Dormir un poco más y hacer algo de ejercicio además de comer un poco más de frutas y verduras es un buen comienzo para mejorar tu salud.
Si acabas de decidir que quieres mejorar tu estilo de vida, aprovecha esta motivación y empieza a hacer cambios poderosos y duraderos que mejorarán tu salud mental y física. Estas son 10 claves para cultivar un estilo de vida más saludable.
1. Abandona los propósitos y crea hábitos
El problema con los propósitos es que solemos abandonarlos. ¿Por qué? Porque un propósito es más bien una promesa temporal: nunca se establece un estilo de vida que apoye el cambio. El éxito duradero se produce cuando creas hábitos que apoyan los cambios que quieres ver en tu vida. Significa no darse por vencido cuando se tiene un desliz y seguir con el hábito, incluso en momentos difíciles y estresantes.
Cultiva hábitos saludables que puedas mantener durante toda la vida. Construir hábitos consistentes y saludables es la clave para el bienestar de toda la vida. Después de todo, lo que hacemos todos los días importa más que lo que hacemos de vez en cuando.
2. Identifica las áreas que necesitas fortalecer para la salud a largo plazo
Todos sabemos que necesitamos comer bien, hacer ejercicio, dormir bien y beber mucha agua para estar sanos. Muchos de nosotros creemos que lo hacemos relativamente bien. Sin embargo, en la mayoría de los casos no es así. Un estudio ha descubierto que muy pocos adultos (solo el 3%) cumple con todos los criterios para llevar un estilo de vida saludable. Los investigadores han identificado cuatro claves para la salud, entre ellas:
- No fumar.
- Mantener un peso saludable (un IMC de 18-25), o perder peso con éxito.
- Comer por lo menos cinco porciones de frutas y verduras al día.
- Hacer ejercicio durante 30 minutos o más, cinco veces a la semana.
Pocos de nosotros hacemos todas estas cosas. Y aunque estas son importantes, la buena salud es mucho más que marcar esas casillas. También se trata de tener una actitud positiva, una imagen positiva de sí mismo, cuidar de tu salud mental y pasar tiempo con amigos y familiares.
3. Averigua lo que te funciona
Tu capacidad para mantener un estilo de vida saludable dependerá de que encuentres unas estrategias que funcionen con tu personalidad. Tómate un momento para reflexionar sobre las veces que has tenido éxito y las veces que no. ¿Qué circunstancias te han sido más útiles y te han animado a esforzarte al máximo?
¿Qué situaciones te han distraído? ¿Qué te ha impedido mantener tus metas? Independientemente de cuáles sean tus objetivos, antes de que puedas hacer cambios en tu estilo de vida, necesitas saber por dónde empezar y entender tus razones para hacer cambios. Averigua lo que te funciona y lo que no.
4. Interrumpe y cambia los hábitos insalubres
Las cosas que hacemos regularmente, desde cepillarnos los dientes hasta los aperitivos que tomamos, suelen acabar convirtiéndose en hábitos. El primer paso para cambiar cualquier comportamiento es evaluar nuestros hábitos actuales.
Si tienes el hábito de hacer ejercicio todas las mañanas, eso es bueno. Si también tienes el hábito de comprarte una bolsa de patatas fritas y un refresco todas las tardes, esto no lo es. Necesitas buscar maneras de interrumpir los patrones de hábitos poco saludables y establecer nuevos patrones, mientras continúas con tus hábitos saludables. Empieza a hacer pequeños cambios diarios. Llévate bebidas saludables al trabajo, por ejemplo, una botella de agua que puedas rellenar.
5. Realiza cambios pequeños e importantes
No intentes hacer cambios de vida enormes y arrolladores de una sola vez. Eso puede hacer que te sientas abrumado y tentado a rendirte. Empieza poco a poco. Si estás tratando de adquirir el hábito de hacer ejercicio con más frecuencia pero no estás en forma y la idea de hacer ejercicio te da un poco de miedo, empieza haciendo el ejercicio más fácil que puedas hacer. Intenta caminar durante 10 minutos cuando llegues a casa del trabajo. O incluso haz un entrenamiento de cinco minutos en el salón.
Hagas lo que hagas, empieza a hacerlo a diario. Una vez que sientas que forma parte de tu vida, podrás ir avanzando de forma gradual. Si tienes un contratiempo, no te castigues; simplemente vuelve a hacer lo que estabas haciendo. El objetivo es crear hábitos que creas que puedas alcanzar fácilmente.
