Caro y con amor: cómo dicen los ricos te quiero
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Las agencias de viajes de élite han compartido sus historias sobre las peticiones más románticas y exclusivas que han organizado.

El Taj Mahal fue construido como una muestra de amor. El proyecto fue desarrollado en 1631 por orden del gobernante del gran imperio mogol Shah Jahan, quien se lo dedicó a su joven esposa, fallecida durante el parto. En la construcción participaron 22.000 trabajadores y 1.000 elefantes. Este monumento indio sigue siendo el mensaje de amor más ambicioso del mundo.

Pero no es el único.

Los multimillonarios modernos ya no construyen monumentos eternos como muestra de amor hacia sus cónyuges: en su lugar organizan vacaciones hiper-personalizadas. Bloomberg ha entrevistado a media docena de agentes de viajes y especialistas en la organización de ceremonias de bodas, lunes de miel y aniversarios de ricos. La conclusión es siempre la misma: es posible crear una paraíso para un ser querido en cualquier rincón del planeta.

“Todos los eventos de alto perfil de nuestro sector están relacionados con la propiedad privada de una forma un otra”, dice Harlan DeBell, quien dirige la prestigiosa agencia de organización de lunas de miel Travel Siblings con su hermana Kara DeBell. (Su lema: “Viajes de lujo para los más exitosos”). “Cualquier museo o tienda, ya sea de Louis Vuitton, Baccarat y el Museo de Orsay, puede convertirse en el lugar perfecto para una cena romántica”, explica. “El dinero abre cualquier puerta”.

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Unos clientes de Ezon disfrutan de una cena para dos en el Palazzo Avino en la costa italiana de Amalfi

Este tipo de obsequios son una parte relativamente nueva y pequeña, pero de rápido crecimiento, del negocio de los eventos. “Hace dos años, organicé dos eventos de este tipo”, dice Michelle Rago, fundadora de Michelle Rago Destinations, que ha organizado celebraciones para Matt Damon, Jamie Fox y otras estrellas. “El año pasado hubo tres. Ahora estoy trabajando activamente en la promoción de esta área”. Esta añade que esta es una buena forma de conseguir clientes regulares.

Jack Ezon de Ovation Vacations lleva trabajando muchos años en este sector. Su equipo incluso incluye un “conserje romántico”, que ofrece una lluvia de ideas las veinticuatro horas del día, inventando sorpresas ultra lujosas. “En su mayor parte, todos los planes están hechos por hombres”, dice con una sonrisa.

Estos son seis de los ejemplos más sorprendentes, cada uno de los cuales tuvo lugar en un sitio y ocasión especiales. Estos ejemplos prueban una vez más que los únicos límites del romanticismo son el dinero y la imaginación.

Un aniversario en la Capilla Sixtina

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Visitar la capilla Sixtina absolutamente vacía es una experiencia inolvidable

La tranquilidad de la capilla pintada de Miguel Ángel suele verse interrumpida por los visitantes. En el momento en el que atraviesas la puerta chapada en oro, seguramente ni te fijarás en los espectaculares suelos, casi tan bellos como sus techos.

Para una pareja que celebraba sus 40 años de casados, Rago acordó una visita privada a la capilla. “Estaban atados por la fe”, dice de sus clientes, uno de los cuales es un emprendedor nato. (Sus identidades están protegidas por un acuerdo de no divulgación que debe ser firmado cuando se trata de celebridades y empresarios de éxito).

Media hora en la Capilla Sixtina cuesta alrededor de 25.000 euros. Este privilegiado viaje incluye un tour personal de la Tesorería (en el que se encuentra la vestimenta papal y sus joyas) y la Sala de las Lágrimas, donde cada recién elegido Papa reza y hace frente a las emociones después de su presentación.

“Estar solo en la Capilla Sixtina es indescriptible. Resulta difícil comprender completamente la importancia del momento, solo eres consciente de lo que significa más tarde”, dice Rago. Pero sus clientes se quedaron particularmente impresionados con la Sala de las Lágrimas.

“Esta es una sala verdaderamente sagrada”, dijo el feliz visitante. “Cuando te acercas a sus paredes y te das cuenta de que todos los papas han estado aquí, y ahora eres tú el que se encuentra en esa habitación... simplemente no te lo puedes creer”.

