ingresos únicos provienen de tu trabajo, anota lo que ganas. Si tienes algún ingreso adicional por hacer de niñera, haces trabajos freelance o tienes un trabajo extra, añádelo también. Luego, suma tus gastos mensuales, como el alquiler, las facturas de servicios públicos, los gastos de la compra, los pagos de tus préstamos y cualquier otro gasto. Entonces debes añadir cualquier gasto adicional, como salir a cenar, ver películas o tomarte algo con tus amigos.

Ahora, resta tus gastos de tus ingresos. O consigues un número positivo, un número negativo, o saldrás en igualdad de condiciones. Si no es un número positivo, debes ajustar tu presupuesto disminuyendo esos gastos mensuales.

Intenta gastar poco todos los meses, empezando por el alquiler

Conforme te vayas adaptando al mundo real, habrá muchas facturas nuevas que pagar, como el coche, pagos de préstamos, un seguro médico, Internet o tu factura de servicios públicos. Pero el coste mensual más grande de todos probablemente sea tu alquiler. La clave aquí es mantener ese coste tan bajo como te sea posible al principio.

Dependiendo de tu salario, podrías pensar en alquilar una casa solo para ti, lo que significaría un alquiler más alto. Independientemente de cuál sea tu situación, lo mejor que puedes hacer es buscarte algo barato al principio. Considera compartir un piso para así pagar menos. Siempre puedes mudarte más tarde cuando ya sepas cuánto dinero ganas y gastas todos los meses.

Sé selectivo con tus suscripciones mensuales

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Spotify, Netflix, Hulu, HBO Go - los servicios de suscripción mensual son interminables, y cuestan mucho dinero si no eres capaz de ser selectivo. Ahora que estás trabajando y tienes menos tiempo libre para ver la televisión, considera reducir tus servicios de suscripción para ahorrar un poco de dinero.

Ten cuidado con el gasto compulsivo

Cuando se trata de hacer un presupuesto, también necesitas considerar tus gastos discrecionales, es decir, el dinero que gastas en actividades de ocio: eventos sociales, viajes, compras, etc. Si no vigilas este gasto, tu presupuesto no funcionará. Aunque está claro que resulta agradable gastar dinero ahora que estás trabajando, debes tener cuidado de hacer grandes compras al principio con el fin de evitar comenzar un mal hábito y atenerte a tu presupuesto.

Elabora un plan de ahorro

Una de las mejores reglas generales para un recién graduado es guardar al menos el 10% de su sueldo para su cuenta de ahorros. Empezar temprano con este hábito es una buena práctica para el futuro ya que nunca sabes lo que podría pasar - y contar con un buen colchón financiero te ayudará a estar más relajado y a poder superar cualquier obstáculo financiero con el que te topes.

Además, algunas empresas contribuyen a los planes de ahorros de sus empleados pagando una determinada cantidad. Suele ser un porcentaje de lo que pagas, el cual aparece indicado en tu paquete de beneficios. Sea cual sea la combinación, ¡deberías aprovechar este beneficio si puedes!

Comenzar un nuevo trabajo y finalmente tener dinero para gastar en cosas nuevas es un gran logro, pero cuanto más te entrenes al principio para ser inteligente y presupuestar tus gastos, más éxito financiero tendrás a largo plazo - y menos tiempo tendrás que pasar preocupándote por tus finanzas.

Fuente: The Motley Fool

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