6. Construye una vida que combine trabajo y diversión
Muchos empresarios de éxito afirman que la conciliación es un mito. El concepto de encontrar el equilibrio a menudo nos obliga a hacer concesiones. Nos sentimos como si estuviéramos en un gran acto de malabarismo, y nos quedamos mareados con las obligaciones y el estrés. En su lugar, acepta el hecho de que el trabajo y la vida suelen tener una frontera bastante desdibujada. Cada vez más, las empresas entienden que necesitamos abordar los asuntos de la vida en el trabajo y que necesitamos flexibilidad en nuestros horarios de trabajo.
La idea es que, en lugar de concentrarte en los límites donde termina tu vida laboral y comienza tu vida personal, busca maneras de mezclar los elementos de tu vida. Céntrate en tomar decisiones consistentes, saludables y positivas que reflejen tus valores, responsabilidades y metas en todos los aspectos de la vida.
7. Sigue una dieta saludable
Como dice el refrán, somos lo que comemos. Las comidas y los aperitivos que consumimos tienen un impacto directo en nuestra salud. Eso no significa que debas saltarte el ejercicio, ya que los ejercicios regulares mantendrán tu metabolismo acelerado y te ayudarán a quemar grasa. Pero no se puede superar una mala dieta. Una dieta deficiente puede causar una gran cantidad de problemas de salud graves, como la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.
Incluso si tienes un peso saludable, es importante que sigas una dieta nutritiva para tu salud a largo plazo. Esto significa reducir el consumo de azúcar, aumentar la ingesta de verduras y frutas, y evitar la comida procesada. No tienes que renunciar a todo lo que te gusta, pero tómalo en menor cantidad.
8. Duerme con suficiente calidad
A veces pasamos por alto la importancia de dormir lo suficiente. Después de todo, si estamos comiendo bien, haciendo ejercicio y evitando malos hábitos como fumar, ¿realmente importa si estamos durmiendo las 8 horas recomendadas por noche? ¡Seguro que lo haces! El sueño desempeña un papel vital en nuestra salud y bienestar a través de nuestras vidas.
Dormir bien ayuda tanto a nuestra salud mental como física. El sueño es clave para la función cerebral, ya que afecta a cómo se aprende, trabaja, piensa, reacciona y se relaciona con los demás. Tener una deficiencia continua de sueño aumenta tu riesgo de tener problemas de salud crónicos.
Durante el día, tu cuerpo se descompone por tu entorno y las tareas que realizas. El sueño te restaura. Asegúrate de dormir lo suficiente.
9. Controla el estrés
Nuestro mundo nos obliga a vivir en un ambiente altamente activo y estresante. Las actividades que conforman nuestras vidas se producen tan rápido que a menudo tenemos que librar una lucha constante para mantenernos a flote.
Esto hace que el estrés se acumule. Es importante que distingamos entre las cosas que están bajo nuestro control y las que no lo están. Por ejemplo, tener una rueda desinflada está fuera de tu control, pero recibir una mala crítica por un trabajo mediocre está dentro de tu control.
Puedes reducir y gestionar tu estrés asumiendo el control de las cosas que puedes controlar. De esta manera, cuando ocurren eventos estresantes inesperados, estarás lo suficientemente relajado para centrarte en ellos y resolver esos problemas sin sentirte abrumado. También puedes participar en terapias de relajación como la meditación y la respiración profunda para ayudarte a gestionar los sentimientos de estrés.
10. Haz una pausa y reflexiona sobre el momento
Muchos de nosotros estamos tan centrados en nuestros trabajos y tareas diarias que olvidamos disfrutar el momento que estamos viviendo.
Haz una pausa a lo largo del día y aprecia la belleza del mundo que te rodea, el sonido de la risa, cómo sientes el sol en tu cara, cómo sientes tus piernas mientras caminas. Tómate tu tiempo para disfrutar de cada parte de tu día, y luego da un paso atrás y disfruta del proceso del que formas parte.
El mundo de los negocios es sistemático y requiere una constante innovación y análisis, centrado en el producto final. Aprende a disfrutar cada paso de este proceso. Esto contribuirá al éxito general de tu producto y hará que el resultado final sea mucho más agradable.