Cenar en un restaurante de moda después de eso no era lo más adecuado. En vez de eso, la pareja disfrutó de una cena para dos en la suite de su hotel en el recién remodelado Hotel Eden, con vistas de Roma. Rago explica, “se trataba de estar juntos”.

Una propuesta real, al estilo medieval

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La Torre de Londres, telón de fondo de una de las propuestas más exageradas de Travel Siblings

Una de las armas secretas de Travel Siblings es Hélène Darroze, quien dirige un restaurante en el venerado hotel Connaught de Londres. “Algo que no parece que mucha gente sepa es que puedes decirle lo que quieres - todo, desde un menú hasta la cubertería - y ella lo traerá a cualquier parte de Londres”.

Para una pareja de gestores de cobertura amantes de Inglaterra, eso significaba el producto completo, además de la decoración del famoso florista Larry Walshe, en la Torre Wakefield en la Torre de Londres, donde vivía Enrique III. La decoración fue fácil, dice DeBell. “Esta pareja estaba obsesionada con todo lo británico, pero con la historia medieval en particular”, explica. Así pues, la futura novia no sospechaba nada cuando su gira histórica por Londres culminó con una visita a la Torre de Londres. “Pensaba que era otra parte de su gira privada”, dice.

El recorrido se hizo por varios espacios - la Torre Santo Tomás, la Casa de las Joyas y la gran Torre Blanca - antes de llegar a la sección más antigua del monumento, donde esperaba una cena de champán a la luz de las velas.

“Entró en este hermoso espacio floral para disfrutar de una cena completa y un menú especial que incluía sus comidas favoritas”, dice DeBell. El anillo llegó al final y fue la única pieza del rompecabezas que los Travel Siblings no planearon. “No me sorprendería si fuera un anillo de la princesa Diana”, bromea.

La fiesta sorpresa de toda una vida

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El salón temático marroquí en Musha Cay decorado para un fin de semana sorpresa

A veces, los gestos románticos llegan cuando menos te lo esperas. Para una pareja de Nueva York - él es inversor de bienes raíces y ella diseñadora de moda - llegó en el 40º cumpleaños de ella. Habían planeado un viaje al Ocean Club en las Bahamas (recientemente renombrado como Four Seasons), donde suelen pasar sus vacaciones. Pero la rutina cambió totalmente cuando su jet privado desvió el rumbo y voló a la cercana isla de Cayo Musha. Llegar a ese resort, propiedad del mago David Copperfield, fue solo la primera sorpresa.

“Pensó que solo estarían ella y su esposo”, explica Ezon, quien planeó la escapada. Pero cuando se bajaron del avión, había mucha gente estaba en el muelle gritando: “¡Sorpresa!”

Le llevó un par de minutos superar la conmoción y empezar a reconocer caras, dice Ezon, pero la multitud incluía a familiares y amigos de todas las condiciones sociales, algunos de los cuales no había visto en décadas. “Había gente de Atlanta, Los Ángeles y de todas partes, incluyendo a algunas de sus amigas más viejas de la escuela primaria que nunca veía y algunas amigas íntimas que se habían mudado recientemente al otro lado del país”.

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Cine al aire libre en Cayo Musha

Durante cuatro días, el grupo disfrutó del complejo turístico de la isla. Jugaron a la búsqueda del tesoro y a varios deportes en la playa, y disfrutaron de las comidas de su chef favorito (quien voló con ellos para la ocasión), y de un montaje de buenos deseos y recuerdos de los asistentes. “El resort es una lugar mágico”, dice Ezon, quien añade que la película personalizada se proyectó en una pantalla de cine que aparentemente apareció de la nada. “Todo el fin de semana fue sobre ella”, dice. “Estaba totalmente sorprendida”.

