Cómo duermas y el estado de ánimo con el que empieces el día ejerce una gran influencia en las cosas que vas a lograr (o no) durante el resto del día.
Soy una persona madrugadora. Cuando me levanto temprano, soy mucho más productivo que cuando me quedo hasta tarde en la cama.
Sin embargo, el hecho de que me guste levantarme temprano no significa que siempre haya tenido mañanas productivas. Por el contrario, necesité varios años para descubrir las maneras más efectivas de maximizar mi tiempo.
Si quieres aprovechar tu día al máximo, sigue estos consejos y trucos para empezar el día con buen pie.
1. Despiértate una sola vez
Timothy Morgenthaler, profesor de la Clínica Mayo y experto en sueño, está en contra del botón de snooze de los despertadores. Según él, la mayoría de las personas descansarían más si pusieran una sola alarma y aprendieran a despertarse una sola vez.
¿No te gustan los despertadores ruidosos? Considera la posibilidad de usar un reloj despertador de luces que simule el amanecer. Esto no solo te evitará el sobresalto de la alarma todas las mañanas, sino que comenzarás cada día con un cambio agradable y gradual hacia el estado de vigilia en lugar de con un molesto ruido.
2. No trabajes durante el desayuno
Las películas y los anuncios glorifican al trabajador que se toma un gofre al salir por la puerta. Ignora el estereotipo y tómate tu tiempo para sentarte y disfrutar de tu desayuno. Deja tu teléfono en el bolsillo durante 15 minutos para saborear ese gofre, habla con tu familia y disfruta del momento antes de empezar a pensar en el trabajo.
3. Ve al trabajo con tiempo
Comprométete a llegar a la oficina al mismo tiempo que los demás o llegar al menos dos horas antes. Eso puede sonar exagerado, pero cuando llegues a las 7 a.m., todos los demás trabajadores, que llegarán al mismo tiempo que tú, no dejarán de interrumpirte. Si quieres trabajar temprano, hazlo desde casa o vete a la oficina mucho antes que nadie.
4. Haz primero las tareas más difíciles
A mucha gente le gusta empezar el día con victorias fáciles. No estoy de acuerdo. Según mi experiencia, es mejor empezar la mañana abordando los proyectos más difíciles. De esta manera, soy capaz de hacer frente a todos los obstáculos que se me pueden presentar durante esta tarea antes de que el resto de tareas del día me interrumpan.
5. Habla menos y concéntrate más
Se supone que las mañanas son el momento de saludar, tomar café y conversar sobre la noche anterior. Desafortunadamente, las charlas ociosas durante las primeras horas de la mañana se traducen en tardes estresantes. Evita programar reuniones por la mañana para que puedas pasar tus horas más productivas trabajando.
6. Mantén libre tu agenda del fin de semana
Cuando me comprometí a levantarme a las 5 de la mañana todos los días, mis fines de semana cambiaron radicalmente. Dejé de salir hasta altas horas de la madrugada y empecé a acostarme mucho antes de la medianoche. Eso hizo que mi horario social cambiara, pero en lugar de forzarme a convertirme en un hogareño, ese cambio hizo más fácil trabajar durante la semana y disfrutar del tiempo libre durante los fines de semana.
7. Apaga el móvil mientras duermes
Parece una tontería, pero hay que decirlo: Según el portal sleep.com, el 71% de las personas deja el móvil cerca mientras duerme.
Al permanecer conectado a la tecnología hasta tus últimos momentos de vigilia, limitas tu capacidad de dormir bien durante la noche, arruinando tu mañana en el proceso. Deja el teléfono en el otro extremo de la habitación y olvídate de él al menos mientras duermes.
8. Haz ejercicio
Me gusta hacer ejercicio por la mañana por varias razones. Me ayuda a concentrarme, me mantiene saludable y me ayuda a dormir. Sin embargo, aunque no vayas a correr, asegúrate de moverte durante la primera hora más o menos cuando estés despierto. Lee las noticias y tómate un café mientras paseas por la sala de estar. Busca cualquier excusa para andar un poco, como por ejemplo, búscate una fuente cerca de tu oficina para ir a llenar tu botella de agua de vez en cuando.
9. Apunta tus pensamientos, no tus tareas
Las listas de tareas de la mañana son útiles en ciertas circunstancias, pero están sobrevaloradas. Emplea las tardes para escribir listas de cosas por hacer para que puedas irte a la cama con el día siguiente programado. Por la mañana, anota tus pensamientos e ideas.
10. Ignora los hábitos de los demás
Esto puede sonar contraintuitivo, pero es un buen consejo. Todos los consejos que he dado están respaldados por la ciencia y la experiencia, pero solo porque algo le funcione a la mayoría de las personas no significa que vaya a funcionarte a ti. Es posible que te gusten los despertadores ruidosos por la mañana o prefieras hacer ejercicio durante el almuerzo.
Haz lo que te funcione a ti, pero no confundas la comodidad con la eficacia. El hecho de que estés acostumbrado a pasar las mañanas de cierta manera no significa que no seas más productivo con una rutina diferente. Escoge algunos de estos nuevos hábitos y pruébalos durante 30 días. Mantén los que te funcionen, ajusta los que no y empieza a aprovechar tus mañanas al máximo.