Nómadas digitales: cómo usar criptomonedas para viajar
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15 de Septiembre de 2018

Todo lo que necesita saber antes de cambiar todo su dinero por bitcoins y disfrutar de un viaje inolvidable.

Bitcoin. Litecoin. Ethereum. Criptomonedas.

Lo que una vez fuera una moda tecnológica ahora se considera uno de los primeros vehículos de inversión. Incluso Kim Kardashian está entrando en este momento en el BTC.

Pero mientras la especulación hace subir y bajar los precios, hay un pequeño grupo de entusiastas que se dedica todavía a emplear estas monedas en intercambios monetarios reales. Llamémoslos los criptonómadas.

La gran revolución de viajar con criptomonedas

La llegada de una “mayor accesibilidad al sistema financiero de las criptomonedas… ayuda a los viajeros”, menciona Laura Shin, presentadora de los podcasts sobre criptomonedas Unchained y Unconfirmed y antigua integrante de la plantilla de Forbes. Shin ha cubierto la aparición de las criptomonedas durante tres años.

Hay un “efecto red”, afirma el director ejecutivo y fundador de RockItCoin, Michael Dalesandro. A sus 50 años se introdujo en el mundo de las criptomonedas en 2015. Desde entonces calcula que ha visto crecer un 60% año tras año las instalaciones de cajeros automáticos de bitcoin.

“Son muchos los beneficios derivados de poseer criptomonedas en cuentas bancarias y en la economía tradicional”, comenta Gili Gershonok, una nómada digital de treinta y cuatro años que llama al mundo su casa. La israelí piensa que la gente que está acostumbrada a viajar y a vivir en el extranjero suele abrir nuevas cuentas bancarias y podría estar más familiarizada con el dinero sin fronteras.

Gershonok opera con criptomonedas desde 2016 y a veces hace trabajillos como freelance intercambiando criptomonedas. Aunque generalmente las cambia por dinero fiat en el gasto diario, intenta usar criptomonedas siempre que puede y una vez incluso pagó un café con litecoin en Praga, República Checa.

Equilibrar el estilo de vida nómada con las operaciones en criptomonedas

Para quienes usan las criptomonedas como un vehículo de inversión, los expertos recomiendan comprar tarjetas SIM locales y pagar mediante datos para mantenerse al día en los mercados volátiles.

Blake Sandall, un nómada digital que opera con criptomonedas mientras viaja por el mundo, elige ponerse al día en criptomonedas con mensajes de SMS, más que en el correo electrónico, para no tener que preocuparse por la conectividad en ciertos puntos. Compra tarjetas SIM cuando llega para no depender de Internet en cafés y hoteles.

Una de sus operaciones más apasionantes fue cuando vendió una moneda de ethereum a principios de 2018 y ganó 960 dólares que empleó en financiar una marcha al Campamento Base del Everest.

A la espera de soluciones de terceras partes, los apasionados del litecoin y el ethereum han encontrado alternativas como comprar directamente dinero fiat o consumir en lugares como Gershonok, como cuando compró en Praga.

Un viaje por todo el mundo usando solo bitcoin

El prototipo de este tipo de viaje es Felix Weis, un apasionado de las criptomonedas original de Luxemburgo. En 2015 pasó 18 meses viajando por el mundo usando bitcoins, recorriendo 27 países en todo el mundo. Este viaje abarcaba una mezcla de hervideros como Tokio, Japón y países menos proclives como Cuba, donde la ausencia de Internet de alta velocidad hace que viajar con criptomonedas sea un verdadero quebradero de cabeza.

“Todo el mundo practicaba en ese momento el desafío del cubo de agua fría”, recuerda Weis.

Fue por 2015, y nada le iba a detener, tenía veintisiete años y trasladó todos sus ahorros a bitcoins (algo que no aconseja personalmente), hizo su mochila y fijó tres reglas.

  1. No podría usar una cuenta bancaria ni tarjeta de crédito.
  2. No podría cambiar una moneda nacional por otra.
  3. Lo que es más importante, tendría que pagar en bitcoins siempre que pudiera. De no poder, usaría efectivo que podría adquirir en una operación directamente con otro colega.

Su primera compra fue un pase de Interrail para un mes, de manera que si el experimento no funcionaba, al menos podría volver a Alemania, donde residía. Empleó la web AllForBTC para la compra del billete. Después, con veintisiete años adquirió una tarjeta de crédito de seguridad para emergencias, pero la rompió después de tres meses y decidió viajar solo con bitcoins para todo.

“Lo difícil era que cuando estaba en un punto, tenía que encontrar tiendas de comida o restaurantes que aceptaran bitcoins”, dice Weis, que cuenta en la actualidad con treinta años. En algunos países como Turquía, donde la entrada del bitcoin fue moderada, tuvo que convencer a la gente de aceptar bitcoins. Weis disfrutó de este reto e incluso convenció a una empresa turca de parapente de que aceptara criptomonedas.

“En ese momento la comunidad en torno al bitcoin era pequeña, muy pequeña”, recuerda Weis. “No fue hasta 2017 cuando se extendió a un público más amplio”.

Preparados para lo imprevisto

Todos los nómadas digitales dan un consejo: si quieres viajar con criptomonedas, espera lo inesperado.

“Un bonito día de enero, me desconecté de todos mis recursos financieros en un minuto”, menciona Gershonok. Se encontraba en un complejo hotelero en Tailandia intentando reservar un vuelo o su siguiente día de alojamiento, cuando de repente no podía usar ninguna de sus cuentas. “Nada que pueda soportar alguien que se volvería loco si no tiene acceso a su dinero”.

“El mundo de las criptomonedas hace que todo sea más fácil [si eres un nómada digital], menciona Gershonok. “Te hace pensar en la idea de estar descentralizado”.

Fuente: Forbes

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