Una cena con fuegos artificiales

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Fuegos artificiales acompañando el segundo plato de una cena privada en el Palazzo Avino

Por lo general, los componentes principales de una cena romántica incluyen manteles blancos, velas, buen vino y mucha mantequilla. Pero uno de los clientes de Ezon quería llevar la idea de la cita común más allá. El cliente, diseñador de accesorios, eligió la costa italiana de Amalfi como destino. Ezon organizó un menú de degustación en el club de playa del Palazzo Avino - que fue cerrado por completo para la pareja - para disfrutarlo no solo con vino, sino con “sorpresas” en cada plato.

“El primer plato comenzó con violines tocando su canción de boda”, recuerda Ezon. “Entonces hubo fuegos artificiales con los platos principales”. La exhibición pirotécnica privada no fue lo mejor. “Tuve la idea de recrear el programa de ‘té de moda’ del hotel londinense de Berkeley, donde los pasteles petit four son esculpidos con forme de anillos de diamantes y tacones de aguja”, explica.

Salió una procesión de 10 pasteles, cada uno representando un momento especial de la relación de la pareja. Comenzó con una camiseta anaranjada que él había usado en su primera cita. Luego llegaron unos delfines azules, un tema de sus muchas pinturas. Luego un cartel del Rey León, una referencia al espectáculo que vieron tres veces juntos; un elefante, de su luna de miel en Chiang Rai, Tailandia; y un par de orejas de Mickey Mouse, recordando así su obsesión infantil.

“¿Los violines y los fuegos artificiales? Eso fue fácil. Fueron estas cosas significativas y extravagantes las que realmente lo hicieron especial”, dice Ezon.

Un cumpleaños digno de un rey

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Paseos a caballo en Hyde Park, Londres

Cuando los clientes tienen una pasión particular, es fácil crear experiencias exclusivas en torno a un tema. Eso es lo que Rago hizo para la gestora de bienes raíces con sede en Austin Wade Giles y el empresario Jeff Schab, ambos amantes de los caballos.

Para celebrar el 30 cumpleaños de Giles, Rago planificó el día equino más importante de Londres, donde los ponis y el polo son parte de la cultura real. “Tenía que ser algo más que montar a caballo en Hyde Park”, dice. “Tenía que ser super-sexy”.

Rago primero hizo que la pareja se convirtiera en miembro del Riding Club de Londres, que brindó acceso a una serie de beneficios exclusivos. A través de esa red, se las arregló para llevar ponis de polo a Hyde Park y conseguir que la pareja disfrutara del paseo a través de bulevares arbolados. “El club tiene relaciones especiales que pueden aprovechar para que esto suceda”, explica Rago, “pero no es algo normal, hay que contar con experiencia montando a caballo”.

Desde allí, la pareja obtuvo acceso a los Hyde Park Barracks para acariciar los caballos de la Reina y conocer al personal que se ocupa de ellos, antes de subirse a un helicóptero y dirigirse a la Guards Polo Academy de Coworth Park, creada por el Príncipe Felipe y sede de la Copa anual de la Reina. “Allí, recibieron una clase privada de polo del excapitán de la selección nacional británica y consiguieron entradas para un partido que acabaron perdiéndose porque se estaban divirtiendo demasiado comprando y tomando cócteles”.

Por último, volvieron en helicóptero a Londres (desde el centro del campo de polo) donde un Rolls-Royce Phantom los recogió y los llevó a cenar al Pétrus de Gordon Ramsay.

Una propuesta para hacer sonreír a la Mona Lisa

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Un momento poco común y sereno en el museo del Louvre

Aunque los Travel Siblings han privatizado muchos lugares, el más importante ha sido el Louvre, que acepta la compra de ciertos espacios una vez que el museo ha cerrado al público. Para esta pareja, DeBell negoció el ala Denon Wing, hogar de la obra maestra más emblemática del museo, la Mona Lisa. El dúo, un financiero y una abogada de bienes raíces de Nueva York, decían que la pieza de da Vinci era su pintura favorita.

La cena fue cortesía del Ritz Paris - el plato principal fue un delicioso pollo de Bresse cocido en una cocotte de pasta sellada - y culminó con el novio pidiendo matrimonio a la novia con un anillo de cinco quilates en la mano. La novia, por supuesto, dijo que sí.

Añade DeBell: “En ese momento, nos gustaría pensar que la Mona Lisa finalmente sonrió”.

Fuente: Bloomberg

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