5 cosas que aprendí en la universidad y que han cambiado mi vida
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Siempre se dice que la universidad es el primer paso hacia nuestra vida como adultos. Allí, no solo se aprende una carrera, sino mucho más. La escritora Kelly Laffey comparte las cinco cosas que aprendió en la universidad y que realmente han tenido un importante impacto en su vida ahora.

1. Cómo gestionar el tiempo y pedir ayuda

Los estudiantes-atletas tienen que encontrar un equilibrio entre las clases y las competiciones deportivas del fin de semana. Estar en un equipo me inculcó la importancia de priorizar y ser disciplinado.

También me enseñó a pedir ayuda. Mis compañeros y yo tendíamos a presionarnos mucho para correr bien y rendir bien en las clases. La búsqueda de orientación es un componente importante del crecimiento.

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2. La importancia del trabajo en equipo y la amistad

Estar en un equipo significa que tienes que trabajar con todo tipo de personas hacia una meta común. Esas mismas habilidades de colaboración y liderazgo tienen un valor incalculable en el mundo actual. Formar parte de un equipo también me ha dado amistades para toda la vida.

Hace 10 años, mis compañeros de equipo me ayudaban a seguir con los duros entrenamientos o me recompensaban con una hamburguesa con queso por conseguir un récord en los 400 metros. Aunque ahora nos encontramos en diferentes etapas de nuestras vidas y vivimos en lugares muy distantes, el vínculo de correr cientos de kilómetros juntos cada año es uno que no se puede romper.

3. No te pongas límites

Al final de mi último año, me tomé mi única noche libre para terminar mi trabajo de tesis. Durante los entrenamientos de pista de esa tarde, me enteré de que todo el equipo tenía que hacer una contrarreloj sorpresa de más de un kilómetro. Después de pedir sin éxito que la aplazaran al día siguiente, empecé a calentar a regañadientes, pero estaba tan cansado que me tropecé y me desollé las dos rodillas.

Pensando que lo peor ya había pasado, decidí seguir adelante me puse al principio de la fila. Corrí la mejor milla de mi vida ese día. Pienso en esta experiencia casi a diario, ya que siempre hay una razón para no hacer algo. A menudo nuestra actitud es la mayor barrera para alcanzar nuestro potencial.

4. Tú eres tu mayor defensor

Entré en el equipo, lo que significa que mi participación fue a voluntad. Casi renuncio a mitad de mi primer año cuando me di cuenta de que mis tiempos no eran lo suficientemente rápidos para competir. En cambio, hablé con el entrenador sobre mis frustraciones. Ambos decidimos que debía intentar cambiar de la distancia media a la larga.

En lugar de dejar el equipo de atletismo, me convertí en un atleta de tres temporadas y también me uní al equipo de cross. Mis tiempos y mi nivel de estrés bajaron, porque había encontrado un evento y un ambiente que se adaptaba mejor a mí. Si te apasiona algo, encuentra la manera de hacer que funcione.

5. Todo sucede realmente por una razón

Esta puede ser la lección más repetida, pero reflexionar sobre mi experiencia universitaria me ayuda a pensar en la causa y el efecto, y a darme cuenta de cómo la vida diaria, con su mezcla de incertidumbre y alegría, puede llevar finalmente a lecciones positivas.

La universidad me inculcó mi amor por el fútbol universitario y el baloncesto, que ahora sigo intensamente; así como mi pasión por la escritura, que ha dado forma a mi carrera.

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